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nes, pensó que la casa era de madera, y, confió á una lata de petroleo americano y á una caja de fósforos japoneses, la misión de salvarle.

No es una tienda que se quema, es un sangley que rinde cuentas.

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MATRIMONIO-¿PORQUE NO SE CASAN LOS SANGLEYES?-BARRA-
GANIA-CÓDIGO DEL BEJUCO-DIFICULTADES SERÍAS-CONFLICTO
TRAIDO POR EL CÓDIGO -DOCUMENTO DEL P. NOZALEDA ARZO-
BISPO DE MANILA-NUESTRA OPINIÓN-NUPCIAS CHINAS-CON-
SULTA Á LOS MUERTOS EL P. ADAMO Y LA CIENCIA MATE-
MÁTICA-CORTEJO DE LA NOVIA-CORTESÍAS Y LIBACIONES-SOR-
PRESA MARITAL-ENCIERRO VOLUNTARIO-CONTUBERNIO "MORE
PATRIA-CONDICIÓN DE LOS HIJOS; DESPRECIO AL PADRE--EFEC-
TOS SANTOS DEL MATRIMONIO CATÓLICO-UNA LEY DE INDIAS
MESTIZOS DE SANGLEY-ROMANTICISMO MASÓNICO--NUEVO APARA-
TO DE COMPENSACIÓN-LOS MESTIZOS DE BINONDO-EDUCACIÓN
CHINA; "VEU-CHANG". -REFORMAS; OPINIÓN DE UN MANDARIN-
EL TRAJE CHINO-CASOS DE ESPAÑOLISMO
NUESTRO SISTEMA--PRAGMÁTICA DE 1776 Y REGLAS DE LA
AUDIENCIA--KEAL CÉDULA DE 1803--MEZCLA DE SANGRES-
ABSORCIÓN DEL TIPO ESPAÑOL--TIMOCRACIA SANGLEY--LA AD-
MINISTRACIÓN ABANDONADA Á LOS CHINOS--BANCO ESPAÑOL FI-
LIPINO--OPINIÓN DEL SR. DEL-PAN--PELIGROS FUTUROS.

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SUPERIORIDAD DE

UY pocos son los chinos que se casan en Filipinas, la mayoría queda celibe, haciendo una vida pecaminosa, con daño de la moralidad y la pública salud.

Algunos españoles creían antiguamente, que las indias mostraban cierto despego y alejamiento

de los chinos; y buscaban en esta frialdad, la causa de las pocas bodas que se verificaban.

Contiene esta observación, una parte del problema; pero, hay que añadir nuevos datos, para hacerse cargo de las relaciones núbiles, entre las indias filipinas y los sangleyes.

El primer dato, es una dificultad; el segundo, una facilidad; la dificultad consiste, en que el chino quiere casarse conservando sus creencias y el gobierno español le exige, que se haga cris. tiano: la facilidad la encuentra, en la dulce inclinación que las indias sienten, hacía el concubinato, al cual atribuyen las mismas portentosas cualidades que al matrimonio.

¿Para qué casarse? Con solo abrir la mano y gastar contado número de escudos (salapit) ha de tener cuantas indias apetezca su lascivia: una saya á grandes cuadros rojos y amarillos, deslumbra á cualquier tagala del pueblo; una camisa de rengue constituye una verdadera tentación, hasta para una burguesa; un vestido de seda es una solicitud, que solo despacharán en contra, las mujeres muy educadas.

¡El calor hace estragos en la honestidad! A medida que sube la columnita de mercurio del termómetro, baja la resistencia que ofrece el pudor á las asechanzas sexuales; y sabido es, que el sol ha sido siempre, gran engendrador de pasiones.

No hay que echar en saco roto, que casi todos los chinos avecindados en Filipinas, son comerciantes en ropas ó en vituallas: de manera que poseen los dos grandes atractivos: el secreto de satisfacer el hambre y el secreto de halagar la vanidad. El hambre resiste muchas veces; pero la

vanidad nunca, por que el orgullo y la ostentación, es lo que constituyen lo principal en el carácter del indígena.

Añádase á esto, que los sangleyes no suelen ser un modelo de abstinencia; que sus sabios los educaron haciéndoles creer, que el único fin del hombre en el mundo es la procreación, (Meng Zu al comentar á Confucio, pone entre los preceptos de la obediencia debida á los padres, el tener hijos); que la esterilidad en la mujer es causa de repudio, y se comprenderá, que la vidriosa virtud de las indias, no tarda en romperse ante las acometidas, seducciones y magnificencias del incontinente, lucio y rijoso sangley.

Las creencias religiosas de las filipinas detienen, en los comienzos, al enamorado chino; y si por aventura la pasión continúa apesar de los desdenes, entonces la resistencia no hace más, que aumentar el precio y dilatar el lapso de tiempo, de la entrega brevi manu. Después que el amor los lleva, bajo los árboles cargados de flores, el concubinato surge por si mismo, con sus derechos y deberes; saltando por encima de las disposiciones del concilio tridentino y conservando, para expoliación de los chinos, todas las formas civiles de la barragania á juras.

El pobre sangley pudo soñar en una aventura pasajera, en representar el Tenorio ó hacer el Lovelace en tierra extraña; pero los lazos del amor, se convierten en terrible cadena, pesada y dura, que le sujeta y aherroja para siempre, al lado de la celosa y enamorada india.

El mantenimiento de la prole y de la madre, se imponen por la lógica de los mismos hechos consumados; la cortesía con la concubina, que

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