Colección de autores españoles, Volumen6

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F.A.Brockhaus, 1874
 

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Pasajes populares

Página 238 - Dicen que tú no me quieres, no me da pena maldita, que la mancha de la mora con otra verde se quita. 22. (Pag. 81.) Canta, mi vida, canta, canta y no llores, que cantando se
Página 200 - Ya le ponen al buen conde lo que la princesa manda, cadenita de oro fino ligera, que no pesada; pero al son de su cadena el triste cautivo canta: «¡De qué le sirve al cautivo tener los grillos de plata y la cadenita de oro
Página 203 - dice la princesa y al conde desembaraza de su cadenita de oro y de sus grillos de plata. El conde torna á Castilla y al despedirse de Zaida: — Bien hayas, doncella, dice, pues mis cadenas quebrantas, «que poco sirve al cautivo tener los grillos de plata y la cadenita de oro si la libertad le falta.
Página 131 - meriendan? ¡ Unos pimientos asados! Despues... el sol se ocultaba tras de la casa de campo y Antonia y Paco volvían rio abajo, rio abajo, al son de unas castañuelas alegremente cantando: — «Mas quiero un jaleo pobre y unos pimientos asados que no tener un usía desaborido á mi lado.
Página 241 - (Pág. 126.) Mira que te mira Dios, mira que te está mirando, mira que te has de morir, mira que no sabes cuándo. Esta copla popular se atribuye
Página 244 - El tiempo y el desengaño son dos amigos leales que despiertan al que duerme y enseñan al que no sabe. 49. (Pág. 206.) A la sombra de una encina duerme un mancebo la siesta: no turbeis su dulce
Página 218 - ¡qué alegre el pueblo cristiano tu alumbramiento celebra! Ya la paz entre los hombres de buena voluntad reina, que el fruto de tus entrañas es el mensajero de ella. Esta noche el hijo pródigo que por el mundo se fuera torna al hogar de sus padres lleno de amor y obediencia y amor y misericordia le reciben
Página 120 - muero, que no puedo esperar mas!» Y dando una carcajada vuelve otra vez á cantar: « Una palabra me diste y la has olvidado ya; pero yo cumplo la mía de no olvidarte jamas.» IV. A la ventana se acerca el amante desleal á impulso de la costumbre
Página 57 - tan negra como sus ojos, se agita. Desiertos quedan los campos, desiertas las caserías que entre los robles blanquean en las montañas vecinas; que alegres mozos y viejos bajan al valle en cuadrilla. Los mozos bajan al baile, los viejos bajan á misa, pues el tamboril, en tanto que las campanas repican,
Página 237 - y arin-arin son títulos de bailes muy populares en mi país: la primera quiere decir adelante la mano, y la segunda aprisa, aprisa. 19. (Pág. 63.) Mi padre me da de palos porque quiero á un granadero y al son de los palos digo viva la gorra de pelo.

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