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pérdida, perdidoso, quilate, quitación, rastro, realengo, renegado, saca, salva, sesmero, sobreseimiento, soldada, sollo, tapial, taza, timbre, tornadizo y trepado.

Las leyes de la critica son muy estrechas, y las leyes del gusto, aunque mucho más amplias, tienen también su orbita que no han de traspasar. Nuestra conciencia literaria es algún tanto severa, aunque no temática, y nos obliga á excluir de nuestro Vocabulario hasta palabras que le abultarian y darían más valor y que à nosotros no nos costarían más trabajo. Hay quienes nos han facilitado listas de voces que reputaban aragonesas, y la máxima parte eran españolas; hay quienes han echado de menos otras en nuestro Diccionario, y casi todas habían sido ya examinadas y, con buenas razones, rechazadas por nosotros; hay quienes creen que el barbarismo ó solecismo constituyen siempre (cuando solamente lo constituyen en muy dados casos) palabra nueva; hay quienes, si en una tilde discrepan la voz corriente y pura y la que ven usada en Aragón, tienen á ésta por sujeta á la legislación provincial. Nosotros no podemos conceder con todo esto, y en general tenemos que rechazarlo todo; y, si algo se salva de esta común exclusión, es por la vía estrecha de las excepciones: el por qué de cada una de éstas va bajo nuestro criterio y responsabilidad.

No aludimos en estas censuras á los Sres. Savall y

1: Tampoco hemos querido traducir, para incorporarlas en nuestro Diccionario, algunas palabras no castellanas y tomadas de documentos aragoneses, como conteribusterius pechero, cubilaris predio rústico, embola caballería de carga, encanum subasta, enfrachescere hacer franco ó libre de pago, floqueria panaderia, jurenis homo plebejo y pasante de escribano, testinia armadura para la cabeza.

Penen, cuyas personas y obras apreciamos, y à quienes en el Vocabulario nos referimos en algunas ocasiones; pero respetando el sistema por ellos seguido en el Glosario con que ilustraron la edición de los Fueros y Observancias de Aragon, nosotros no podemos seguir el suyo por la diferencia misma que hay entre su objeto y el nuestro, ó entre su plan y el nuestro, y vamos á decir lo que ellos incluyen y nosotros excluimos. Pero antes debemos notar la inconsecuencia en que caen, pues en las advertencias con que encabezan el Glosario se declaran muy restrictivos (en lo cual andamos con ellos de acuerdo), y ofrecen omitir muchas series de palabras, entre ellas las incluidas como españolas por la Academia, las apocopadas como fuert, las de s liquida como sciencia, las terminadas en scer, las de letra doble como attender, las de alteración de una letra como objecto, las desviadas ligeramente por causa de la ortografia ó pronunciación como trehudo, las de significación clara, los adjetivos verbales en ero como estimadero, los participios activos como arrandante, los verbos compuestos como sobreseyer, las voces que tienen en su composición la ñ antigua ó la ny como anyo y las que llamasen agregadas camo dolmacen: mas, al llegar luego al Glosario, dan cabida á muchas de estas mismas voces, en cuyo camino ya no les seguimos. Nosotros no podemos incluir en nuestro catálogo palabras como las siguientes, que ponemos para ejemplo.

Unas no tienen sino cambios ortográficos, v.g., abilo, derecho, henero, acaballo, evilla, huvas, vastardelo, cestia, tovalla, darzones (de arzones), laurar (labrar), senyor.

Otras son puramente latinas, de esas que no quedan en el fondo del idioma: posside, moneta, psalmo, genollarse, fuso, fulla, alieno, closo (cerrado), exiliar, fava, allio (ajo), fieto, fillo, computo (presencia), deciso, fruir, dempto (quitado), expremir, excludir, concepto, (concebido), exida, desbitar.

Otras son extranjeras corruptas, principalmente provenzales, y no naturalizadas tampoco: aderant adelante, afer negocio, ara ora, argent plata, atan tan, avant adelante, blat trigo, blau azul, breu breve, bucylo vacio, bueylar, vaciar, cendra ceniza, clau clavo, combatrà combatirá, combra comerá, cuentra contra, cueylo cocido, cuytellaria cuchillería, dejus y dius debajo y bajo, derey to derecho, dir decir, dit dicho, esguarte miramiento, fer hacer, feito hecho, fil hilo, fins hasta, formage queso, fromentes granos, ge se, guañar ganar, güey hoy, gueylo y hueyto ocho, lur y lures suyo y suyos, medge médico, provey to provecho, deposar depositar, crevar quebrantar, composar componer.

