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zó la obra, cuya descripción puede verse en el Diccionario de Cean Bermudez en el artículo de su autor (1).

N. 13

Con razón ha dudado Ponz que Juan de Herrera haya sido el autor de esta Sacristía. Consta que Diego Riaño Mro. mayor de esta Iglesia hizo la traza y diseño de esta obra juntamente con la de la sala capitular y sacristía

(1) A Juzgar por las puertas de que trata Matute y por los fragmen tos que se conservan de la antigua estantería, aprovechados en la existente, debió aquélla ser magnífica y ejecutada por mano peritísima, cualidades que no le valieron para ser destruida en 1820 año en el cual se construyó la que hoy vemos por el maestro Albiu que tuvo á bien aprovechar en su obra algunos restos con primorosas figuras talladas en alto relieve que son las que adornan los tableros de las puertas y frisos, bastantes á comprobar el mérito de la antigua estantería. Qué se hizo de las partes restantes, lo ignoramos, y bien merecían ciertamente haberse conservado con el mayor esmero posible, recordando la descripción que de ella hace Cean Bermudez. Dice así el inteligente crítico. «Ocupan éstos, (los cajones de la estantería) el ancho de los arcos del crucero y son uniformes en la arquitectura. En el medio de cada uno hay un cuerpo con columnas, con los cuatro evangelistas, en el del lado del evangelio y con los cuatro Doctores en el de la epístola, todos de relieve y en los extremos de cada cajón estátuas de profetas, colocadas entre columnas. Es admirable el adorno de estos gran des muebles, según el buen gusto de los grotescos, con figuritas desnudas, niños, bichas y otras mil cosas ejecutadas con mucha inteligencia de la anatomía y concluidas con suma prolijidad. Todo esto que calificó Cean de admirable se ha sus ituido con una sencillísima estantería sin más mérito que el del valor de la madera y los fragmentos aprovechados de la primitiva. Al mismo tiempo que aquel magnífico guardarropa pereció también por la ignorancia del Mayordomo D. Manuel Campos en 1818, un precioso bajo relieve de mano del afamado Guillén, que estaba en el medio punto del arco de entrada siendo después entregado á las llamas. No trataremos nosotros en este lugar de hacer un cargo al Cabildo por haber consentido en esta profanación, pero sí le aconsejaremos que para evitar en adelante la justa censura de los inteligentes, imite la conducta de sus antepasados, y no de intervención alguna en asuntos artísticos, á personas cuyos conoci. mientos no estén generalmente reconocidos. Esta incuria ha atraido algunas veces la indignación de los extraños y no pocas ha escitado la de los naturales (a).

En el tablero de medio punío de esta puerta estaba representada la muerte de Abel, pero fué quitado en 1818 por ignorancia del Mayordomo de fábrica y entregado á las llamas, privando á la Catedral de este digno adorno. Gonzalez de León. Noticia de los monumentos sevillanos tom. I. pág. 89.-J. G. P.

(a) Amador de los Ríos Sevilla pintoresca pág. 143.

que llaman de los cálices, las que fueron aprobadas por cabildo, Sábado 2 de Enero de 1530 (1). pero en 534, muerto Riaño, se le mandó á Martín de Gainza, aparejador de di cha Iglesia, que conforme á las antedichas trazas, formase un modelo de yeso, el que ejecutó en 535 y empezó las obras, habiéndose concluido la Sacristía en 1543, y no 534 como escribió Ponz. No obstante parece que después de esta fecha, se siguió trabajando en los adornos, pues consta que en 548, el escultor Danver, discípulo del Maestro Domingo, trabajó en piedra con otros profesores las medallas y adornos de dicha Sacristía, según consta de este Archivo.

N. 14 He dicho ya el autor de la cajonería, y solo debo añadir á este número que las dos pinturas de Murillo que representan á los dos Santos Arzobispos Leandro é Isidoro son retratos, el primero del Licenciado Alonso de Herrera, apuntador de Coro, y el segundo del Licenciado Juan Lopez Talaban, cuyas pinturas las ejecutó en 1655 por encargo de Don Juan Fedcrigui, Arcediano de Carmona.

