Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[ocr errors]

ocupar por las altas funciones que le están encomendadas en las carreras de la Magistratura y de la Administración, continuará prestando importantes y desinteresados servicios hasta que formada la ley fundamental del Estado pueda el Gobierno proponer á las Cortes lo que considere mas conveniente sobre esta parte importante de la Administracion pública.

Fundado en estas consideraciones el Ministro que suscribe, de acuerdo con el Consejo de Ministros, tiene la honra de elevar á la aprobacion de V. M. el adjunto proyecto de decreto.

Madrid 10 de Enero de 1855.Señora.A L. R. P. de V. M Francisco Santa Cruz.

[ocr errors]
[ocr errors][ocr errors][ocr errors][merged small]

Atendiendo á las razones que me ha expuesto el Ministro de la Gobernacion, de acuerdo con el Consejo de Ministros, vengo en decretar lo siguiente:

Artículo 1. El Tribunal Contencioso-administrativo, creado por mi Real decreto de 7 de Agosto último, constará en adelante de un Presidente, doce Ministros, un Fiscal, dos Abogados fiscales y un Secretario. I up

[ocr errors]

Art. 2. Queda suprimida la clase de Vocales supernumerarios del mismo.

Los que actualmente lo son ocuparán las plazas de número que se crean por el artículo anterior.

Art. 3. El Tribunal Contencioso-administrativo gozará de las consideraciones y preeminencias correspondientes á un cuerpo Su premo.

[ocr errors]

Sus Ministros tendrán los honores y tratamiento que la ley or gánica del extinguido Consejo Real señalaba á los Consejeros or dinarios

Art. 4. Los Ministros del Tribunal Supremo Contencioso-administrativo serán nombrados por decretos especiales á propuesta del Ministro de la Gobernacion, de acuerdo con el Consejo de Ministros. Art. 5. Para ser nombrado Ministro del Tribunal Contencioso administrativo se necesita haberse distinguido notablemente por sus conocimientos y servicios en las carreras de la Magistratura y de la Administración.

[ocr errors]

Art. 6. El Tribunal se dividirá en tres secciones de cuatro Mi nistros cada una, que entenderán indistintamente en todos los ne gocios consultivos acerca de los cuales el Gobierno tenga por con veniente oir su dictámen, y en la sustanciacion de los pleitos de su competencia. vouloigen y supeol zel sup

Art. 7. Para que el Tribunal pueda celebrar audiencia pública habrán de concurrir por lo menos siete de sus Ministros.

Art. 8. El Tribunal, á falta de Presidente, será presidido por el Ministro decano.

[ocr errors]

En la presidencia de las secciones se observará el mismo órden de rigorosa antigüedad.

Art. 9. El Presidente organizará el personal de las secciones del modo mas conveniente para la expedicion de los negocios, y designará á cada una los auxiliares que conceptúe necesarios, dando cuenta al Ministerio de la Gobernacion para los efectos oportunos. Art. 10. Quedan derogadas todas las disposiciones que no estén conformes con las contenidas en este decreto.

Dado en Palacio á 10 de Enero de 1855. Está rubricado de la Real mano. El Ministro de la Gobernacion, Francisco Santa Cruz.

[ocr errors][merged small][ocr errors][merged small]

[10 Enero.] Real decreto, creando una Comision para que proponga los medios de armonizar los intereses recíprocos de los fabricantes y trabajadores de Barcelona.

Señora: Las contestaciones y de avenencias por desgracia suscitadas con harta frecuencia entre los fabricantes y los obreros de la ciudad de Barcelona, cuando un mismo interés debiera estrechar sus relaciones é inspirarles una mútua confianza, han llamado la atencion del Gobierno, que considera como una necesidad apre miante y una obligacion sagrada terminarlas felizmente. Solo funestas equivocaciones, datos mal apreciados, temores destituidos de fundamento, pudieron alimentarlas hasta ahora con grave daño del órden público y del progresivo desarrollo de la industria. El interés recíproco, la confianza emanada de una larga concordia, de la iden tidad de las miras y de la tendencia de las vocaciones, la naturaleza misma de la produccion y de los medios empleados para obtenerla y los hábitos robustecidos por el tiempo y la tradicion, ni engendraron jamás la antipatía y el encono, ni pueden conciliarse con la desconfianza y la rivalidad de los que estrechados por un mismo destino han reconocido la necesidad y la conveniencia de arrostrarle juntos, y de fundar su suerte en los auxilios recíprocos, en la benevolencia y la gratitud que los santifica, y en el interés individual que los fecunda y reproduce.

