con exactitud, lo mismo físicos que políticos, administrativos que económicos, tanto materiales como morales é intelectuales; mientras que la palabra geografía necesita del adjetivo política para poder emplearla en aquel sentido, y áun así no indica claramente toda la extension de lo que se quiere expresar, sobre todo despues de admitidas las denominaciones de geografía comercial, geografía militar, geografía agrícola, etc.; porque ya la frase geografia politica no puede significar la descripcion de un país bajo cuantos puntos de vista puedan dar á conocer su cultura, riqueza y poderío, sino únicamente lo relativo á la descripcion de la parte del globo comprendida dentro de los límites actuales de cada nacion, con independencia más ó ménos completa de los sistemas orográficos, hidrológicos, geológicos, etc., de que forman parte, y á la reseña de su organizacion política.

Es muy cierto que en semejantes estadísticas, á diferencia de los demás trabajos de esta clase, habrá necesidad muchas veces de prescindir de su peculiar lenguaje, esto es, de los números, por no haber medio de reducir á cifras la reseña de ciertos hechos é instituciones que, siendo de la mayor importancia para llegar al conocimiento exacto del país á que se refieren, ó no se prestan en absoluto á tales medios de expresion, ó admiten otros más sencillos, más comprensibles y áun más completos. La clase de gobierno, dato que tanto sirve para formar idea del carácter de una nacion, del grado de su cultura y de la influencia de la opinion pública en los asuntos, así interiores como exteriores, ¿cómo darla á conocer por medio de cifras? ¿Cómo expresar de este modo el mayor ó menor grado de descentralizacion adminitrativa, dato importantísimo para realizar las mejoras en que se halla interesada su prosperidad moral y material? ¿Cómo para reseñar el sistema tributario que tanto afecta al desarrollo de la riqueza pública y áun al carácter moral de los ciudadanos? ¿Cómo la Religion del país, que debe revelarnos en gran parte el génio nacional? ¿Cómo los sistemas de reclutamiento y organizacion del ejército, que tanto importa conocer para tener idea de las fuerzas disponibles en defensa de la pátria? ¿Cómo otras muchas instituciones y elementos sociales de parecida índole y de igual importancia? Si, por otra

parte, importa conocer las condiciones de un Estado, bajo el punto de vista de los peligros á que se halla expuesta su independencia, ó la mayor o menor facilidad de sus comunicaciones con el exterior, ¿no será muy del caso describir sus fronteras con todos sus detalles? Y ¿cómo conseguirlo por medio de cifras que, á lo más, podrian dar á conocer el perímetro de la nacion y ciertas altitudes, pero no los accidentes de las costas y cordilleras, si las tiene, ni otros muchos detalles del mayor interés bajo aquel especial punto de vista? Si el agua es un poderoso elemento de riqueza para los pueblos, ¿bastará conocer la longitud de los rios y el resultado de sus aforos, cuando únicamente describiendo los cauces respectivos será posible comprender la utilidad que podrá obtener la agricultura de unos caudales de agua que unas veces fertilizarán grandes llanuras y otras irán á perderse casi íntegros en el mar? ¿De qué modo, en fin, para no molestar con más ejemplos, podrá formarse más pronto idea del clima de diferentes comarcas que consignando las producciones botánicas extremas bajo este especial punto de vista?

Pero esto no podrá ser motivo para negar el nombre de Estadística al trabajo que tales condiciones contenga; porque si efectivamente dan á conocer un país bajo todos sus aspectos, forzosamente serán las cifras las que predominen, puesto que, por regla general, nada concreta ni determina tanto un hecho como los números; y si hoy todos reconocen que sólo las cifras constituyen el lenguaje propio de la Estadística, sabido es tambien que esta palabra en un principio únicamente se aplicó á las descripciones de los Estados, y calcúlese lo nutridas de cique estarian semejantes descripciones á mediados del siglo XVIII en que, por iniciativa de Godofredo Achenwall, empezó á usarse la palabra Estadística (1), cuando aún hoy son

fras

(1) Hay quien no participa de esta opinion y atribuye á otros autores el orígen de esta palabra. Mr. Guerry, en su gran trabajo sobre la criminalidad de Francia é Inglaterra, dice: «Un publicista aleman, al presente muy olvidado, Helemis Politanus, parece haber sido el primero en usar, por lo ménos en latin, las palabras estadística y estadístico, pues se encuentran en una obra por él publicada en 1672 con el título de Microscopium Statisti

muy pocas las naciones que disponen de datos numéricos bastantes para dar á conocer el grado de su cultura y de riqueza, áun concretándose en este punto á los hechos más culminantes y de investigacion más fácil.

