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subsistente la confiscacion de todos sus bienes, sino que se tenia como sospechoso de heterodoxia á cualquiera que le auxiliara con algun pequeño recurso, áun para las necesidades más perentorias de la vida. Y lo que probablemente le sería más sensible, fué la órden cumplida con todo rigor de tenerle privado de libros, que, á pesar de todo, fué más de una vez burlada, debido al esfuerzo de algun generoso admirador. Pero en esta lucha de la fuerza con la inteligencia, fué vencida la primera, como suele acontecer.

El rey de Marruecos, bien fuera movido por la gran popularidad que ya gozaban los libros de Awerroes, bien porque comprendiera lo que habia de pequeño y miserable en los informes que le habian dado los rivales del célebre cordobés, bien porque creyese le era perjudicial privarse de los auxilios que una inteligencia tan distinguida pudiera prestarle, ó por todas estas razones á la vez; ordenó que se le devolvieran sus libros y todos sus bienes, se le reinstalara en el alto cargo que habia desempeñado, dándole todos los honores y consideraciones á él anexos, y le suplicó que fuera á su lado. Lo que más nombre dió. á Averroes, fué sus comentarios sobre Aristóteles. Como no sabia griego, tuvo que estudiar las obras del Stagerita en algunas traducciones, que, como es sabido, rara vez llegan á expresar por completo el pensamiento del original, y algun error deslizado en estos comentarios, que algunos atribuyen haber sido hechos en la traduccion, dió lugar á que Luis Vives afirmase que habia interpretado de una manera poco exacta las doctrinas del maestro, no sólo por no conocer la lengua griega, sino porque, segun él, Awerroes era un hombre de un genio mediano, y se habia impuesto una tarea superior á sus fuerzas. Algunos atribuyen esta crítica severa de Vives á la antipatía que despertaban en el escritor español las tendencias de Awerroes al materialismo y al panteismo. Autores antiguos y modernos aseguran, por el contrario, que la inteligencia de. Awerroes era tan poderosa, que en más de una ocasion adivinó los errores que se habian cometido en la traduccion de las obras de Aristóteles. Afirmaba Averroes que no hay más que un sólo intelecto para todo el género humano, y que el alma de cada hombre, destinada á perecer, como el cuerpo, no era capaz de pensamiento más que por su union pasajera con la inteligencia universal.

Son famosas sus.contestaciones en la discusion con un teólogo de la ortodoxia romana, que al hablarle éste de los milagros, como prueba,

TOMO LXXXVIII

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le contestaba: «Ese procedimiento es el mismo que si para demostrarme una ley natural, no comprobada por la experiencia ni demostrada por la ciencia matemática, me dijérais que este baston podia convertirse en serpiente; lo cual repugnaria á mi inteligencia creer, más que lo mismo que pretendeis demostrar.» Y como aquel le dijera: «Y si viérais que esa montaña se movia y echaba á andar hácia nosotros, ¿creeríais en los milagros?» Le contestaba: «Honradamente no podia decir más que una cosa: que he visto moverse una montaña; que alguna razon de ser tendria este movimiento, pero que yo no conocia esa razon; haría lo posible por estudiarla y recomendar á los demás hombres que la estudiasen.»-«¿Y si viérais que esos árboles que están cerca de nosotros habablan?»-«Contestaria que habia visto unos árboles distintos de los demás, que hablaban, sin que yo reconociera el órgano adecuado para producir palabras, ni supiera darme razon de tal fenómeno, de lo cual no se deducia que otros hombres no llegaran á encontrarle.»-«¿Y si el mismo Dios viniera y te dijera: Esas cosasque parecen incomprensibles, créelas, porque yo lo digo?»-«Le contestaria: Dios, cuando quieras que los hombres comprendan las cosas, dílas de manera que éstos las entiendan; y si no, véte, que para nada puedes sernos útil.»-Todas estas contestaciones que algunos atribuyen á Awerroes, caso de que él las haya dicho, no le pertenecian como original: antes de él las habia dado otro árabe español muy célebre. No escribió sólo Awerroes sobre filosofía y jurisprudencia, sino tambien un tratado de medicina, notable para su tiempo, y que todas las naciones de Europa se apresuraron á traducir al latin. El awerroismo ha tenido, como ya se ha dicho, una influencia grandísima en la teología escolástica de toda Europa, y con especialidad entre algunas órdenes monacales en el Norte de Italia y Mediodía de Francia. Ya fuera sistema puramente de Awerroes, ya el resúmen de pensadores y filósofos que le habian precedido, como Awicenna, Alfarabi y su mismo maestro Awenpace, etc., sostenía que los méritos de las buenas acciones tienen su premio en esta vida, pero ninguno despues de la muerte, y que tales creencias están relegadas para las masas populares ignorantes, protestando con grandísima energía que se les enseñen semejantes cosas ó se les deje sumidos en tales preocupaciones, porque afirmaba, con gran razon, que no sólo perturban su entendimiento y buen sentido, sumergiéndolos en un piélago de absurdas preocupaciones, sino que les quita toda idea de moralidad y de digni

dad humanas, haciéndoles obrar el bien sólo por la idea de recompensa, ni más ni ménos que el usurero que presta su dinero, y conteniéndoles para no hacer el mal, no por el sentimiento de su honor ó su propia dignidad, sino por la más vil de las pasiones, por la que más debe avergonzar á un hombre, por el miedo; convirtiéndoles de esta suerte en una grey de mujerzuelas sin pudor, que sólo son propias y útiles para ser esclavas.

