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comisarios que pidiesen se hiciera merced á los procuradores de Cortes pasadas.

En el extracto de las consultas que hizo el reino, sólo se mencionan las referentes á las casas de aposento de los procuradores, á que las receptorías volviesen á los procuradores de Cortes; pero en el libro 2.o de 4602 se indica que, al folio 232 vuelto, se consultó á S. M. hiciese merced á los procuradores, y en el 4.o de 4607 aparecen las que se hicieron sobre las deudas de casa y aumento de aposento á los procuradores, para que se les facultase á que quedaren perpetuos sus oficios por el juramento del Príncipe, para que no se llevasen derechos á los mismos de libranzas de receptoria, y para que S. M. diese plazas á los procuradores que eran letrados. Y en el libro de 1624 se volvió á pedir se hiciese merced á los procuradores de las Cortes últimas y secretarios.

Los documentos que existen en el Archivo de Simancas referentes á las mercedes concedidas á los procuradores que asistieron á las Cortes celebradas durante el reinado de Felipe III, son importantes por su elocuencia y claridad; y siguiendo la forma establecida en el reinado de Felipe II, sólo ofreceremos un ligero extracto de los documentos que existen en nuestro poder.

Cortes de 1602.

Burgos. El licenciado Gil Ramírez de Arellano solicitó un hábito de Santiago para sí, y otro de Calatrava ó Alcántara para la persona que casare con una de dos hijas que tenía, y una pensión de 500 ducados para su sobrino D. Adrián de Arellano, haciéndole merced de 2.000 ducados de renta por su vida y la de su hija Doña Juana de Arellano. Esta y las demás solicitudes de los procuradores se pasaban á informe del Consejo, el cual hacía constar su opinión al margen, y el Rey, en concisas frases, consignaba sus decretos, que daremos á conocer entrecomándolos. Por ejemplo, el Consejo dijo á esta solicitud: «Se acordó en el Consejo de Cámara que esto del Sr. Gil Ramirez se consulte aparte y que así se advierta en la consulta.» El Rey decretó: «500 ducados.»>

Andrés de Cañas pidió merced de varias pensiones y oficios para si y dos hijos suyos. El Consejo opinó que se le podría mandar hacer merced de 100.000 maravedís de juro de por vida ó hasta que se le hiciese otra merced equivalente. El Rey decretó: «100.000 mrs.»

León. D. Antonio de Villafañe pretendió merced de un hábito para su hijo y perpetuidad del oficio de regidor de dicha ciudad. El Consejo opinó por la concesión de un juro de 60.000 maravedís, y así lo mandó el Rey.

Isidro Vaca pretendió un hábito para un hijo suyo ó para sí, y un asiento de capellán para su hermano D. Fernando. El Rey, de acuerdo con el Consejo, le concedió un juro de por vida de 50.000 maravedís.

Granada. Peri Juan Cibo pidió un hábito de Santiago para su hijo ma

yor y el oficio de alguacil mayor de Granada y merced de dos huertas de S. M. que rentaban 300 ducados, y otro hábito para un yerno. El Consejo consignó que este procurador había servido muy bien en estas Cortes en todo lo que se había tratado con cuidado, y se le podía hacer merced de un juro de 450.000 maravedis; y que en lo de las huertas se podía traer relación de lo que había en esto y lo mandaría mirar. El Rey decretó: «450.000 mrs.» «Que en lo de las huertas se traiga relación y que se ira mirando.>>

D. Luis Beltrán de Caizedo pidió merced en propiedad ó por dos vidas del oficio de tesorero de rentas Reales de las Alpujarras de Granada. El Rey, de acuerdo con el Consejo, le concedió de 50 á 60.000 maravedis de juro.

Sevilla. Felipe Pinelo pidió empleo en la casa de la contratación de Sevilla ó el oficio y ocupación que S. M. fuere servido. Se le concedieron 450.000 maravedis de juro.

Pedro Calderón pidió una buena cantidad de juro y merced del oficio de padre de menores de Sevilla, y se le dieron 75.000 maravedis de juro de por vida ó su equivalente.

Córdoba. D. Diego Fernández de Argote solicitó un hábito y un asiento de gentil-hombre de boca, y al margen se lee este decreto: «abito.» «Perdonar los mill ducados.>>

D. Lope Gutierre de Torreblanca pretendió merced de un hábito, asiento de gentil-hombre de la cámara de los Príncipes de Saboya y recibir á su hijo mayor de paje de S. M. El Rey, de acuerdo con el Consejo, le concedió el hábito y 400.000 maravedís de juro ó 300 ducados.

Murcia. Diego Tomás de Oluxa solicitó algún oficio de corregimiento, y el Rey, de acuerdo con el Consejo, le concedió 300 ducados de juro de por vida ó su equivalente.