Otras padecen una simple alteración fundada en la preferencia de ciertas letras sobre otras, como la u sobre la j, lab sobre la p, la t sobre la d á la catalana, la e sobre la i y vice-versa, la fpor la n, evolución tan española como aragonesa; por ejemplo: abella abeja, aparellado aparejado, avallar abajar, bermello bermejo, cañela canela, consello consejo, conello conejo, allos ajos, cerralla cerraja, illada hijada, navalla navaja, millor mejor, traballo trabajo, arcebisbe arzobispo, raboso raposo, cabazo capazo, sabiese supiese, abal abad, almut almud, costumat acostumbrado, ceruella ciruela, destricto distrito, metad mitad, encens incienso, intrego

entrego, alfondega alfóndiga, admeter admitir, caxeta cajita, vueytre buitre, civada cebada, didal dedal, epidimia epidemia, pior peor, refitorio refectorio, lichera lechera, alfeña alheña, cafiz cahiz, foces hoces, ferradura herradura, guchillero cuchillero, conte conde, espital hospital, gleda greda, paper papel, acercon azercon 6 minio, carafistola cañafistula, conocer conocer, carabazas calabazas, axada azada, ero eso, ari así, antedito antedicho, Anglaterra Inglaterra, cupa copa, curaza coraza, enguila anguila, gañar ganar, jodio judío, ruciar rociar, serten sartén, tenallas tenazas, tiseras tijeras, mantega manteca, insecular insacular, premática pragmática.

Otras, poco disímiles de las admitidas como de buen cuño, ofrecen la leve diferencia de sílaba ó letra adiccionada al principio, al medio ó al fin, por prótesis, epéntesis y parágoge, ó sustraida por aféresis, síncope y apócope: acontar (contar), destorbo, adjutgar, advenidero, alcanyela (canela), almárrega, abollar (bollar ó sellar); aniello, vaxiella, castiella, orticano (orégano), cárrega (carga), viega, cayer, cascavellies, cuchiello, infancion, seer, seido;... roz (arroz), roba (arroba), scusa, escaminado, espachar; ambres (úmbares), defalcar, discernir, docientos, estame (estambre), realgar (rejalgar), alcrebit, archin, cañamas, bufon (buhorezo), capitol, compromis, merluz, tafetà, indi (indigo ó añil).

Otras se desemejan por diferentes conceptos, y salta á la vista que no pueden considerarse como verdaderos aragonesismos; tales son: compesar, contumaciar, aditacion, de contimen (in continenti), corrompient, desafiant, bardiza (barda), alchub (algibe), illera (glera),

mielca (mielga), urmo (olmo), desamilanza, encreedor, exhibexe, fraix (fresno, como en catalán), chiva (giba), desvasallarse, ganda (gualda), craba (cabra), exposar, premitir, pretienda, subornacion, probe, y ciertas onomatopeyas como tita, misino, chucho, etc., y desde luego todos los barbarismos de tuviendo, hiciendo, indo (yendo), habiese, dase, sallirà, estio (estuvo), habie

ron, etc.

Otras, en fin, tienen lo mejor de las excepciones, la de ser españolas, definidas por la Academia: adjunelo, aver monedado, calendas, de gran mañana, dende, egual, empués, home, á escusa (con disimulo), sacrament, sanyoso, sempiterno, acaptar (mendigar), toronja, adocir, cullidor, alcoton, mingrana, verdete, tesueto, fuste, zaguero, encuesta, sanio, enta (hácia y hasta), entro y escudilla.

Por españolas unas, por extranjeras otras, por bárbaras otras, por indecisas otras, ninguna de las citadas puede tener campo en nuestro Diccionario; á pesar de que, tal cual vez nos ha bastado una simple aliteración para considerar transformada la palabra, como se lo ha bastado á la Academia, la cual incluye (por ejemplo) regatear y recalear, rastrojo y restrojo, caray y carey y otras parecidas, en lo cual habrá procedido muy cuerdamente, pero no muy á nuestro gusto.

Otras palabras hemos también desdeñado que tal vez una crítica más benigna se hubiera complacido en aceptar, siquiera por venir de un autor y de un libro en general desconocidos. Persona muy entendida y de toda nuestra confianza, el arabista D. Francisco Codera, catedrático de esa lengua, nos ha comunica

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