Imágenes de páginas
PDF
EPUB

paño la traduccion del oficio en que se exponen las razones por las cuales S. M. la Reina Gobernadora espera que el »Santo Padre se determinará á reconocer el nuevo sistema de >sucesion á la Corona de España, y la Regencia de S. M. establecida por el testamento del difunto Rey.»

Ni se dió mucha prisa Labrador para cumplir lo que se le ordenaba, puesto que tardó tres dias en extractar el despacho, ni se sabe cómo lo extractaria, ni aun si en efecto lo extractó, pues no existe la minuta del extracto, ni de éste envió copia al Gobierno; prueba todo del poco interes, ó más bien, de la doblez con que ya procedia. En 11 de Febrero (despacho núm. 1,144) dió cuenta al Gobierno de haber pasado una nota al Cardenal Bernetti enviándole traducida en italiano la larga exposicion del Sr. Zea (acababa de saber que Zea no era ya Ministro), é incluyó una copia de ella, y otra de la contestacion del Cardenal (1). Añadió que de las conversaciones que habia tenido con el mismo Cardenal, y de > las instancias que habia hecho á Su Santidad, habia sa>cado el convencimiento de que el Santo Padre no tomaria > resolucion sobre el reconocimiento sino de acuerdo con los demas Soberanos de Italia, y en especial del Emperador de › Austria, de cuyo apoyo necesita á un mismo tiempo contra > los proyectos de los revolucionarios de sus Estados, y contra >las usurpaciones y tramas de la Francia, que quiere, por vanidad é interes, mezclarse en los asuntos de toda la Europa, y especialmente en los de sus vecinos (2). Que los argumentos ›de que el Sr. Zea se valia en su exposicion, no habian parecido allí fundados, pues el reconocimiento de D. Miguel por >Su Santidad no se verificó sino despues de varios años de > tranquila posesion del Portugal: y en fin, que, por ahora, (1) Apéndice núm. 5.0

(2) El ódio de Labrador á la Francia era mortal; nunca olvidaba á Valençay.

[ocr errors]

no hallaba motivo de esperar que Su Santidad se anticipase á los otros Soberanos de Italia en el reconocimiento del nuevo órden de sucesion. Del tenor superficial de este despacho bien podia inferirse que las instancias de Labrador no habian sido grandes, ni muchos los argumentos con que habia procurado esforzar las razones de Zea, de cuya exposicion, como él la llamaba, tanto partido podia sacarse.

La contestacion del Cardenal Bernetti era, como debia esperarse, insistiendo en su nota del 19 de Octubre, cuyas razones, dice, no pueden contrapesar las observaciones de Zea; desmintiendo, con el testimonio de los mismos periódicos de España, que la Reina fuese obedecida en todas partes, sin exceptuar una sola aldea; volviendo, aunque delicadamente, al Gobierno español el argumento sobre haber reconocido á D. Miguel, y manifestando cuándo y cómo lo habia reconocido la Santa Sede; y exponiendo, por último, que Su Santidad no podia dejar de tener los debidos miramientos con las grandes Potencias y con los Soberanos de Italia, algunos de los cuales se creian perjudicados en sus derechos con las novedades hechas en España, terminaba el Cardenal diciendo que Su Santidad, como cabeza de la Iglesia, despues de haber traido á la memoria de los Obispos de España los deberes de su sagrado ministerio en la Encíclica del mes de Marzo, habia mandado á Madrid un nuevo Nuncio con las acostumbradas facultades, con lo cual habia provisto á las necesidades espirituales de nuestros pueblos; y que no habiéndose hecho novedad por otra parte en las relaciones diplomáticas entre ambos Gobiernos, Su Santidad creia haber seguido aquella línea de conducta que, en el conjunto de los miramientos debidos á todos, era la más amistosa para con la España.

Pero toda la dificultad, todo el embarazo del Gobierno español iba á consistir en la admision del nuevo Nuncio. Desde el 13 de Noviembre de 1832, ésta era la data del Breve,

se hallaba designado para reemplazar en España á Monseñor Tiberi, despues Cardenal, el Arzobispo de Nicea, Monseñor Amat de San Felipe, Nuncio á la sazon en Nápoles, persona muy recomendable por todos conceptos, y que ademas debia sernos muy grata por ser de familia española oriunda de Cataluña. En 1833, cumplido su sexenio, debia retirarse el Nuncio Tiberi, creado ya Cardenal; y con efecto, en el mes de Setiembre de aquel año llegó su sucesor Amat, y el 15 fué presentado á SS. MM. segun se anunció en la Gaceta del 16 (1). Desde el dia de su llegada (2) se habia enviado el Breve de su nombramiento al Consejo Real para el pase, y con no ofrecer dificultad alguna, pues era idéntico al de su antecesor, los pesados trámites del Consejo no permitieron que le hallase ya despachado el aciago dia de la muerte del Rey, que á más andar se apresuraba, sin tener en cuenta la imprevision de los hombres. Llegó aquel notable dia, y ni se hallaba aún despachado el Breve de Monseñor Amat, ni habia cuidado Zea de que éste presentara las credenciales que le acreditaban cerca de la persona de Fernando VII, para lo cual no obstaba, segun la costumbre, que el Breve permaneciese aún en el Consejo. De aquel nuevo descuido nacia el embarazo de Zea para poner en práctica el medio con que, vuelto ya en sí,

(1)

ESPAÑA.

