Imágenes de páginas
PDF
EPUB

encomendaron á V. E. tan ámplio y rico cetro, como el de estos reinos, será Dios servido que V. E. descubra y pueble muchas grandes y riquísimas tierras, y aun otro nuevo mundo, en que el Sagrado Evangelio sca predicado, el Rey engrandecido, sus vasallos prosperados, los vagamundos entretenidos, y lo que no es poco, V. E. de tantas demandas y pesadumbres descargado (1).

Sobre los alcaldes de corte en el Perú. (2)

El primero que proveyó los oficios de la justicia del crímen, que llamaron Alcaldes de Córte, en el reino del Pirú, que es en las Occidentales Indias, fue el rey D. Phelipe, segundo de este nombre, rey de Castilla y de las Indias. Este Rey, entendiendo las grandes sediciones, bullicios y alborotos, que en aquel reino cada dia habia y se levantaban, y deseando, como buen Príncipe cristiano, el sosiego y quietud de sus vasallos y reinos, y que los malos fuesen castigados, y los buenos viviesen en paz, y seguros en sus tierras, para el remedio dello, proveyó y señaló por Alcaldes de Córte dos letrados juristas, singulares hombres, tales, cuales para tan grandes cargos y negocios convenian, que fueron el uno llamado el doctor Gabriel de Loarte, que habia sido su Oidor en la Audiencia de Panamá, y presidido

(1) Archivo de Simancas-Descripciones y poblaciones. (2) Coleccion de Muñoz, tomo LXXXIX.

en la Audiencia real de Quito, de donde lo sacó; y el otro, llamado el licenciado Valenzuela, inviado de Castilla. Estos fueron los primeros Alcaldes de Córte que hubo en aquel reino, los cuales usaron sus cargos y oficios con tanta prudencia y sagacidad, que castigaron la tierra y la pusieron tan pacífica y sosegada, como si fuera una aldea de España, siendo la mas belicosa tierra que hay hoy en lo descubierto, tanto, que es llamada la Nueva Italia por los desafios, guerras y motines y soberbias de las gentes, que en ella residian ó nuevamente á ella iban, y se les criaban unos ánimos iracundos y soberbios. Estos cargos son los que con el Rey son mas estimados despues de Vireyes; y porque haya grandes letrados y hombres de buenos juicios, que quieran aceptar estos oficios, los ha mucho honrado y sublimado el Rey, con grandes poderes que les dá, sacándolos de Oidores y Presidentes para aquel efecto, á los cuales dá salarios aventajados y particulares mercedes. Fueron hechos estos primeros oficios, año de 1570 de Christo (1).

VARIAS NOTICIAS CURIOSAS SOBRE LA PROVINCIA DE
POPAYAN (2).

El primero que descubrió, conquistó y pobló la provincia que llaman de Popayan, por otro nombre llamada

(1) Tomado del «Espejo de las Variedades.» MS. que se conserva en la biblioteca de S. Acasio de Sevilla.-(Nota de Muñoz.)

(2) (Coleccion de Muñoz.-Tomo LXXXIX.) La provincia de Popayan está situada en Colombia, en la parte oriental del departamento del Canca.

de Benalcazar, fue uno liamado Sebastian de Benalcazar, siendo capitan de Francisco Pizarro. Este llamó á esta provincia de Benalcazar, porque él era natural de un pueblo de Estremadura, que se llama Benalcazar, y por su memoria lo intituló ansí.

Llamóse esta provincia de Popayan, por el nombre del Rey y señor principal de aquella provincia, que se llamala el Popayan. La cabeza desta provincia es la ciudad que se llama Popayan, donde era el señor natural; es cabeza del obispado, y en ella está la silla episcopal:

Ganóse esta provincia con muy grandes trabajos de hambres y guerras con los indios, cerca de los años del Señor de 1533, poco más ó menos. En esta provincia, tierra muy asperísima y de muchos rios, y una de las más ricas de oro, que hay en todo lo descubierto de las Indias, porque en término de doscientas leguas que tiene, en cada pueblo de los indios, y en cada rio y arroyo ó cerro, hay mucho y muy fino, de donde se saca cada dia, y se ha sacado grandísima cantidad. ́

