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Nordeste é Sudoeste; en él corren mucho las aguas.

A 22 del dicho, una hora antes del dia, se perdió la nao capitana á la salida deste Estrecho, y salvó la gente.

A 27 del dicho, torné á acometer y embocar á boca del Estrecho; y siendo dos leguas de la boca, me dió tanto contrasto, que me hizo arribar á popavia, y corrí hasta el cabo de las Vírgenes.

A los 29 del dicho, torné á acometer y embocar para ir á tomar el Capitan General y otra gente, y por haberla buena, surgi por el viento ser contrario é calma.

A los 31 del dicho, antes del dia, nos dió tanto viento Sud-Sudeste, que era travesía en la costa, y por la mucha mar, se nos quebró la amarra, é me hice á la vela, y anduvimos bordexando; é cuando fue dia nos hallamos tan metidos en tierra, on que estuvimos en punto de cortar los másteles, y quiso Dios que abonanzó el tiempo.

A los 4 del dicho y año, de mañana por la mañana, vimos tierra, la cual nos paresció unas ocho ó nueve islas, que en la carta están, é por sernos ya metidos entre tierras, que teníamos tierra al Nor-Nordeste por la parte de babor, y tambien nos salia tierra por el Sur. E ansí por nos parescer é á mí é á todos ser en las dichas islas, nos dejamos ir corriendo, paresciéndome que entre ellas, segun amostraba la carta, habia canales para poder pasar, por estar en la carta sentadas cada isla sobre sí, é todas limpias sin ningun bajo. Y nos ansi yendo á horas de medio dia, vimos ser toda la tierra una solamente, que metia adentro grandes ensenadas con unas montañas muy altas, á manera de islas, é luego miramos en otro bordo, para ver si podríamos doblar la tierra que

víamos al Noroeste. Velejamos (1) todo aquel dia hasta la noche sin la poder doblar, é viniendo la noche, viramos en la vuelta del Sur, por si por la otra parte podíamos pasar; en aquella noche refrescó tanto el tiempo, que en la travesía no pudimos con la vela. En este dia, en la tarde, vimos por proa una punta de tierra, é parcsciéndome no haber más tierra que doblar que aquella punta que habíamos visto al Sur, la doblamos con harto trabajo, porque la punta botaba unos bajos á la mar, y fuimos corriendo muy cerca dellos, y despues de doblada esta punta, sobre tarde, vimos otra de tierra que salia al Sudoeste. Entre aquella tierra vimos una ensenada muy grande, é de dentro muchas montañas altas, que todavía parescian islas, porque metian grandes brazos de mar entre una montaña y otra.

En este dia, en la tarde, vió el maestre de la gabia y le paresció que via una canal abierta al Sur, por donde podíamos salir, é hasta aquel dia, sobre tarde, vimos toda la tierra cerrada, é tovimos por buen consejo surgirnos aquella noche en un arenal que paresció; é por no tener ringun áncora, surgimos con seis berzos, y despues nos hicimos á la vela, y anduvimos de una banda á otra, y ansí fuimos corriendo, como digo, hasta ser abrazados con tierra, que demoraba al Sur; é de allí tomamos la vela mayor.

É córrese esta sierra y ensenada della, de Este á Oeste, é toma una cuarta de Noroeste y Sudeste; y hace en sí muchos rios é brazos, conviene á saber al Sur, y entra mucho por la tierra dentro. En todos estos brazos é rios nunca pudimos entrar, porque se nos hacia siempre el

(1) Esto es, usamos de las velas.

viento por cima de la tierra; y ansí fuimos corriendo por dentro desta ensenada, hasta que vimos por la parte del Nordeste un brazo pequeño, que tenia un cuarto de legua por la tierra adentro, el cual fuimos corriendo popavia; y como fuimos cerca de él y conosciendo que Dios hacia milagro por nosotros, cortamos el mástil mayor y corrimos con el traguete (1) por el brazo adentro hasta ver el cabo dél, en el cual habia poco hondado y era arena limpia, en donde por el mar ser llano y la nao ir muy paso, encallamos sin peligrar la nao, y allí estuvimos con pruices y escoras (2), en que estuvimos sobre ella ocho dias. Y al otro dia, que era 14 del dichomes, nos dió tanto viento y mar, que se nos quebraron las escoras de la una parte, y luego deshecimos las obras muertas de la nao, y entramos más adentro. Y este puerto donde encallamos, le puse por nombre el puerto de Las Zorras, por respecto de que habia muchas en ella; y esta tierra me paresce ser punta de tierra firme, conviene á saber, de la tierra que está al Sur, cuando emboca en el Estrecho, y paresce ansí, porque la tierra que sale desta punta, corre al Oeste, y esta punta está Este-Oeste con la boca del Estrecho. Y hallamos en la punta desta tierra muchas matas é montañas que habian sido quemadas, y ansí toda la madera que sale del Estrecho viene á parar á esta ensenada, porque á donde nosotros estábamos, vinoá tener una escutruele la nao Capitana, que en el Estrecho habíamos perdido, é ansí otras cosas.

