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buciones insólitas, en numerario, que las cortes le habian impuesto.

En fin, una determinacion de la regencia, igualmente grande, justa y política, reorganizando el sistema de hacienda en España, inutiliza para siempre el gran movil de las revoluciones. Desde la deliberacion de la cámara francesa de 1815, que pronunció el estrañamiento de los regicidas, no ha habido en Europa otro acto de legislacion en que se haya rendido un obsequio mas importante á los gobierno legítimos, que el decreto de la regencia de España que anula la deuda contractada por las pretendidas cortes, reunidas á pesar de una proclama solemne del rey y por un acto de rebelion.

Ninguna familia hay en Europa que no deba el mayor agradecimiento á los estadistas que han dado este grande ejemplo. Ya se dejarán de ver los especuladores prestando sus caudales á unos hombres que no pueden pagarlos sino cometiendo los crímenes mas espantosos, derribando los tronos, y sujetando á los pueblos á la mas horrible tiranía. «El tratado de paz mas grande que haya mentado la historia, es, á mi parecer, dice Montesquieu, el que hizo » Gelon con los Cartaginenses; exigiendo que aboliesen la > costumbre de inmolar víctimas humanas, estipulaba á favor › del género humano. » La regencia de España haciendo tambien que no se sacrificara mas la sangre de los hombres á la codicia del oro, ha estipulado á favor del género

humano.

el

UNIVERSIDAD DE MADRID

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS
SEMINARIO DE

Ha Universal Contemporáne

Observaciones particulares sobre la pretendida validez de la deuda contraida por las Cortes.

És de notar que han llenado el empréstito de las cortes unos capitalistas que por una obligacion de cien francos han dado trienta. De este modo han comprado por mil francos una renta que sobre los fondos de Francia les hubiera costado tres mil. Es lo mismo que si hubieran apostado tres contra uno que no se les pagaria: esta suerte, que ellos mismos han creido tan probable, es la que ha venido; ¿de quien tienen que quejarse? ¿quien debe reembolsarles lo que han perdido á este juego? Por cierto que no será Fernando VII, ó la Regencia que le representa.

Si estos jugadores insistiesen para lograr tan estraña indemnidad, fuera obvia la contestacion de los fieles vasallos de Fernando VII: ¿Y que, podrian decirles, habeis suministrado dinero para pagar la rebelion de la isla de Leon, para sobornar al ejército, para remunerar á los carceleros del Rey y de su real familia, saciarle de ultrajes y encerrarle por fin en Cádiz; y pretendeis que os paguen el rey y la nacion española !!! Si los asentistas de la revolucion en la que habeis tomado acciones hubiesen logrado corromper al pueblo y hacer que hubiese degollado á sus sacerdotes en vez de seguir su doctrina, que se hubiese armado en Sevilla y en Vitoria en vez de salir al encuentro á su libertador, entonces hubierais podido esperar el ganar vuestra apuesta, y hubierais tenido cien francos por treinta pero no se han asesinado bastantes eclesiásticos; el martillo no ha herido á bastantes víctimas; el primer cañonazo ha ahuyentado á vuestros aliados carbonarios, liberales, radicales; ha sido una desgra cia para vosotros estamos en ello , pero á buen seguro

que no serán los súbditos fieles de Fernando VII, ni los españoles adictos á su patria, los que vengan á indemnizaros y consolaros de que hayais perdido vuestra apuesta filantrópica.

(1) Desde el año 1770, el Sr. abogado general Seguier se espresaba de este modo, en su requisitoria al Parlamento, denunciando el libro titulado: Sistème de la nature, con otras seis obras impias y sediciosas : « Se ha levantado entre nos» otros una secta impía y atrevida. Ha condecorado á su » funesta sabiduría, con el nombre de filosofía. Bajo este > titulo, ha querido poseer todas las ciencias. Sus parciales se han erigido preceptores del género humano. Libertad › de pensar, este es su grito, y este ha resonado de una » á otra parte del mundo. Con una mano han atacado » al trono, y con la otra han intentado derribar los altares. » Erá su objeto apagar la Fe, y dar otra direccion á los » espíritus en punto á las instituciones religiosas y civiles; y la revolucion ya quasi se ha verificado. Los prosélitos » se han multiplicado, sus máximas se han esparcido, las >> basas antiguas de los reinos han empezado á bambolear, » y las naciones aturdidas de ver sus principios aniquilados, » se han preguntado á sí mismas por cual fatalidad se » hallaban tan mudadas de lo que antes eran. »

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(2) Véase particularmente la excelente historia de la guerra de la península, por Southey. (nota del escritor ingles ).

(3) Se lee en las cartas de un amigo del conde de Toreno, publicadas con la obra de aquel diputado de las Cortes constituyentes: Durante la guerra de la independencia, Riego permaneció dos años prisionero en Francia, y empleó » aquel tiempo en cultivar su talento con la lectura de los » buenos libros franceses. » Bastante conocido es lo que el escritor liberal entiende por buenos libros. Sin embargo es útil ver cuales son los que los liberales han hecho traducir de tres años á esta parte para la instruccion de la España. Aventuras de Foblas, traducidas al español por Don S. A. Llorente.

Bosquejo de una pintura histórica de los progresos del entendimiento humano, por Condorcet.

Cartas persianas.

Comentario sobre el espíritu de las leyes, por Destutt de Tracy.

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Compendio del origen de todos los cultos, por Dupuis. Contrato social.

El cristianismo a descubierto, por Boulanger.

Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desi gualdad de las condiciones entre los hombres, por J. J. Rousseau.

El compadre Mateo, 2 t. en−12, con láminas.

El Citador, 1 vol. en-18.

El curso de politica constitucional, por Benjamin Constant. El buen sentido, ó la sensatez deducida de la naturaleza, por el baron de Holbach.

Emilio, ó de la educacion, por J, J Rousseau.
La Religiosa, por M. Diderot,

Las ruinas, per Volney.

Moral universal, por S. Lambert.
Sistema de la naturaleza.

(4) Es de notar que los demagogos modernos entienden por soberania del pueblo, la soberanía que ellos mismos han usurpado. Los revolucionarios de Cadiz sabian muy bien que el pueblo español combatia por su religion y por su Rey, mientras que ellos atacaban á los ministros de la religion, y despojaban al Rey de toda soberanía. Asi mismo, en Francia, los ministros de los cien dias decidieron que un colegio electoral representaba un departamento con tanto que tuviese bastantes electores para formar el bureau; y por esta decision, catorce electores intitulándose colegio electoral de de los Bajos-Alpes nombraron á M. Manuel, lo que mereció los aplausos de aquellos representantes que acababan de proclamar la soberanía del pueblo y el nuevo imperio de Bonaparte.

(5) Llámanse en francia los cien dias los tres meses que duré la última invasion de Bonaparte en 1815. ( Nota del traductor.)

(6) Josef Moreno Guerra publicó este papel en Cadiz á 16 de Febrero de 1822, en ocasion que en virtud de la soberanía del pueblo, y por consiguiente de cada fraccion del mismo, queria fomentar en aquella ciudad la insur reccion contra el ministerio de aquel tiempo y contra la mayoría de las Cortes.

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(7) El general Elio sorprendió á Vidal y á sus cómplices en su reunion. Vidal tiró un pistoletazo al general, arremetió con un puñal. El general Elio se defendió, mató en el mismo puesto. En aquel entonces los liberales negaron que hubiese tal conspiración, para hacer mas cargos al general Elio , pero desde que han triunfado no han temido confesar su realidad.

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