Las gentes desta provincia son idólatras y muy bárbaras y crueles en comerse unos á otros; son muy grandes borrachos y hechiceros, que hablan y convocan al demonio. Es gente que los hombres todos andan desnudos en cueros, sin honestidad ninguna, en muchas partes trayendo sus vergüenzas defuera; son muy viles y acobardados y mentirosos y muy inconstantes y faciles de persuadir á cualquier cosa. Es gente sin caridad ninguna; tienen por costumbre en algunas partes, que en cayendo uno enfermo, aunque sea padre ó madre, mujer ó hijo, hermano ó amigo, no le curan ni le visitan, y le dejan todos en cama, y se van todos de allí, ó le mudan á otra parte, donde aun para darle de comer y beber, aun

no le tienen que ver; y así ha de sanar, ó vivir ó morir. Cuando mueren, tienen por costumbre enterrar consigo lo que tienen, y aun algunas de sus mujeres vivas y pages, que les sirvan allá donde dicen que van. Esto hacen los señores principales, caciques, que es como decir reyes. En sus mortuorios, en lugar de lloros, hacen grandes areitos, (1) que llaman borracheras, y danzan, cantan y bailan, y bebentanto, que se caen borrachos, y esto dura muchos dias y noches, conforme es grande el indio por quien se hace. Á unos entierran debajo de tierra, á otros ponen al humo, donde se seca, y así seco, así seco, le guardan.

En las guerras entre ellos, usan de unos palos de palma negra, muy duro, largos de braza y media, que llaman macanas, ancho de cuatro dedos, con dos filos á un cabo`y á otro, y juegan á dos manos esta macana, como nosotros el montante. Son diestros y ligeros con ella, que de un golpe pueden matar un hombre. Usan de unos dardos arrojadizos que tiran de estos palos con puntas tostadas al fuego; y son buenos braceros, que pasan con uno á un hombre por el cuerpo; y usan de unas astas largas como picas, para pelear á pié como piqueros, de esta madera de palma, sin hierros, pero hechas en ellas unas puntas agudas tostadas al fuego, con que ofenden mucho. Usan de honda y piedra, y los que se captivan entre ellos, cómense unos á otros, y por trofeos y armas ponen las calaveras á las puertas de sus casas, hincadas en palos altos, y los cueros de los cuerpos, que han comido, desollados, henchidos de ceniza, tienen arrimados á las paredes de sus casas como personajes, y de algunos destos cueros hacen atambores, con que tañen. En

(1) Areitos son bailes indios.

de voces y flautas У

tran con gran alarido en la guerra, cornetas y unos caracoles grandes, que llaman fotutos, que tocan muy récio y se oyen mucho, y con muchos plumajes de plumas de papagayos, que hay muchos en aquella tierra, y sobre si puestos collares de oro, y en los pechos una armadura de oro, de grandor de un plato, que llaman patenas, y todo el cuerpo desnudo y pintado de colorado, negro y amarillo, por las caras, brazos y piernas, que juntos en escuadron, parecen bien y aun ponen temor á quien los vé nuevamente.

En sus casamientos usan de muchas maneras el tomar las mujeres. En unas partes desta provincia, la madre de la novia ha de corromperla con sus dedos, primero que la entregue al marido. En otra parte, el que se ha de casar se ayunta carnalmente con muchas mozas de las que se quieren casar, y en un convite que hace á sus padres y parientes, largo, que dura quince ó veinte dias, en cada dia y noche duerme con cada una de aquellas mozas, y la que le contenta más dellas y le parece que queda preñada, aquella toma por mujer. Y otros tienen por costumbre, que despues de casados, la mujer puede dar su cuerpo á cualquiera que se lo pague, y si se lo paga el marido, lo tiene por bueno, y si no lo paga el marido, le tiene por malo y se queja dello. Otros compran las mujeres, dando por ellas á sus padres algunas cosas de las que ellos tienen, y sirviéndoles y ayudándoles en sus trabajos algun tiempo, y despues le dan la hija. El que más mujeres puede sustentar y dar de comer, más tiene. En algunas partes desta provincia sacrifican al demonio los primeros hijos varones, que les nasce de la mujer que es primeriza en el parir.

Entre estas gentes no heredan los hijos primogénitos

« AnteriorContinuar »