PRÓLOGO. ENTRE las diferentes provincias que forman hoy la monarquía española, muy pocas como la nobilísima de Asturias, pueden invocar mas justos y brillantes títulos para fijar la atencion del historiador, del razonador filósofo, del anticuario, del investigador naturalista, del jurisconsulto y del diplomático; pues bajo de cualquier aspecto que se la considere es digna de un detenido estudio y acreedora, respecto de las demas, á una marcada y debida preferencia. Como pais de venerandas tradiciones de grandiosos recuerdos de heroismo y de gloria, encierra dentro de sus imponentes montañas y de sus fértiles y lozanos valles, insignes monumentos, perenne testimonio que recuerdan á cada paso al asombrado viagero, la prez y alto renombre que en todos tiempos alcanzaron sus valientes y denodados naturales por conservar incólume la independencia de su patria. Empresa seria muy superior á los esfuerzos de nuestra débil pluma, seguir la huella del pueblo asturiano al través de los siglos en la série no interrumpida de los importantes acontecimientos que enriquecen las bellas páginas, así de su antigua como de su moderna historia, ni fué nunca nuestro ánimo intentarlo, por estar firmemente persuadidos, que tan interesante como dificil tarea está reservada al claro ingenio de alguno de los distinguidos escritores naturales de esta provincia, que tan to honran hoy la república de las letras con sus apreciables producciones. Esta historia de la administracion de justicia y del gobierno del principado que presentamos hoy, no puede abarcar un círculo tan vasto, y aun cuando nos proponemos diseñar á grandes rasgos todos los acontecimientos históricos de alta importancia para enlazar unas épocas con otras, y determinar su influencia en el órden político, administrativo y judicial, no es posible que descendamos á la narracion de hechos de un interés secundario, porque esto nos alejaria demasiado de la línea que nos hemos trazado. Comprenderá pues, en primer término esta historia, fundadas observaciones etimológicas acerca del nombre de esta provincia y la descripcion detallada de sus antiguos límites; nos haremos cargo, por riguroso órden cronológico, de las diferentes fases que ha ido presentando en ella la administracion de justicia desde los tiempos primitivos hasta nuestros dias, del origen de sus tribunales, su jurisdicion, sus ceremonias, usos y costumbres, con la historia de todos los altos funcionarios que gobernaron el pais, y entre los cuales alcanzaron tanta celebridad y nombradía, por diferentes conceptos, los condes, merinos, adelantados mayores, corregidores-gobernadores y regentes de la real audiencia. La antigua y respetable representacion del principado por medio de su junta general y diputacion, ocupa en esta obra un lugar muy distinguido y principal, y para que pueda formarse un juicio exacto acerca de este gran cuerpo político, que por tantos y tan gloriosos títulos se hizo acreedor en todos tiempos á la gratitud y consideraciones del pais, nos remontamos á su antiguo orígen, y siguiendo su historia al través de los siglos, marcaremos las causas que mas directamente influyeron en su engrandecimiento y decadencia. A fin de guardar todo el órden y regularidad posible, se ha dividido esta historia en siete grandes cuadros ó períodos que comprenderan, los tiempos primitivos, las épocas romana, goda, de la restauracion, de los Reyes Católicos, é instalacion de la real Audiencia hasta finalizar el siglo XVIII, y desde alli hasta nuestros dias. Por via de apéndice insertamos estensos catálogos de todos los que ejercieron jurisdicion y el ministerio fiscal en Asturias, desde los pretores de la época romana, hasta los jueces de primera instancia. Aunque en el fondo de la obra daremos una ligera noticia de los fueros y cartas-pueblas que, en fuerza de señalados servicios obtuvieron los concejos de Asturias de los monarcas de Leon y de Castilla, y algunos de ellos de los opulentos obispos de Oviedo, nos ha parecido conveniente, atendida la importancia de tan preciosos documentos, formar de ellos separadamente una coleccion cronológica, enriquecida con la no menos interesante de las antiguas ordenanzas de este nobilísimo principado, y con los diferentes censos de su numerosa poblacion, desde el que se mandó formar por Felipe II en el siglo XVI de las provincias que comprendia le corona de Castilla, hasta los últimamente publicados. Creer que hemos llevado á cabo nuestro pensamiento con la erudicion é inteligencia que tan interesante asunto requiere, seria vana presuncion por nuestra parte; pero abrigamos el convencimiento de que hemos prestado un servicio no despreciable, dando á conocer documentos ineditos importantes que se han reconocido originales en los archivos, que serán indudablemente de grande utilidad para aquel que, impulsado por un noble entusiasmo, se lance á escribir la historia general de esta provincia, que por ser la cuna de la restauracion y de la independencia y dar su nombre à los príncipes herederos, estuvo reputada siempre por uno de los mas preciosos esmaltes queadornan y ennoblecen la rica diadema que ciñe las augustas sienes de los monarcas españoles. Resúmen. Obstáculos que se oponen á la investigacion del orígen de los pueblos; apreciacion de las opiniones de los historiadores y geógrafos antiguos sobre este particular.-Diferente juicio formado por Silio Itálico, San Isidoro, Carvallo y Trelles sobre la etimología del nombre de Asturias, con el que es conocida esta provincia.-Estraño empeño de los historiadores en la invencion de fàbulas ridículas con el fin de dar mayor antigüedad á los pueblos.-Asturias no necesita de esas ingeniosas invenciones para demostrar su importancia y antigua nobleza. Su porvenir fundado en su ventajosa situacion topográfica y ricas producciones de su suelo.-Opinion aceptable de San Isidoro de Sevilla apoyada por el P. Mtro. Risco sobre la etimología del nombre de Asturias.-Los rios dieron su nombre en lo antiguo à diferentes reinos, provincias y ciudades.— Noticia de los primitivos habitantes de las costas de Asturias llamados astures; estension y límites de su territorio, su carácter, su religion y costumbres.— Probables conjeturas acerca de la administracion de justicia de los astures en tan remotos tiempos. |