Sucedió al awerroismo lo que á toda escuela filosófica: se dividió en varias, con tendencias diversas, que todas ellas sostenian, como es costumbre en tales casos, que era la consecuencia lógica y rigorosa de las doctrinas del maestro. Hacer un resúmen de todas ellas y narrar la suerte que les ha cabido, además de ser harto prolijo, no lo creemos de este lugar. Pero sí hémos de decir algunas palabras, aunque muy pocas, sobre las dos escuelas filosófico-teológicas, de las varias en que se dividió el awerroismo, que más nombre han alcanzado y mayor influencia han tenido en las ideas teológicas de la Edad Media. Primera: un Dios personal, creador de todo lo existente, salido de sí mismo, con influencia activa en todos los momentos de la vida, con el alma humana inmortal y responsable; y la otra, ateniéndose más extrictamente á las doctrinas del maestro, sostiene un Dios no bien definido, sirviendo como de eje á todo lo que se mueve, pero inmutable é inactivo, sin haber tomado parte alguna de cuanto existe más que en el movimiento inicial, sin tener influencia directa ni indirecta en todo lo que ocurre, así en la naturaleza como en la sociedad; y, segun la expresion de los doctores de la escuela, sucediéndole una cosa análoga á la que se verifica con los puntos del eje de revolucion que une los dos polos de una esfera en movimiento de rotacion, los cuales permanecen en reposo mientras que los demás puntos del cuerpo giran con más ó ménos rapidez, segun el rádio del paralelo en que se halla colocado. De esta escuela se formaron á su vez otras varias, de las cuales, la más principal, la que creia interpretar más correctamente lo dicho por el maestro, era la que sostenia la eternidad de la materia y del movimiento, las evoluciones de aquella, y un espíritu universal, eterno como la materia, pero el del hombre perecedero con éste. Y, segun ellos, por esta causa ó razon se habia dado al hombre la gran pasion de la atraccion de los sexos ó la conservacion de la especie y la facultad de reproducirse.

Aunque no es nuestro objeto, por el momento, el discutir ni si

quiera hacer un resúmen de los métodos dialécticos que servian de fundamento á estas escuelas, hemos de indicar en breves palabras los argumentos por ellos empleados para probar la eternidad de la materia y del movimiento, y, segun algunos, coexistentes en la eternidad de Dios. «El movimiento de la esfera celeste no ha sido creado, es eterno. Pues si el movimiento hubiera empezado alguna vez, hubiese llegado á iniciarse, como toda cosa que llega á verificarse habrá tenido un movimiento anterior al hecho de que se trata. Luego, si admitiéramos que el movimiento habia empezado, tendríamos que llegar, por el mismo raciocinio, hasta el infinito. Segundo: La materia primera, comun á los cuatro elementos, no ha sido creada, no ha nacido ni perecerá; porque si hubiera nacido, lo haria de otra materia y ésta tendria una forma, porque no engendra lo que no tiene forma; y discurriendo lo mismo sobre esta materia de que habia nacido la primera, llegaríamos al infinito. No perecerá nunca, porque, como es tan eterna como el movimiento, por medio de éste lo único que hace es tomar diferentes formas, pero sin aumentar ni disminuir en nada; como siempre es la misma, no puede perecer. Si Dios hubiera producido el mundo de la nada, Dios habria sido, antes de criarlo, agente en potencia; y al crearlo, agente en accion; Dios hubiera, pues, pasado de la potencia á la accion; y, por consiguiente, habria en él una posibilidad, y por ende una accion eficiente que lo determinara. Luego, el Dios Criador tenia una necesidad; luego, no era absoluto; luego, Dios no pudo crear la materia, que es eterna.

Prolongar más estas breves indicaciones sería salir del cuadro que nos hemos propuesto. Así, concluiremos recordando que las doctrinas de Awerroes fueron condenadas en 1240 por la Universidad de París, combatidas por Santo Tomás y condenadas de nuevo en 1513 por Leon X. Cualquiera que sea la suerte que le haya cabido al awerroismo, cualesquiera que sean sus errores, aciertos ó desaciertos, es seguro que su autor, el ilustre cordobés, puede figurar como filósofo al lado de Aristóteles, Leibnitz, Kant, etc.

(Continuará.,

MANUEL Becerra.

USOS Y ABUSOS DE LA ESTADÍSTICA

(Continuacion)

XVII

Despues de cuanto llevamos dicho, podríamos creernos dispensados de manifestar lo que, en nuestro concepto, debe entenderse por Estadística; pero como tambien al definir ésta se ha abusado muchísimo, parécenos oportuno terminar los presentes apuntes fijando el concepto que debe darse á lo que, bajo tantos aspectos y con tan distintos caractéres, suelen presentar los tratadistas. No teman, sin embargo, nuestros lectores que vayamos á pasar revista á todas las definiciones que se han dado de la Estadistica. Son demasiadas para analizadas una por una, y, por otra parte, lo consideramos de todo punto inútil en la ocasion presente. A nuestro propósito, basta recordar que todas ellas pueden clasificarse en dos grupos ó categorías: unas en que se atribuye á la Estadística carácter de ciencia, otras en que no se la considera sino como un método. Ad vertida esta diferencia, que es la más esencial que presentan las numerosas definiciones que se encuentran en libros y artículos, queda muy simplificada la cuestion, y resuelta además, á poco que reflexionen nuestros lectores, suponiendo que han tenido la paciencia .de leer los capítulos precedentes; pues es seguro que no habrán

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