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Juan de Molina.

Juan Mexia.

Juan de Salinas.

Juan Guerrero.

Juan Perez.

Pero Caballero.

Pero de Lijar.

Pero Baracaldo.

Pero de Narvaez.

Hernando Triguero.

Antonio Perez.

Cornieles.

Alonso Lorenzo.

Alonso Ramiro.

Martin Sanchez.

Pascual Herreros.

Juan de Ayamonte.

Benavente.

Jorge Griego.

Antonio Albanés.

Antonio Bermejo.
Bracamonte.
Chaves.

TOMO V.

14

ESTA ES UNA BREVE RELACION QUE SE HA RECOGIDO DE LOS PAPELES QUE SE HALLARON EN ESTA CIUDAD DE LA Plata, CERCA DEL VIAJE Y DESCUBRIMIENTO DE LAS ISLAS DEL Po-NIENTE DE LA MAR DEL SUR, QUE COMUNMENTE LLAMAN DE SALOMON (1).

En el año de 1567, un Pedro Sarmiento dió noticia al Licenciado Castro, gobernador del Perú, de muchas

(1) Coleccion de Muñoz, tomo XXXVII. -Las islas de Salomon, alguna vez llamadas de los Arsacidas ó de Nueva Georgia, forman un archipiélago del Grande Océano equinoccial, al E. de la Nueva Guinea, entre los 4° y 12° lat. S. y los 158° y los 167° long. E. Tiene este archipiélago unas 200 leguas de largo de N. O. á S. E., sobre unas 24 á 32 de anchura media, y las principales islas de que se compone son: Buka, Bougainville, Choiseul, Santa Isabel, Georgia, Carteret, isla de los Arsacidas, Guadalcanar, San Cristóbal y Rennel, que se hallan del N. E. al S. E. Las costas de todas estas islas son muy altas y escarpadas, y el interior está entrecortado de montes arbolados y de hermosos valles mny fértiles; muchas de sus montañas son volcánicas y crecen en ellas un número infinito de plantas de aquellos climas, especialmente el cocotero, el árbol del pan, muchos de los gomosos y el que produce la canela. Los bosques abrigan á muchos javalíes, serpientes de cascabel y hormigas de magnitud estraordinaria, y cubren con sus espesas ramas á un número infinito de aves, de especies muy variadas. La poblacion asciende á unos 100.000 habitantes, y parece son de dos razas: los unos, aunque negros y con el cabello lanuginoso, no tienen la nariz tan chata ni los labios tau abultados como los demás de su color; los demás son de color de cobre y tienen largo el cabello y cortado. Estos isle

islas y grandes tierras, que dixo haber en la mar del Sur, y se ofreció de las descubrir por su persona, en nombre de S. M.; y para ello hizo demostraciones y càr

ños se pintan el cuerpo y traen varios adornos en las orejas y en el cartílago de la nariz; van desnudos, á escepcion de una faja, ceñida al rededor del cuerpo; sus armas son el arco, la cachiporra y una especie de escudo hecho de mimbres; tienen mucha habilidad en la construccion de canoas, que fabrican hasta de 80 pies de largo y cuatro de ancho; están en guerra contínua con sus vecinos y sus jefes ejercen sobre ellos un poder despótico.

Estas islas fueron descubiertas por Álvaro de Mendaña, y la interesante relacion de este descubrimiento es la que aquí publicamos. Surville, que las recorrió en 1767, les dió el nombre de Arsacidas (que él creia ser la etimología de la palabra asesino), en razon de que los isleños le mataron á traicion y con la mayor perfidia algunos hombres de su tripulacion, y finalmente, Shortland, en 1788 dió à este grupo el nombre de Nueva-Georgia.