[ocr errors]

Una es la suerte del fabricante y del obrero, y uno tambien su porvenir y el apoyo que la Administracion pública concede á sus, esfuerzos para acrecer y mejorar la produccion y el trabajo. Concurriendo juntos al desarrollo de la riqueza industrial, sostenidos por un mismo espíritu abrigando iguales deseos y esperanzas, parte de un todo cuya conservacion se funda precisamente en su buena inteligencia, y sin el cual no hay para ellos,ni seguridad ni ventura, en vano se pretenderá dividirlos, presentarlos como adversarios, ponerlos en pugna, y suponer que sus mútuos intereses son inconciliables. En los países extranjeros donde el espíritu de sistema y la sofistería de los innovadores se propusieron acreditar esta funesta discordia, vino bien pronto un amargo desengaño á desvanecer sus deplorables errores con la ruina de los talleres y las fábricas, la miseria de numerosas familias, y el arrepentimiento tardío de los que buscaban, obcecados en falsas apreciaciones, y utopias que matan balagando, el remedio á los males de la industria y de sus cultivadores.

Entonces los hechos y las teorías, el desengaño y el escarmiento han demostrado con nuevos y muy tristes ejemplos que no se protegerá jamás una de las partes que concurren á la produccion á expensas de las demás sin acelerar la decadencia de todas.

[ocr errors]

Que igualmente acreedoras á la protección de los Gobiernos, no, han de levantarse las unas sobre la ruina de las otras, cuando no pueden separar su existencia, y un mismo principio las sostiene y reproduce...

[ocr errors]

Que, sus mútuas convicciones, su aquiescencia recíproca, sus intereses comunes, fuertemente enlazados por la naturaleza misma de las cosas, y no por vanas y funestas teorías, han de servir de fundamento á la avenencia que jamás se conseguirá contrariando la libertad individual, la índole y los fines del trabajo, la volunlad y los derechos de los que, procurándole con sus capitales y su industria, aseguran el sustento de infinitas familias.

Que si examinadas las causas de las querellas suscitadas, el estado general de la industria y el desarrollo progresivo de la inteligencia aplicado á la produccion se hiciesen necesarias disposiciones administrativas en armonía con las ideas y las atenciones de la época, y acomodadas á la naturaleza de los males que deploramos, no ha de fundarse esta reforma en derechos que nunca han existido, en principios sin aplicacion posible, en falsas apreciaciones del estado social y de sus fundamentos, sino en el respeto á la propiedad, la libre accion del interés individual, los pactos y convenios autorizados por las leyes, y el objeto mismo que se proponen cuantos concurren á la produccion industrial. oth y9 boulonger esi?

TOMO LXIV.

3

No es entre nosotros por fortuna donde la concordia del fabricante y del obrero pugna con los obstáculos y los peligros de que fueron acompañadas en otras partes sus mútuas exigencias. El profundo respeto á la propiedad y á la tradicion, la sencillez de las costumbres que, convirtiendo la gratitud en un deber sagrado, estrechó siempre las relaciones entre los dependientes y los propietarios de los talleres y las fábricas, el espíritu de familia, que por decirlo así, se manifestó desde muy antiguo en sus reglamentos y sus prácticas, el principio de autoridad no desvirtuado para las masas, ni permiten las peligrosas teorías en otras partes proclamadas en mal hora como dogmas eternos de la humanidad y un progreso de la época, ni exacerbando las pasiones populares pueden convertir en objeto político y social las quejas eventuales, nacidas en el seno de las clases productoras, y manifestadas de buena fe para que sean atendidas sin perturbaciones y exigencias criminales.

