Imágenes de páginas
PDF
EPUB

en

el

guaje en la Edad Media es arábiga y que la influencia de este nombre duró, aun en el período decadente del muslim; de cuya influencia, son vestigios, las inscripciones de las monedas de los Alfonsos VI y VIII, el privilegio otorgado por Fernando IV á los religiosos de Toledo y escrito con caracteres árabes, y la arquitectura mudéjar. Renuncio á depurar el contenido de estas aseveraciones; y fijándome en el romance, que si es inferior al latin en palabras, frases y giros, y por su carencia de voz pasiva, y menos maravilloso, por la pérdida del hipérbaton, en cambio su alfabeto es más rico que el de Roma, su cláusula, expresiva de las ideas abstractas, tiene una claridad admirable, posee la y griega y una acentuacion que pone lenguaje una armonía y una variedad sin límites,... fijándome repito en el romance, cuyas calidades ha apuntado Vargas Ponce con gallarda pluma; adviértense en él, sin número de palabras que proceden de la lengua de Ciceron y Ovidio y que las hay celtas, godas, algunas que quizás pertenecen á idiomas perdidos, aumentativos, pronombres y tiempos de conjugacion que nos recuerdan el sanscrit y quién sabe si algo más, que descubrirá nuestro siglo. Las indagaciones lingüísticas se verifican hoy en la esfera más amplia, con un espíritu crítico y filosófico los más exquisitos y la razon de ser de fenómenos, misteriosos antes, es conocida. Así es que, tan arqueológicas, como la opinion de que el eúskaro hablóse en la torre de Babel y que el celta es una lengua primitiva, de cuyas entrañas han salido las europeas; se juzga la teoría de Raynouard y la del traductor del Poema del Cid (1), que sostiene es el castellano, hijo del francés.

La luz ha sustituido á las tinieblas, en la filología:-el lenguaje de Castilla es oriundo del Oriente, aunque su genio no sea semítico, y palabras tiene de este sabor, en no escaso número. Las razones de este hecho, no hay para qué repetirlas. Deben completarse sin embargo, con una indicación.

Circula por el cuerpo de nuestro idioma, sangre de la sangre del Lacio. Ahora bien, el sanscrito trasmitió terminaciones al

(1) Damas-Hinard.

latin; y son muchas las voces que, como juvenis y mortuus, se derivan de aquél. Esto de un lado y de otro la estrechísima relacion que guardan las neo-latinas con la de Valmiki, inducen á lo aseverado, respecto al linaje del idioma, en que están escritos el Canto de Cosaco, el Rey Monje, la Ultima lamentacion de Byron de Nuñez de Arce, los Pequeños Poemas de Campoamor, el San Francisco de Castelar ó las páginas en que Larra y Mesonero Romanos dieron á la prosa, su castiza hermosura.

De este largo viaje, con rumbo á los orígenes del habla inmortal del Romancero y el Quijote, dedúcese que las palabras, que acopió Borao, por proceder de las fuentes que dieron carácter al castellano, son asimilables por él. Y son además propias, concisas y aun irreemplazables, si se han de traducir ciertos conceptos. En ellas, como en las creaciones jurídicas de Aragon, hállase objetivado nuestro propio ser, tanto, que voz hay en este DICCIONARIO, en la que es clara la grave vis satirica que ha caracterizado siempre, á los ingenios de la patria de Marcial y los Argensolas. Yo creo que de igual suerte, que ha amanecido ya el día de que el espansivo código aragonés y el castellano se abracen, al pié del árbol de la libertad civil, y de que el standum est charte que informa el derecho foral éntre, á guisa de triunfador, en tierras de las Partidas; yo creo que de igual suerte que ha amanecido el día, de que todo lo que del monumento de D. Vidal de Canellas resista el troquel de las nuevas ideas, debe ser erigido en ley; es llegada la hora de que reciba el Diccionario, vocablos de la índole de los contenidos en éste. Porque ni la unidad del derecho, ni la unidad del lenguaje, se forman con soberbias imposiciones y sobre los escombros de los códigos é idiomas provinciales.

Ni la unidad del derecho, ni la unidad del lenguaje se forman, recogiendo, sin sentido de justicia, lo que agrade; ó herborizando caprichosamente en la Jurisprudencia, en el Parnaso, en el mundo de su constitucion interna, de esta y de aquella comarca. Y si la unidad del derecho nacional no existe hoy, lo propio acontece con la del idioma. La obra inaugurada con las nupcias de los Reyes Católicos, está sin terminar:

la cúpula, con que solo el amor puede coronarla, tiene que ser construida, con un código y una lengua, que sean verdaderamente españoles. A empresa tan gallarda, consagró Borao la hermosa centella de su talento y recogió un gran caudal de vocablos; primores que nunca debió haber abandonado Castilla. El insigne escritor, no quiso que se perdiesen, como en otro tiempo la libertad política y los venerandos fueros, palabras expresivas, de la índole, de la vitalidad, de la originalidad, de las características aragonesas, que en el siglo xv ingertáronse en la índole, vitalidad, originalidad y características castellanas; si quier aquella conjuncion no esté tan acabada, como la que tiene sus símbolos, en la madonna de Rafael ó en el Moisés de Miguel Angel. Merece pues bien de la pátria, el autor de este DICCIONARIO; cuyas voces, todas son netamente aragonesas, por ser Aragon su país natal y donde han estado en uso, siempre.