Madrid 16 de Setiembre de 1833.

Ayer á la una del dia tuvo el honor de ser presentado á los Reyes nuestros Señores por el Emmo. y Excmo. Sr. Cardenal D. Francisco Tiberi, Monseñor Luis Amat de San Felipe y Sorso, Arzobispo de Nicea, que acaba de llegar á esta Corte, nombrado para suceder á S. Emma. como Nuncio de Su Santidad. El Emmo. Sr. Cardenal continúa desempeñando las altas funciones de su cargo, hasta que se evacuen las formalidades necesarias para que se verifique la entrega por Monseñor Amat de las cartas credenciales del Santo Padre.

En seguida pasaron ambos Prelados á los cuartos de los Sermos. señores Infantes á ofrecer sus respetos á SS. AA.

(2) 12 de Setiembre.

habia pensado ocurrir á las dificultades del momento. Este medio, que ya he indicado, se propuso no obstante, de acuerdo sin duda con el mismo Cardenal Tiberi, en la siguiente nota que Zea pasó á éste en 12 de Enero de 1834.

Excmo. y Emmo. Señor:- He detenido la contestacion á la nota de Vtra. Emcia. de 13 de Diciembre último, esperando poder complacerle devolviendo el Breve del nombra>miento de Monseñor el Arzobispo de Nicea, que circuns>tancias inesperadas obligan todavia á retener.-S. M. la › Reina Gobernadora aguardaba de un momento á otro las > credenciales de Monseñor el nuevo Nuncio cerca del Gobier›no de la Reina su Augusta Hija; pero frustrada con repeticion >esta esperanza, Vtra. Emcia. debe conocer que no es posi›ble ni por razones de derecho, ni por la práctica de todos los Estados, que entre en el ejercicio de funciones algunas un › Legado extranjero, sin presentar sus credenciales al Soberano del país donde ha de desempeñar su mision.-Acreditado de este modo el Embajador ó Ministro, podrá en el caso de fallecer el Soberano continuar su legacion cerca del su>cesor en el trono mientras recibe nuevas credenciales, porque no mueren las relaciones entre las Potencias; pero no > habiendo acreditado nunca su representacion personal, ni ha›llándose reconocido su carácter por el Gobierno, no puede principiarle.-El Régium exequatur dado al Breve de Monse›ñor el Arzobispo de Nicea, como á los demas de Su Santidad, sólo significa que en sus disposiciones, ó en sus cláusulas, nada se contiene contra las Regalías del Trono, ni contra las › leyes del Reino; y el Gobierno de S. M. Católica, no contradice esta declaracion del Consejo Real. Pero ademas de ›que la mision sea conforme á las Regalías, y á las leyes de › España, es menester que esté reconocida la persona del En>viado este es el fundamento de sus derechos personales; y de esto no conoce, ni decide el Consejo.-En estas circuns

>tancias, deseando ardientemente S. M. la Reina Gobernadora > conservar las relaciones diplomáticas con el Gobierno de »Su Santidad, y mantener en estos Reinos la Legacion Ponti>ficia, por el bien espiritual de sus súbditos, no halla otro medio por su parte, que invitar á Vtra. Emcia para que conti>núe en el desempeño de sus funciones apostólicas, entretanto »que Su Santidad expida nuevas credenciales. En todos los oficios que no pueden cesar, ni suplirse, sabe Vtra. Emcia. que mientras no toma posesion el nuevo nombrado debe con>tinuar el antiguo.-S. M. siente sobremanera las circunstancias de Vtra. Emcia. y todos los inconvenientes que nacen de esta situacion embarazosa; pero la Reina Gobernadora no la ha creado, ni tiene en su mano remediarla.-En medio de este disgusto se complace S. M. con la permanencia de Vtra. Emcia. en su corte, cuya recomendable persona y perfecta armonía con su Gobierno le han sido siempre tan gratas; y yo puedo asegurar á Vtra. Emcia. que la Reina Gobernadora mirará en cualquier tiempo con sentimiento la partida de tan digno representante de Su Santidad.-Ruego á Vtra. Emcia. se sirva admitir el testimonio de mi más alta y distinguida consideracion.-Dios guarde, etc.- Palacio 12 de Enero de 1834.-Firmado.-Francisco de Zea > Bermudez. Excmo. y Emmo. Pro-Nuncio de Su San»tidad. ›

[ocr errors]

El Cardenal Tiberi no tardó en contestar del modo que sigue-Excmo. Sr.-Muy Señor mio: por de pronto contesto á la muy apreciable nota de V. E., su fecha 12, y le suplico »que manifieste á S. M. mi gratitud respetuosa por los senti>mientos piadosos que expresa, y por la bondad que se sirve dispensar hácia mí, por el conducto de V. E.; y conociendo la necesidad de que el despacho de los negocios eclesiásticos no sufra interrupcion, y por otras consideraciones de mucho peso, al punto he reasumido las funciones: y con todo el re

D

« AnteriorContinuar »