La Estadística es bastante más que la descripcion de los Estados, como más adelante veremos; pero sí es ella la que facilita la gran mayoría, la casi totalidad de los datos que constituyen lo que se llama geografía política, y esta palabra ya no puede expresar en rigor lo que antes, por las razones que quedan indicadas, no hay inconveniente en sustituirla con la de Estadística, por más que haya tambien alguna impropiedad en aplicar este nombre á hechos no expresados numéricamente. El uso además va sancionando el cambio; así es que cuando hoy leemos al frente de un libro la palabra Estadística unida al nombre de alguna nacion, lejos de sorprendernos al encontrar en sus páginas datos no expresados por medio de cifras, nos parece muy bien que se apele á este procedimiento, por ser el único medio de dar á conocer un país bajo todos sus aspectos, como sucede, por ejemplo, en la Statistique de la France, de Mr. Block, que bien merece este título, aunque gran parte de su excelente libro se halla dedicado á reseñar la constitucion física de aquel Estado y su organizacion judicial, administrativa y económica.

(Continuará.,

J. JIMENO AGIUS.

cum quo status imperii Romano-Germanici repræsentatur.» Otros reservan aquel honor para Martin Schmeitzel, nacido en 1679, muerto en 1747, y en cuyas lecciones usó la frase Collegium statisticum. Pero es indudable que el primero que empleó la palabra Estadística (Statistik), concretándose al conjunto de conocimientos que desde entonces se han designado con este nombre, fué Achenwall, nacido en 1719, muerto en 1772, y que publicó en 1749 la primera edicion de su obra Staatsverfassung der heutigen vornehmsten Europaischen Reiche, etc. En este libro se encuentra una introduccion sobre la Estadística en general, en que no sólo se define ésta, sino que se trazan además sus límites; y como nadie antes que Achenwall habia hecho otro tanto, no es posible disputar á este ilustre profesor el dictado de Padre de la Estadística, con que sus sucesores le han honrado.

RÉGIMEN PARLAMENTARIO DE ESPAÑA

EN EL SIGLO XIX

APUNTES Y DOCUMENTOS PARA SU HISTORIA

(Continuacion.)

CAPITULO IV.

Primer Reglamento de las Córtes.—Creacion de su Secretaría.— Rasgo liberal.—Decreto de 1.o de Enero de 1811.—Residénciase á la primera Regencia y fórmase un reglamento para la sucesiva.— Decrétase la igualdad de representacion de América y Asia con la Peninsula, y acuérdase trasladar las Córtes á Cádiz.

Desde el primer momento comprendieron las Córtes la necesidad de formar un Reglamento que regularizase todos sus procedimientos, y en la segunda sesion nombraron una Comision de cinco indivíduos para que formulase el correspondiente proyecto. Aprovechando esa Comision los trabajos presentados á este objeto por algunos Diputados, y despues de largas sesiones, pudo terminar su trabajo y presentarlo en la sesion de 1.o de Octubre. En la del 4 quedó aprobado en calidad de interino el capítulo relativo á las Discusiones, volviendo á la Comision lo restante para que hiciese algunas reformas y volviese. á presentarlo, como lo verificó á mediados del inmediato No

viembre, quedando aprobado el 26 despues de muy poca discusion. Desde el siguiente dia rigió todo él, aunque con el carácter de interino, hasta la disolucion de aquel soberano Congreso.

cia

Como nada se habia preparado de antemano por la Regenpara el momento de la instalacion de lás Córtes, halláronse éstas sin un sólo empleado que pudiera auxiliar sus trabajos, y hacíase urgente proveer á esta necesidad, porque los Secretarios por sí no podian atender á cubrir todos los servicios; y á fin de atender á esta necesidad, cada vez más apremiante, presentóse en 9 de Octubre, esto es, cuando se estaba tratando de la formacion del Reglamento, una proposicion, que por unanimidad fué admitida, y en su consecuencia se nombró una Comision de tres individuos para que anunciase la provision de seis plazas y propusiese de entre los aspirantes en otras tantas ternas los que considerase más aptos; pero debiendo tener en cuenta que deberian ser preferidos en las propuestas los que se hallasen inútiles para ó á consecuencia del servicio de las armas (1).

Esa Comision leyó en sesion secreta de 5 del inmediato Noviembre la lista de los propuestos, que lo fueron despues de tomados los convenientes informes en los centros de que procedian, y el 6 quedaron elegidos en votacion nominal los siguientes: oficial primero ó Mayor, D. Juan Martinez de Novales; segundo, D. José Gelabert; tercero, D. Juan José Sanchez; cuarto, D. Fausto Eduardo de la Rosa; quinto, D. Eduardo Llaguno, y para Archivero D. Antonio Moreno.

La situacion de estos indivíduos, que prestaban sus servicios en la Secretaría provisional de las Cortes con los mismos sueldos que disfrutaran en los departamentos de donde procedian y á donde continuaban asimilados para sus ascensos en las respectivas escalas, era por demás anómala, pues se hallaban

(1) Quizás haya alguien á quien parezca inoportuno tratar aquí de este asunto; pero no tendria disculpa nuestro silencio si no diésemos siquiera á conocer la forma en que se estableció y la categoría que desde luego tuvo la Srecretaría de Córtes, ya que por no invadir el terreno del historiador callemos las consideraciones políticas que surgen inmediatamente al tratar un punto tan superior dentro del sistema representativo.