Las comedias de d. Pedro Calderon de la Barca,: cotejadas con las mejores ediciones hasta ahora publicadas,

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Publicado en casa de Ernesto Fleischer, (Plaza-Nueva, No. 626), 1828

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Página 282 - Narciso, Que a estos amenos valles Del monte en que naciste, Las asperezas traes. Mis pesares escucha, Pues deben obligarte, Cuando no por ser míos, Sólo por ser pesares. Amor sabe con cuanta Vergüenza llego a hablarte, Y no dudo ni temo Que tú también lo sabes, Si atiendes los colores Que en el rostro me salen, La...
Página 403 - Monstruo ingrato, bruto fiero. pasmo horrible, asombro vil, fiera inculta, áspid traidor, cruel tigre, ladrón neblí, león herido, lobo hambriento. horror mortal, y hombre, en fin. por decirte de una vez cuanto te puedo decir, ¿qué Intentas, qué solicitas. qué determinas, que así en tu ofensa todo el Cielo conjuras, sin advertir que a tanto delito ya todo su imperial zafir.
Página 111 - Yo no te saqué los ojos, yo no te di aquel veneno, yo, si el reino te quité. ya te restituyo el reino. Dejadme, no me aflijáis: I Entrada a la habitación de Semiramis] Salen ASTREA y LIBIA vengados estáis, pues muero. pedazos del corazón arrancándome del pecho.
Página 277 - Ven, muerte, tan escondida, que no te sienta venir, porque el placer de morir no me torne a dar la vida.
Página 305 - Veamos si sus hados Vence , cuando sea Monstruo en los jardines Quien lo fue en las selvas.
Página 386 - Luego preciso es que me concedas que no hay tan perfecto objeto que todo un amor merezca. Luego querer yo el aliño de una, de otra la belleza, de otra el ingenio y de otra la calidad y las prendas, es tener perfecto amor, pues quiero en cada una de ellas la perfección que hay en todas.
Página 302 - Qué Hay que mire, qué hay que advierta, Qué hay que considere, cuando Sujeto á tirana fuerza, Segunda vez solicitas Reducirme á mas estrecha Prisión , que la que echó á mal Los años de mi edad tierna? }, Cuando juzgué , que el abrirse En duras bocas la tierra, Amparándome de tantos Como me sitiaron, fuera Para mi seguridad, Vuelve á ser para mi afrenta? Pues no, no ha de ser; que ya Es tarde para obediencias. Antes que viera del sol Las luces...
Página 268 - Escríbase luego al Papa Paulo Tercero, que hoy goza la Sede, una carta en que humilde le suplique que esta bárbara, tirana ley del duelo, que quedó de gentiles heredada, en mi reinado prohiba en el Concilio que hoy trata celebrar en Trento.
Página 440 - ... volviendo los ojos al mar, vimos en su esfera un raro asombro, de quien no sabré darte las señas; porque si digo que es un escollo que navega, diré mal, pues para escollo le desmiente la violencia; si digo preñada nube que a beber...
Página 280 - Las bocas chicas, entonces, era de lo más valido, y andaban por esas calles todas, los labios fruncidos. Dieron en usarse grandes, y en aquel instante mismo se desplegaron las bocas, y dejando lo jarifo de lo pequeño, pusieron su perfección en lo limpio de lo grande, hasta enseñar dientes, muelas y colmillos.

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