Coleccion de piezas dramáticas, entremeses, loas y jácaras escritas, Volumen2

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Página 354 - Tañían una guitarra, y ésta nunca salía fuera, sino adentro, y en los blancos, muy mal templada y sin cuerdas. Bailaba á la postre el bobo, y sacaba tanta lengua todo el vulgacho embobado de ver cosa como aquélla.
Página 356 - Díaz entonces la del Rosario y fue buena; San Antonio, Alonso Díaz, y al fin no quedó poeta en Sevilla, que no hiciese de algún santo su comedia...
Página 357 - La propiedad grande de ellas Y el decir bien de ellas todos, Que aquesta es mayor grandeza ? El Jurado de Toledo , Digno de memoria eterna , Con callar está alabado, Porque yo no sé aunque quiera.
Página 361 - Éstos llevan cuatro comedias, tres autos y otros tantos entremeses; el arca en un pollino, la mujer a las ancas gruñendo, y todos los compañeros detrás arreando. Están ocho días en un pueblo, duermen en una cama cuatro, comen olla de vaca y carnero, y algunas noches su menudo" muy bien aderezado. Tienen el vino por adarmes," la carne por onzas, el pan por libras y la hambre por arrobas.
Página 362 - ojos, decídselo vos», que se enamoran por debajo de las faldas de los sombreros, haciendo señas con las manos y visajes con los rostros, torciéndose los mostachos, dando la mano en el aprieto, la capa en el camino, el regalo en el pueblo, y sin hablar palabra en todo el año.
Página 354 - ... sin más hato que un pellico, un laúd, una vihuela, una barba de zamarro, sin más oro, ni más seda.
Página 356 - En efecto, éste pasó, llegó el nuestro, que pudiera llamarse el tiempo dorado, según al punto en que llegan comedias, representantes, trazas, conceptos, sentencias, inventivas, novedades, música, entremeses, letras, graciosidad, bailes, máscaras, vestidos, galas, riquezas, torneos, justas, sortijas, y al fin cosas tan diversas. Que en punto las vemos hoy que parece cosa incrédula, que digan más de lo dicho los que han sido, son y sean.
Página 355 - Hacían versos hinchados, ya usaban sayos de telas • de raso, de terciopelo, y algunas medias de seda.
Página 368 - Este levantó algún tanto más el adorno de las comedias y mudó el costal de vestidos en cofres y en baúles; sacó la música, que antes cantaba detrás de la manta, al teatro público; quitó las barbas de los farsantes -que hasta entonces ninguno representaba sin barba postiza...
Página 360 - Éstos, a mediodía, comen su olla de vaca y cada uno seis escudillas de caldo; siéntanse todos a una mesa y otras veces sobre la cama. Reparte la mujer la comida, dales el pan por tasa, el vino aguado y por medida, y cada uno se limpia donde halla: porque entre todos tienen una servilleta o los manteles están tan desviados que no alcanzan a la mesa con diez dedos.

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