N. 15 En 16 de Julio de 1698 adquirió el Cabildo una de las llaves de que habla Zúñiga en sus Anales (* fól. 17. N. 24) la que mandó que se uniese á la que poseía entre sus Reliquias, con fama de haber sido ambas

(1) Pueden aumentarse estas noticias con los siguientes autos capitulares que he copiado de los originales. -Viernes 28 de Junio 1529.-En este día los dichos señores administradores de fábrica mandaron al señor licenciado diego de ribera mayordomo de fábrica que fagan fazer e edificar la sacristia desta santa iglesia conforme a la traça que esta fecha por los maestros. A este auto sigue el que antes hemos publicado, lunes 15 de Noviembre de 1529 al tratar de la Sala capitular.

La fecha que cita Matute en que se aprobaron las trazas no fué la del 2 de Enero sino la del 22 del mismo mes y del citado año, cuyo auto capitular asimismo he trascrito».--J G. P.

Tomo I. fól. 43.

presentadas al Santo Rei Don Fernando en la entrada triunfante de Sevilla como en efecto se guardan juntas con veneración (*). Ponz solamente habla de una, á la verdad, la principal, y sigue la opinión que acerca de ella manifestó nuestro Analista, quien afirma, que habiendo sido examinada por varios eruditos, convinieron en que era la que el rei moro entregó con la Ciudad á San Fernando, para cuya solemne ceremonia había sido hecha. Torre Farfán (**) trata extensamente de ella y después de refutar otras opiniones sobre su origen conviene en que es la misma que los moros hicieron con el expresado objeto, sentencia que por algún tiempo siguió Argote de Molina, pero después, examinada mejor la materia, escribía que el día que el Santo Rey Don Fernando entró en Sevilla lo salieron á recibir.... el Aljamia de los judios que en ella moraban, y así como los moros entregaron al Rei las llaves de la Ciudad, así ellos entregaron la llave de la Fudería, la cual hasta hoi se ha guardado en la Sacristía, mayor de la Santa Iglesia. Esto puede confirmarse por la inscripción hebrea que contiene, la que según el mismo Argote fué declarada por el Dr. D. Diego de Palma, natural de Écija, teólogo grande, y muy versado en las lenguas hebrea, griega y latina. Verdaderamente no es muy verosimil, que aunque mediase tiempo suficiente entre rendirse la Ciudad y entregarse, estuviesen los moros en ánimo de primorear y pulir el instrumento de su eterna ignominia. La política prudente del Santo Rei era bien conocida de los judíos, los que desde luego quisieron lisonjearlo presentándole una llave que en tono profético señalase tan gloriosa conquista, y aún el mismo Torre Farfán se ve

Anales de Sevilla. Tomo 5. fól. 452.

(**) Fiestas de la Iglesia de Sevilla al nuevo culto de S. Fernando fól. 534.

obligado á conceder que aquella inscripción ó mote fué puesto por los Judíos (1).

N. 16 Entre las alhajas que aquí se guardan hay una cruz de Cristal de Roca trabajada por el platero Diego de Vozmediano, quien concluyó la antigua custodia de plata que tenía esta Iglesia y que se desbarató para que Juan de Arfe hiciese la que hoy existe. También se con