Francisco de Monreal y Góngora, administrador de las minas de azufre entre Villena y Chinchilla, pidió multitud de mercedes, pero sólo se le concedieron 200 ducados de juro en los mismos términos.

Jaén. D. Martín Cerón de Benavides, aunque pidió un hábito y un asiento de paje para su hijo mayor, sólo se le concedió lo primero.

D. Diego de Contreras pretendió el oficio de alguacil mayor; mas, de conformidad con el Consejo, se le dió «400 ducados de juro de por vida y officio para adelante. >>

Soria. El licenciado D. García de Medrano pretendió dos hábitos, uno para su hijo y otro para su yerno, y merced de una encomienda. Al margen se lee lo siguiente: «Esto se ha de quedar para consultarlo aparte, y advertirlo aqui.» Y no resulta decreto del Rey.

Gil González de Vera pidió 400.000 maravedís y un hábito, y el Rey, de acuerdo con el Consejo, le hizo merced de un juro de 60.000 maravedís. Cuenca. D. Luis de Guzmán pretendió la encomienda de Malagón y un

hábito de Santiago para un hijo suyo. Esto último fué lo que concedió el Rey, de acuerdo con el Consejo.

D. Eugenio de Zúñiga solicitó un asiento de la boca y una compañía de lanzas de las guardias de Castilla, la primera que vacare, y entre tanto el sueldo de ella. El Rey, de acuerdo con el Consejo, le hizo merced de 300 ducados de juro por su vida ó su equivalente.

Salamanca. El licenciado D. Alvaro de Paz de Quiñones reclamó una merced de 500 ducados de juro por su vida y la de Doña Gregoria de Vargas, hija del capitán D. Alonso de Vargas. A pesar de que el Consejo opinó se le podía conceder una plaza de asiento y hacerle merced de 300 ducados de juro de por vida, el Rey sólo concedió esto último.

D. Alvaro de Zúñiga solicitó un hábito de Santiago para su hijo y algún oficio en Indias para su hermano, y, de acuerdo con el Consejo, el Rey concedió lo del hábito.

Zamora. D. Diego del Castillo Carvajal pidió merced de un asiento de gentil-hombre de boca y el alguacilazgo mayor de Méjico, y no siendo posible, un corregimiento y el oficio de veedor de las galeras de España. El Rey le concedió, de acuerdo con el Consejo, 300 ducados de juro de por vida. D. Fernando de las Cabezas pretendió una plaza de asiento en las chancillerías, y no siendo esto posible, un hábito y la vara de alguacil mayor de Zamora ó la alcaldía de Bayona. Aunque el Consejo opinó que se le hiciera merced de 400.000 maravedis de juro, el Rey le concedió un «corregimiento de capa y espada.»

Avila. D. Juan Serrano Zapata pretendió la cantidad de juro de por vida que S. M. fuese servido, y le fueron otorgados 70.000 maravedís.

Segovia. D. Alonso Cascales de Mendoza pretendió varios oficios en las Indias y un hábito, y se le concedieron 75.000 maravedis de juro de por vida.

D. Gonzalo de Cáceres aspiró à un oficio de alcaide guarda mayor del bosque de Balsaín, y de no ser posible, un buen corregimiento y una pensión para uno de sus hijos, que tiene muchos. El Rey, de acuerdo con el Consejo, decretó lo siguiente: «75.000 maravedís y que de memorial para corregimiento.>>

Guadalajara. D. Juan Ortiz pretendió merced de la escribanía del crimen de Guadalajara ó un juro de 500 ducados por dos vidas. De acuerdo con el Consejo, se le concedió juro por 100.000 maravedís.

D. Juan Tuviño pidió merced del oficio de alguacil mayor y la renta que S. M. fuere servido. S. M. sólo le concedió 400 ducados de juro, de acuerdo con el Consejo.

Valladolid. Diego Mudarra pidió y le fué otorgado un hábito de Santiago. Gregorio Romano solicitó una pensión de 800 ducados para su hijo, y el Rey, de acuerdo con el Consejo, le hizo merced de 100.000 maravedís de juro y de memorial para pension.>>

Madrid. Gabriel de Galarca solicitó el oficio de contador de la ciudad de Lima en el Perú, y que se ponga en cabeza de uno de sus hijos. El Rey le hizo merced de «100.000 mrs. con facultad que los pueda dexar á un hijo ó hija.»>

Bernardino de la Torre Carrillo solicitó una de las contadurías de la razón de penas de Cámara, y de alguna pensión para alguno de sus hijos y la tenencia y alcaidía de la ciudad de Huete. El Rey, de acuerdo con el Consejo, le hizo merced de 200 ducados de juro de por vida hasta que se le haga otra merced equivalente.

Toledo. D. Diego López de Ayala pretendió merced de alguna buena renta y un corregimiento de los principales. De acuerdo con el Consejo se le dieron 300 ducados de juro por su vida, y que diese memorial para el oficio.