Su legitimidad acredítanla, los títulos de la más docta procedencia y los labios del pueblo; el cual, si con su legislacion consignada en hechos y sus costumbres, es interesante factor, para reconstruir la vida del pasado, penetrando en lo más íntimo de su ser, lo es para reconstruir la literatura, con sus poesías y leyendas no escritas y para conservar la hermosura y abundancia del idioma, con sus palabras plebeyas, incorrectísimas á veces; que él es el mejor maestro de lengua, segun Platon y por haberlo creido así Malherbe y Lafontaine, muchos plácemes debe darse el habla de Balzac y Lamartine. Que las voces de este DICCIONARIO, pueden ser, no ya adquiridas por aluvion, sino reconocidas como españolas, en el de la patria, pues no están desacordes en su carácter, con el carácter de la lengua de Castilla, lo dicen las derivaciones de aquéllas. En sus páginas las hay, de raza helénica, v. gr., pantasma; y las hay como bonavero y cisterno, que no solo arrancan directamente del Lacio, sino que conservan la estructura latina.

Por las razones que Borao nos dá, las hay árabes; por ejemplo, alfarda y algorin: las hay catalanas, provenzales y aragonesas puras:-ahí está suplicaciones, entre otras..... Provenza

les!.... Provenza!.... Grande entusiasmo me inspira la tierra de floridos campos, azules ciélos, plácidos mares y esplendorosa luz, que Emilio Alfaro canta en su Lira rota; é inspírame grande entusiasmo, pues posee Vénus, como la hechicera de Arlés; circos como el de Nimes; trae á la memoria, en sus ciudades, escuelas rabínicas, sabios ó cortes de amor, de imperecedero renombre; y recréanos la fantasía, ora con sus ciclópeas rocas, tan queridas del Dante, ora en el Vantur, en el que cada violeta recuérdanos un suspiro, del que tejió las mantillas de la lírica, con los hermosos cabellos de Laura.

Sí; á mí me encanta la Provenza con su historia, tan poética en el ciclo religioso ó en el carlovingio, como en el caballeresco y en el asiático; con su literatura, que tiene su monumento más vetusto en una version de Boecio; con sus mercados, sus Puys y sus galantes fiestas; con sus canciones, sus serenas y sus baladas, sus rondeles y discordes, sus sextinas, sus cuentos, sus pastorelas, sus sirventesios: me embelesa el paraiso, en el que, el laud sonó en el campo de batalla, en la enramada de los laureles, en sitios, cual los parques enloquecedores de la Reôle y ornó las mágicas estancias de los castillos y las celdas de los monasterios: me atrae la comarca dichosa en que la poesía, la música y el canto, han vivido siempre unidos, de tal modo que ser trovador, significa en ella, el ser sacerdote de las tres artes: y estos hechizos que para mí tiene la noble patria, en que el racimo de moscatel de Bauma endulza y refresca el labio de Mistral, obran con la misma simpatía, en todos los corazones aragoneses; que en el pais de los Pedros, es herencia forzosa el cariño al de los Marcabrú, desde que le dimos la vida de aquel héroe, flor de los reyes, grano de buena espiga, espejo de cortesía, esplendor y adorno del mundo; en las cuerdas rotas de cuya ensangrentada harpa, quedaron cortadas, al serlo las suyas, las fibras de la libertad, donde cantaron la fé, la patria y el amor, labios que destilaban miel más dulce, que la miel del Hibla.

Amador de los Ríos, en el terreno de la historia y del arte y dentro la órbita de la filosofía, ha probado, que no es la literatura castellana hija de la provenzal, ni menos antigua; y que aun reconocida la identidad de orígenes en la latino

eclesiástica, los medios de expresion en ambas, son diversos. Y dice bien aquel Profesor de fama europea. La poesía, flor es del árbol arraigado en los torreones de los castillos ó en los riscos de Sobrarbe y brotada al grito de libertad é independencia, para santificar á la vez, el triunfo de la Cruz y de la pátria. La influencia provenzal existió en Castilla, cuando en el solio Alfonso X, rica ya nuestra cultura, pudo poseer tesoros extraños, sin mengua de la legitimidad de todos los elementos constitutivos de la primitiva poética castellana. Si todo esto es verdad, lo es de igual modo, que la literatura de Provenza vivió confundida con la de Cataluña, hasta el siglo XIII; que en éste y en el inmediato, la catalana adquiere un carácter propio, crea las maravillas de su lírica y de su historia y escribe páginas sublimes de filosofía y de ciencias naturales y exactas; que en el crepúsculo vespertino del décimo cuarto y al rayar el alba del quince, los Consistorios barceloneses remedan á los tolosanos; mas impónese Italia, abanderada del Renacimiento, y en tan humana obra, «que se personifica en Valencia, trabajan en las verdes márgenes del Turia, desde Jordi de San Jordi hasta Ausias March y desde Ramon Ferrer hasta Luis Vives», con el empeño, que en pró de la unidad y de las letras nacionales ha trabajado el ingenio lemosin, en las últimas centurias.

Habiendo formado parte de Aragon, Cataluña y tenido ésta una literatura de caracteres propios, ¿cómo no dejar huella en el idioma de aquél? Cómo! si á la tal literatura, cuya poesía objetiva y cuasi épica tiene por nota dominante, la político-social, para ser grande bástanle cuatro nombres:-D. Jaime el Conquistador, Muntaner, Arnaldo Villanueva y Raimundo Lulio? Sí; porque las historias catalanas superan á todas las historias de su época; Tirante el Blanco dió á la literatura caballeresca de Cataluña el matiz de la verosimilitud que la distingue; y el libro de la Sauiesa, merece ser colocado en un Nartecio. Y si se considera que, en tan privilegiada region, la poesía ostentó caracter social y un admirable sentido práctico la ciencia, se convendrá en que, la tierra que preparó el advenimiento de la lírica con Ausias March y Boscan é hizo el an

« AnteriorContinuar »