(1) Tiempo hace que estas preciosas llaves vienen llamando la atención de nuestros escritores, habiéndose discutido mucho su verdadero origen por unos, é interpretádose de vario modo sus leyendas orientales por otros. Si seguimos la tradición á partir del siglo XVI encontraremos que los cronistas sevillanos, copiándose unos á otros afirman la mayor parte que fueron entregadas á San Fernando por los musulmanes como señal de vasallaje cuando conquistó esta ciudad. Trasmitido este concepto de unos en otros, ha llegado hasta el presente como autorizado y de entero crédito, pero dentro de las exigencias de la moderna crítica, no pueden sustentarse tales opiniones faltando fehacientes pruebas que las robustezcan. Desconozco por completo documento alguno civil ó religioso que acredite y robustezca la tradición, que como antes dije no empieza hasta el siglo XVI, y en su virtud ni la acepto ni la niego, debiendo tenerse en cuenta al tratar de ambas alhajas que no ha faltado quien consigne que fueron enviadas á Alonso el Sabio por los Electores del imperio de Alemania (a) mientras el diligente D. Joseph Maldonado Dávila, dice que una de ellas fué remitida por el Pontífice Inocencio IV á San Fernando por conducto de su sobrino Micer Uberto (b). ¿En qué se han fundado estos escritores para asentar tal noticia? Tampoco he llegado á averiguarlo. El docto académico Sr. D. José Amador de los Rios, es de parecer que la de hierro fué obra de artífices mahometanos como parecen demostrarlo sus caractéres artísticos al estilo mauritano, conteniendo en sus guardas las leyendas Concidanos Alláh [el beneficio] de la conservación de la ciudad y también esta otra « De Alláh [es] todo el imperio y poderio La de plata trabajada al estilo mudejar ofrece en el borde del anillo de que pende el cordón esculpida en caractéres hebráicos rabínicos sin mociones las siguientes frases: Rey de Reyes abrirá: rey de toda la tierra entrará»: En la guarda, calada del: cadamente, con caractéres monacales estas otras: «Dios abrirá Rey entrará». El ilustre escritor arriba citado estima que pudo esta ó bien ser entregada por los judíos moradores de esta ciudad ú ofrenda del comercio maritimo al Santo Conquistador. No se han custodiado ambas en el Tesoro de la Santa Iglesia como lo comprueba el Analista Zúñiga, diciendo: «Otra llaue tambien notable aunque muy desemejante en la materia, que solamente es hierro, pero muy parecida en la traza y fábrica

(a) Collado-Historia de Sevilla M. S. en fól. Bib. Colomb,
(b)

Discurso histórico de la Capilla Real contenido en el tomo de MEMORIAS QUE TOCAN Á La Santa IgleSIA. Bib. Colomb. B 4.-449-28.

serva una estátua de San Fernando hecha por Pedro Roldán con motivo del nuevo culto concedido en 1671, la que estafó una hija de Juan de Valdés, eminente en esta parte de la pintura, de los que habla con digno elogio Zúñiga en dicho año de sus Anales (*). Ponz acuerda las pinturas que hay en los altares de las Reliquias, las que atribuyó á Diego Vidal el viejo, debiendo leerse el mozo, y además de los asuntos que señala debe añadirse que en el zócalo del lado del Evangelio hay unas Santa Catalina y Santa Inés, debajo del Calvario: y en el de la Epístola, donde está San Miguel que es copia de original del Rafael que poseía el Rei de Francia, están San Juan Bautista y San Pedro apostol, pinturas todas de excelente colorido y dibujo. El Racionero Vidal de Liendo aprendió la pintura en Roma y se enterró en su Iglesia de Sevilla en 10 de Agosto de 1648.

y caladas las guardas de caractéres Arábigos, que algunos entendidos en este idioma han interpretado del mismo sentido que la otra tiene oy en su poder en nuestra ciudad D. Antonio Lopez de Mesa Veintiquatro della; que la heredó de su padre y se entiende auer en lo antiguo estado en el Archivo de la ciudad con la mesma estimacion que la otra en el de la Iglesia y ser tambien de las que los moros ofrecieron á San Fernando que ni puedo afirmar ni negar aunque es mucho crédito de sus dueños. >

Consta pues de manera evidente que el Cab.o Ecco. poseía solo la de plata, y andando el tiempo obtuvo la de hierro por donativo que de ella le hicieron, Si fueron ó no algún día símbolo de la conquista de Sevilla no nos parece fácil probarlo con irrefutables testimonios, empero los estiJos artísticos que distinguen ambas se compadecen perfectamente con los que dominaron durante el siglo XIII.-J. G. P.

Fólio 807, y en la nueva Edición tomo 5. fól 243.

Cean en su Diccionario habla de Doña María Valdes, hija de Juan y monja de San Clemente que murió en 1730 pero no señala ninguna obra suya. Vease sobre esta estátua el artículo Roldan, (doña Luisa).

Se continuará.

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