Diego de Valladolid Urquizu pretendió una alcaldía y un juro de por vida en la cantidad que S. M. fuere servido. Se le concedieron 200 ducados.

Archivo general de Simancas.-Negociado de Cortes.-Legajo 48.

Cortes de 1607.

Burgos, Juan Martinez de Lerma solicitó merced de una feria franca de veinte dias cada año y una plaza de asiento para su primo hermano D. Cristóbal de Miranda, y una pensión para su deudo el licenciado Don Luis de Lerma. Fueron decretados 40.000 maravedís de juro ó pensión, para quien la pide de 100 ducados.

Pedro de la Torre, además de la merced acostumbrada, pretendió titulo de secretario de S. M. ó contador mayor de Cuentas.

León. Juan de Villafañe solicitó un oficio en esta corte, un hábito para su nieto y una buena pensión para otro nieto estudiante. El decreto dice así: «Sirvió muy bien, trescientos ducados de pension.>>

Pedro Castañón de Villafañe pretendió merced de alguna renta de por vida y un corregimiento. Se le concedieron 60.000 maravedís de juro.

Granada. D. Pedro de Granada pidió un título para su casa, ó emplearle en una buena embajada, el corregimiento de Toledo ó la encomienda de Belvis. El decreto dice así: «Cien mil maravedis y memoria para el corregimiento.>>

D. Juan Ordóñez de Palma pidió un oficio en Indias y un hábito para su hijo. Se le mandaron dar 60.000 maravedis de juros.

Sevilla. D. Martín de Jáuregui reclamó merced de las tierras que diezmaban á la iglesia de la villa de Gandul. Se le otorgaron 20.000 maravedís, sin decir en qué concepto.

Pedro Hurtado de Morales pidio un corregimiento y una pensión para su hija. En el decreto se dijo: «50.000 mrs. de juro y 200 ducados de pension y apuntado para el corregimiento.>>

Córdoba. D. Jerónimo de Aguayo y Manrique pretendió la presidencia de la casa de la contratación de Sevilla, un hábito para su hijo y la renta que S. M. se sirviere. El decreto dice así: «Cien mil mrs., abito para su hijo y apuntado para corregimiento. >>

D. Luis de Acevedo pretendió la plaza de caballerizo de Córdoba, y dos hábitos para él y para su hermano. El decreto dijo: «Cien mil mrs. y habito uno.»>

Murcia. D. Francisco Rocamora Tomás pretendió ser paje, corregidor, dos hábitos y una renta de por vida. El decreto dice así: «Sesenta mil mrs., habito y apuntado.>>

D. Jerónimo Prieto pidió hábito, alguna renta y algún corregimiento. El decreto decía: «Sesenta mil mrs. y habito.»>

Jaén. Diego Ruiz de Navarra pretendió una alcaidia, una renta vítalicia para su hijo y un corregimiento para él. El Rey dijo: «Cien mil mrs. y apuntado. >>

D. Antonio de Pazos Figueroa solicitó un asiento de gentil-hombre de la boca ó de la Cámara y un hábito de Santiago. El decreto dice: «Habito y asiento en casa del Principe.>>

Soria. D. Juan Bravo de Saravia pretendió una encomienda y un hábito para su hermano. En el decreto se dijo: «La encomienda equivalente a los 500 ducados que se dieron á D. García, y el habito.»>

El licenciado D. García de Morales pretendió plaza en esta corte ú oidor de chancillería. El decreto dice: «Para corregimiento muy bueno ó Adelantamiento.>>

Cuenca. Juan de Orive aspiró á contador de velaciones, y pidió alguna buena pensión para sus hijos. Se decretó: «Pension para dos hijos, á 450 ducados.>>

D. Pedro Enriquez Valdelomar pretendió un buen corregimiento y pensión para sus hijos. El decreto dice así: «Acordar lo que se le hizo en su legitimacion y para corregimiento de Alcalá.>>

Salamanca. El licenciado D. Cristóbal de Paz pretendió un asiento aventajado, un hábito para el que casare con su hija y una buena ayuda de costa. El decreto sólo dice «lo acordado,» pero no consta lo que fuese. El licenciado D. Juan Cuello de Contreras solicitó una plaza del Consejo de Órdenes y una encomienda moderada. El decreto dice: «Apuntarle para una plaça de ordenes y 200 ducados de renta.>>

Zamora. D. García de Porres y Enríquez reclamó una encomienda, y se le mandó dar «un hábito.» Al margen de esta solicitud se dice que el conde de Alba, que era el otro procurador, había muerto.

Toro. Alonso de Ulloa pretendió dos hábitos y alguna renta para sus hijas. El decreto dice: «50.000 mrs.»>

Luis García de Oyos pretendió un oficio en Indias, ó un corregimiento en estos reinos, ó un juro. Le decretaron «20.000 mrs.>>

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