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DOCUMENTOS CURIOSOS

ESPADEROS ANTIGUOS SEVILLANOS

Juan bautista Rubio y Juan Romero espaderos. por nos y en nombre de los demas de quien tenemos poder dezimos que VSa tiene por vso y costumbre de tiempo. inmemorial a esta parte de elegir y nombrar en cada vn año. dos. veedores en el dho oficio de espaderos conforme á las ordenanças de VSa y del dho oficio los quales veedores siempre V. S. a nombrado e señalado. personas abiles y de confiança y buenos xptianos temerosos de dios y de sus conciencias para vsar el dho oficio como negocio que es de mucha confiança y agora es venydo a nuestra noticia que los senores diputados a quien cupo el nombramiento de los dichos veedores an nombrado a un juan de salas que bibe en la feria y a martin acosta espadero. que bibe. a santa catalina los quales son personas que no pueden ser veedores ni vsar el dicho oficio porque el dicho martin acosta fue veedor el

TOMO II

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año pasado y conforme a las hordenanças del dho oficio no lo puede ser vn año en pos de otro y demas desto es onbre y mancebo y acostumbrado a tener pendencias y quystiones y de tal suerte que porque vn oficial del dho oficio le dixo que honbres viejos y demas abilidad que el avia en el oficio para ser veedor se tomo con el y le dio vna herida en vn braço de que esta muy malo de lo qual si nescesario fuere daremos informaçion. y demas desto el dicho Juan de salas asymismo no lo puede ser por bibir lexos del trato y comerçio de la gente desta cibdad y apartado dello y pues en el dicho oficio ay muchos onbres onrrados abiles y de confiança para vsar el dho oficio y que biben en las calles y sitios que VSa siempre amandado que lo sean los quales son los siguientes

en la calle de la mar

xpoval de tordesillas
bartolome de lucena
luys de medrano
Juan bautista rubio.
Juan romero

Juan carrasco

cal de la sierpe

xpoval rodriguez
andres benitez
jorje gonçalez

bartolome rodrigues

todos los quales son personas honradas abiles y suficientes y en quien concurren las calidades que se requyeren y ninguno dellos lo pretende

pedimos y suplicamos a VSa mande quel dicho nombramiento questa fecho no se passe y que porque se haga justificadamente y sean veedores personas en quien concurren las calidades que se reqyueren de los que asy van nombrados. V.Sa mande que destos nombrados se elijan y

nombren otras dos personas para que vsen el dho oficio de veedores en lo cual demas de hazer serbicio a dios VSa nos hara gran bien e merced

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(1) Arch. mun. Escribanías de Cabildo siglo XVI. Tomo 8.0, letra H. En el índice del Archivo se halla clasificada esta petición al año 1568.-J. G. P.

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Todo este escrito, basado en el ceremonial de la Iglesia católica, respira humildad, como debía esperarse del que había dicho Dios y el hombre no caben en los corazones. Tenía que corresponder al pensamiento del que sobrepo. niéndose á sí mismo, supo contener los impulsos de su natural altivo, enseñando con su ejemplo á la nobleza sevillana, que la humillación es la mejor manera de engrandecerse (1).

Hoy que las ideas de igualdad, más expresadas que sentidas, tienden á nivelar las esferas, quizás aparezcan menos meritorios los actos de humildad de este virtuoso caballero. Pero las costumbres del siglo XVII no son las de

(1) Se omite publicarlo, porque lo han hecho todos sus biógrafos.

ahora, y se puede presumir que entónces tuvo su mérito no considerar como bajeza y fanatismo el que ilustres próce res sirvieran á mendigos repugnantes, considerándolos como amos y señores, porque reverenciaban en ellos á Jesucristo. Por eso, sin duda, tenía recomendado D. Miguel de Mañara que le asistieran en su última hora dos pobres de los más ancianos y venerables de la casa.

Se le amortajó con el hábito de Calatrava, y los caballeros de la órden, que eran hermanos, solicitaron como gracia conducir en hombros el féretro humilde de la hermandad, en que había dispuesto se le llevase á sepultar, sin caja ni tarima, ni nada que indicase vanidad ó lujo (1). Según su deseo, acompañaban al cadáver doce pobres con hachas, para que estuvieran cerca de sus restos aquellos séres que ocuparon constantemente su pensamiento. Sus sobrinos D. Juan Tello de Guzmán, marqués de Paradas, y D. Juan Vicentelo de Leca, Almirante general de la Real Armada y marqués de Brenes, con otros dos de sus deudos, presidían el duelo, siendo el oficio humilde y sin música. Las principales Comunidades tomaron á su cargo hacerle el novenario á que asistió el Arzobispo, y fué lo más notable que el Cabildo Metropolitano decidiera tomar parte en aquellas honras, cosa poco acostumbrada hasta entónces (2).

(1) El P. Cárdenas expresa de un modo muy elocuente el acto de la exposición del cadáver que duró tres dias. Estaba en el suelo y descalzo sobre una cruz de ceniza, y las pocas y muy altas personas á quienes se permitió la entrada en la sala, le besaban sus piés con reverencia, porque para ellos no era un misterio que había muerto en opinión de santidad.

(2) He aquí el acuerdo: <En este día el Sr. D. Luís Federigui, Arcediano de Carmona, propuso al Cabildo que atendiendo á las virtudes y ejemplar vida de D. Miguel de Mañara, y el fruto grande que con su ejemplo y su virtud avia causado; era bien que el Cabildo hiciese su demostracion de nombrar diputacion que diga la misa en sus honras; y aviendo dado lugar el dho, el Sr. Medina y todos los hermanos de la Charidad, hizo oficio de secretario D. Justino de Neves, el qual me certifica

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