Tampoco afortunadamente atravesamos hoy una de aquellas orí sis industriales, que alterando las condiciones de la produccion, al suplir el trabajo del hombre con los procedimientos de la mecánica, Hlevan consigo la perturbacion en la manera de existir de las clases obreras, desequilibrando el nivel establecido entre la mano de obra y el valor de sus productos. Hoy mismo, sin que permanezcamos estacionados en medio del movimiento intelectual que trasformó la faz del mundo al lado de las máquinas de hilados y tejidos, mas bien ensayadas que extendidas, encuentra todavía la familia laboriosa y honrada la justa recompensa de sus tareas, ya sea en et hogar doméstico, ó ya en los talleres y las fábricas, ora sometida al aprendizaje paternal, ora bajo la direccion de maestros acostumbrados por el ejemplo, la tradicion y el sentimiento religioso á dulcificar su trabajo y compadecer su pobreza.

1

Que de muy temprano entre nosotros estrechó la beneficencia las distancias que separan al menesteroso del que puede socorrerle. Vínculos de union y concordia, emanaciones de una filantropía consoladora, son sin duda esas piadosas fundaciones de nuestros mayores, donde la virtud menesterosa encuentra con las simpatías del corazon el remedio de sus necesidades; donde hay dotaciones para el huérfano, para la enseñanza gratuita del desvalido, para socorrer á la humanidad doliente; donde una costumbre patriarcal confia parte del trabajo fabril, no á la vigilancia suspicaz y á la severa organi zacion de las fábricas y talleres, sino á la honrada laboriosidad de la familia reunida en el seguro del hogar doméstico. che si zince

Cuando por gratitud y por carácter, por la educacion y las costumbres bendice el pueblo español estas inspiraciones de la piedad, y las reproduce espontáneamente como un deber sagrado, no pue

[ocr errors]

den ser los disturbios impios que las contradicen una emanacion de la necesidad, una consecuencia forzosa del hombre explotado por el hombre. No en otra parte ha de encontrarse su origen. La investigacion es aquí una medida de gobierno, tanto mas inevitable, cuanto es mas urgente el remedio. Examinar el estado actual de las relaciones establecidas entre el trabajador y el dueño de los talleres y las fábricas, reconocer el verdadero valor de los elementos del trabajo, poner de manifiesto los derechos y obligaciones de los que por distintos medios concurren á la produccion fabril y manufacturera, conciliar sus miras recíprocas de manera que una utilidad comun los aliente y estimule lejos de dividirlos y desalentarlos, dirigir las tendencias industriales conciliándolas con el órden público y el progreso de la sociedad, procurar en fin que la accion protectora del Gobierno las regularice sin menoscabo de la libertad individual, y respetando siempre los intereses privados, será poner un término á esas funestas disidencias, que si hoy se limitan á la queja, abandonadas mañana á los recelos ó la ceguedad de sus promovedores, acabarán por reducirlos á la miseria, destruyendo, juntamente con sus esperanzas, el porvenir de muchas fábricas, la suerte de infinitas familias y la de los pueblos que fundan en ellas su prosperidad y ventura.

Una Comision compuesta de personas inteligentes y amigas del bien público puede desde luego encargarse de estas investigaciones para proponer al Gobierno los medios mas oportunos de acallar las exigencias de los unos, los recelos y aprensiones de los otros, la inquietud y la ansiedad de todos. Entonces con pleno conocimiento de los antecedentes, sin depender la resolucion de simples conjeturas ỏ engañosas apariencias, ni confiarse á la eventualidad y los remedios empíricos, el resultado que solo puede esperarse de la razon comprobada por los hechos, hallará el trabajo la organizacion mas beneficiosa á las clases obreras y á los intereses de sus sostenedores: justamente satisfechas sus mútuas reclamaciones, el espíritu de asociación, móvil poderoso de las grandes empresas, no servirá de pretexto á vanas y peligrosas ambiciones; será lo que puede y debe ser, el alma de la industria, el elemento mas fecundo de la produccion, un recurso legitimo para mejorar la suerte de las clases productoras, una garantía mas del orden público.

[ocr errors]

En estas apreciaciones, cuya exactitud se encuentra comprobada por los principios y los hechos, se funda el Ministro que suscribe para proponer á V. M., de acuerdo con el Consejo de Ministros, se digne prestar su aprobacion al adjunto proyecto de decreto.

Madrid 10 de Enero de 1855.Señora.A L. R. P. de V. M.Francisco de Luxán.

« AnteriorContinuar »