Tiembla y huye el contrario si la mira, INSCRIPCION DE UN ARCO. Cuando el polvo se levanta Que de mas bravo hace alarde, Entre revueltos celajes ; Como estrellas ominosas Mis flechas cruzan el aire (1). A UNA ESTATUA DE VÉNUS QUE SE HALLÓ EN SEVILLA, EN UNA EXCAVACION. ¡Con cuántos hechizos brilla Esta imágen de mujer! Da la luz á su mejilla Un májico rosicler. Un hijo tiene la hermosa, (1) GRANGERET, 185, 187. Es de marmol, pero mira A UN VALEROSAMENTE MANCEBO QUE HABIA PELEADO En negro corcel, ¡oh jóven! Entre flechas y entre lanzas (2). Muy tiernamente sentida está la siguiente composicion á un jóven sevillano, cautivo en Murcia: Con honda pena el desdichado gime, Inútilmente su dolor reprime; En lágrimas se anega. Ten compasion del mozo que suspira, De libertad sediento: Solo en la huesa su reposo mira; Muerte en cada momento. Del aire aspira con amante anhelo La ráfaga ligera, Porque aspirar del sevillano suelo Los aromas espera. Que le preste sus alas, sollozando, (1) MAKKARI, I, 350. (2) Scriptor. loc. de Abbadidis, I. 245 Con el intento de volver volando Estos versos son de Al-Homaidi: Vivir de mi patria ausente En todas las tierras tengo: En que descanse mi cuerpo (2). Sirvan como muestras de poesía gnómica ó senten ciosa las que siguen : Aunque su cuerpo perezca, El sabio nunca perece; El ignorante está muerto Aun ántes de que le entierren (3). Como nuestra misma sombra Son los bienes de la tierra: Cálices llenos de acíbar (1) MAKKARI, 1, 664. (2) MAKKARI, I, 535. (3) IBN-CHALIKAN, art. Ibn-As-Sid. (4) IBN-CHALIKAN, art. Sukaina. 224 21. La dulzura del principio Dos partes tiene la vida : No pasó, que es un deseo (2). Ibn-ul-Habbad, aunque era un tierno poeta erótico, escribió estos versos en un momento de mal humor: Si te engaña tu querida, Sé tambien su engañador; Quién desdeña ó quien olvida Se cura del mal de amor. Cuando tienes un rosal Que te da rosas hermosas, Que se lleve, es natural, El que pasa algunas rosas (3). Con ocasion de encanecerse rápidamente sus cabellos, dijo burlando el famoso médico Ibn-Zuhr ó Abenzoar: Asi exclamé, sosprendido, Al mirarme en el espejo : (1) IBN-JUBAIR, ed. Wright, pág. 19. (2) MAKKARI, I, 79. (3) DOZY, Recherches, 101. (4) IBN-CHALIKAN, art. Ibn-Zuhr. El mismo Abenzoar hizo para sí este epitafio: Párate, y considera Esta mansion postrera, Donde todos vendrán á reposar. Mi rostro cubre el polvo que he pisado; Ibn-Badja (llamado Avempace por los cristianos) Al ver que mi alma la muerte temia, Abn-Amr, paseándose un dia por los alrededores de Sus mejillas al alba roban luz y frescura, Sean, cual perlas bellas, Engarzadas estrellas De su hermosa garganta magnífico collar. Cuando Abd-ul-Wahad hubo oido estos versos, lan- (1) IBN-CHALIKAN, art. Ibn-Zuhr. |