Segun Herrera, en su Descripcion de las Indias Occidentales, las islas mayores y más señaladas en su tiempo eran la de Santa Isabel, desde 8° hasta los 9o de altura, de más de 150 leguas de largo y 18 de ancho y con un buen puerto, que llaman de la Estrella; San Jorge ó Borbi, legua y media al Sur de Santa Isabel y de 30 leguas de circuito; San Marcos ó San Nicólás, de 100 leguas de estension, al S. E. de Santa Isabel; isla de Arracifes (sic), tan grande como la precedente y al S. de Santa Isabel; al O. la de San Gerónimo, de 100 leguas, y al S. E. la de Guadalcanal, mayor que todas. Al E. de Santa Isabel, isla de Buenavista y San Dimas, y la Florida, de 20 leguas de circuito cada una; al Oriente de esta la de Ramos, de 200 leguas de contorno, y junto á ella Malaita y la Atreguada, de 30, y las isletas llamadas Tres Marias; la de San Juan, de 12 leguas, entre la Atreguada y la de Santiago, al S. de Malaita y de 100 leguas de circuito. Al S. E. de esta la de San Cristóbal, tan grande como ella, y arrimadas, Santa Ana y Santa Catalina, dos islas pequeñas. Luego el Nombre de Dios, isla pequeña, apartada de las otras 50 Teguas, en 7o de altura, y en el mismo paraje, al N. de Santa Isabel, los bajos llamados de la Candelaria.

(Herrera, Descripcion, cap. xxvII.)

tas de navegacion. El licenciado Castro, habiendo entendido su relacion, mandó hacer una armada de dos navíos, para este descubrimiento, el uno de tres mil é tantas arrobas, y otro de siete mil de porte, que costaron diez mil pesos ensayados; basteciólos de bastimentos, por lo menos para un mes, en lo cual y en municiones y socorros de soldados, ornamentos, botica y cosas de respeto (1), se gastaron más de sesenta mil pesos, todo á costa de S. M., por virtud de una cédula real que para podello hacer decia que tenia, sin las pagas que á la vuelta se hicieron á la gente de la mar, de lo corrido de sus sueldos.

Juntáronse para esta jornada setenta y tantos soldados, con los cuales y con gente de la mar é servicio, fueron ciento é cincuenta é tantos hombres. Desta armada

nombró Castro por general á Álvaro de Amendaña, (2) su sobrino, á Pedro de Ortega por maestre de campo, á Pedro Sarmiento por capitan de la nao capitana, á D. Fernando Enriquez por alférez general, á Pedro Xuarez Coronel por capitan de la artillería, por piloto mayor á Hernan Gallego, y otros tres pilotos, y cuatro religiosos del hábito de San Francisco.

La comun voz del pueblo, determinacion de los soldados y la instruccion que se llevaba, era de poblar la tierra que se descubriese; y como para tal, se proveyó. largamente de pertrechos, municiones, armas, vestidos,. semillas y otras cosas necesarias á poblazones.

(1) Cosas de respeto, lo mismo que de prevencion ó repuesto. (2) Amendaña está por de Mendaña; Herrera le llama, sin Juda por equivocacion, Álvaro de Mendoza, y añade que el primero que vió la tierra de estas islas fué un mozo llamado Trejo, que iba en una gávia.

Llevábase intencion de seguir la derrota del Oessudoeste hasta 23 grados, que era el altura que el capitan Pedro Sarmiento habia señalado, y que cuando se. hubiesen de mudar ó tomar nueva derrota, los pilotos y el cosmógrafo Pedro Sarmiento se juntasen á tratallo, y lo que entre ellos se acordase, fuese obligado el General á mandar cumplir.

Con este despacho partieron de Lima, miércoles 19 de Noviembre de 1567 años, y caminaron por el Oessudoeste, que era la derrota de Pedro Sarmiento, hasta 28 de dicho mes de Noviembre, ciento setenta leguas de altura. Y este dia, que fue viernes, mudó Hernan Gallego la derrota, sin consejo ni acuerdo de los pilotos ni de Pedro Sarmiento, como era obligado por la instruccion.

Sobre esta mudanza del viaje, Pedro Sarmiento advirtió al General con mucha instancia, y le requirió y amonestó de palabra públicamente, no lo consintiese é lo hiciese emendar, porque era errar el descubrimiento y perderse, y escedian las instrucciones de S. M. y del Castro. El general no lo quiso hacer, y consintió en el viaje del piloto.

Caminando por esta derrota y habiendo andado como doscientas ochenta leguas de Lima, un jueves, 4 de Diciembre, á hora de vísperas, un soldado llamado Alonso Rodriguez Franco y otro llamado Manuel Álvarez, descubrieron tierra por el Nor-nordeste, y algunos soldados se certificaron serlo. Pedro Sarmiento afirmó más que ninguno por los rumbos y altura, que era de 14 grados al Sur; y aunque rogó y requirió al General que fuesen allá y la tomasen y reconociesen, no lo quiso hacer él ni el pilotɔ mayor, y pasaron adelante, descayendo del altura y apartándose de la tierra, que les quedaba á mano

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