(1) Así en el original, probablemente por trinquete.

(2) Escoras. palos que sirven en là Marina para sostener el navio, cuando se fabrica ó compone: á veces significan tambien áncoras.

toda esta tierra es rasa, sin ninguna arboleda y muy ventosa é demasiado fria, porque ocho meses del año siempre nieva, y los más vientos que allí avientan, son Sudoestes é Oestes é Noroestes, porque muy pocas veces avientan otros vientos. En toda esta tierra habia muchos patos, ansí de la montaña como de la marina, é ansí hay muchos lobos marinos, en que habia cuero de ellos en treinta é seis piés de largo, y hay en esta tierra mucha madera de cedro. Á la redonda de esta tierra hay muchas islas pequeñas, conviene á saber, la tierra donde perdimos los berzos es isla, y en la ensenada están muchas, y ansí muchos bajos, é por todo hay muchos brazos de mar, y entran mucho por la tierra adentro. Y aquí dura el verano no más de cuatro meses, Enero y Febrero, é Marzo y Abril, y en Mayo comienza la fuerza del invierno, é nieva mucho hasta fin de Diciembre.

En esta tierra hay mucha caza, patos y zorras y lobos marinos; y aquí estuvimos seis meses, y despues tomamos agua leña У aderezamos nuestro navío para ir la vuelta de España.

Item, partimos de este puerto de Las Zorras á 24 del mes de Noviembre, con viento Nordeste y bonanzas, y tanto, que descubrimos un golfo y nos dió tanto viento Norte y Nordeste, que por no poder barloventear, nos fue forzado arribar á una bahia que nos demoraba al Sur, á donde los marineros habian venido á pescar, cuando estábamos invernando. É por me decir que habia buenos puertos, entramos dentro en aquel propio dia, é vimos á la parte del Sudeste un buen puerto, que era todo cerrado, á manera de un muelle, y habia diez ó doce brazas de baja; é allí surgimos, y despues del dia de San Andrés nos dió tanto viento Noroeste é Oeste, que nos hicieron

desgarrar las áncoras, en lo que estuvimos en gran peligro. Este puerto era isla cercada de dos brazos de mar; habia en ella mucha caza, é no habia zorras, por lo cual muestra el otro primero puerto, donde habíamos partido, era punta y cabo de tierra firme. En el cabo de un brazo de esta isla se halló mucha madera y se halló un pedazo de tabla nueva que vino del Estrecho, á donde se nos perdió la nao Capitana. Este puerto es cerrado; es puerto para cualquiera nao, á donde quisiere invernar, que quisiere acometer á pasar el Estrecho por tierra segura é no haber indios en ella. Hay en ella mucha leña y buena agua y buen abrigo de todos los vientos que en aquella tierra avien tan, y por un brazo de los que tiene, puede meter á pruiz naos y navios, y tienen salida ambos dos brazos por la parte del Oeste, y de allí amuestra correr toda la tierra y costa, cuanto se puede alcanzar á la vista al Oeste; y entre esta isla del puerto cerrado У la boca del Estrecho, hay un golfo que dura ocho ó nueve leguas. En este puerto estuvimos ocho ó nueve dias de vuelta para España.

Item, partimos de este puerto á los 3 de Diciembre de la dicha era de 1540, y salimos con buen tiempo Sur y Suroeste; y fuímos así corriendo con viento largo, hasta doblar la isla donde perdimos los berzos, y luego se hizo el viento Sudoeste; con él corrimos dos dias á buscar la tierra firme de parte del Norte.

Item, á 5 del dicho, tomé el sol en cuarenta é nueve grados é un sesto de grado.

Item, á los 11 del dicho mes, corrimos con mucho tiempo Sudeste y Sud-Sudeste, travesía en la costa, y éramos en la boca de la bahia de Canano, y en esta noche siguiente se hizo el viento al Sur, y al otro dia te

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