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DESCRIPCIÓN DE CADIZ EN EL AÑO DE 1722 POR
D. GERÓNIMO PESSIO DE MENDOZA, (1)
OIDOR DE LA REAL AUDIENCIA
DE SEVILLA

SONETO.

Es Cadiz un Babel de confusiones,
Un fardo de la China presentado,
Breve terreno en golfos anegado,
Y una olla podrida de naciones;

Donde vive el honor en opiniones,
Donde pretende honores el pecado,
Donde vive el escándalo estimado
Y donde son las verdades maldiciones.
Es una mina abierta á los extraños,
Cerrada sólo al natural consuelo,
Agena dicha de los propios daños.
Vuelan sus edificios sin recelo
Por que todos pretenden con engaño
Llegar al cielo, sin buscar el cielo.

(1) D. Gerónimo Pessi de Mendoza, nació en Jerez de la Frontera en 1658. A los veintidos años de edad pasó á estudiar en la universidad de Sevilla la carrera de Cánones, en cuya facultad recibió los grados de Licenciado y Doctor respectivamente, en los días 27 y 29 de Junio de 1685. Fué protegido del marqués de Valparaiso, en cuya compañía pasó algunos años en Ciudad Rodrigo, hasta que obtuvo el cargo de Oidor de esta Real Audiencia. Fué muy aficionado á la poesía, y reunió todas sus composiciones en un tomo en folio de 106 hojas, á dos y á tres columnas, donde se encuentran todas las variedades del género poético. Poseo este precioso libro Ms. de letra del autor.-J. V. R.

LA SANTA CARIDAD

PARTE SEGUNDA.

I.

LOS BIENHECHORES QUE HAN CONTRIBUIDO Á CONSOLIDAR

ESTA OBRA DE MISERICORDIA

ADA más elocuente para explicar los progresos de la institución de la Santa Caridad, en la época del venerable D. Miguel de Mañara y en las posteriores, que traer aquí un ligero estracto de las fundaciones particulares que vinieron á formar ese centro donde reciben los enfermos, los transeuntes, los reos sentenciados á la última pena y los necesitados en general, auxilios de todas clases.

Por otra parte los que me han precedido en el estudio histórico de esta casa, fijándose en la figura del fundador, omitieron este exámen; y áun cuando yo no los censuro, si su objeto se dirijía á bosquejar el cuadro sublime de sus virtudes, como medio de impulsar el espediente de su beatificación, para que la anhelada declaración de santidad

TOMO II

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se informase en los hechos de su vida: creo no obstante que se debe algo á los piadosos varones que, inspirándose en los actos del Racionero Martinez de la Caridad, y más tarde en los de Mañara, contribuyeron á la obra, cuyo conjunto admira la generación presente.

El Protocolo de la Santa Caridad, (1) empieza por la mención del Patronato de la capilla mayor de su Iglesia, y dice que, D. Bernardo de Valdés Godoy, fundó una dotación con varias cargas, y recomendó á sus albaceas que si después de concluida la mencionada Iglesia permitía la Hermandad que se trasladaran sus restos de la del convento de San Alberto, donde se mandó enterrar, á la capilla mayor en el lado del Evangelio; se entregaran diez mil ducados de renta, además de costear los gastos del sepulcro. Así consta de su testamento cerrado y dos codicilos, que otorgó ante el escribano público Ambrosio Diaz en 29 de Abril de 1655. En el caso de que la Hermandad accediera á su deseo, como sucedió, designó para ejercer el derecho de Patronato á los nietos de D. Francisco de Valdés Godoy, su hermano, caballero del órden de Santiago, hijos de D. Antonio Ossorio de Guzmán y de D. Jerónima de Valdés, y por falta de éstos á otros parientes; disponiendo que si se extinguían sus familias, fuese Patrono el Hermano mayor de esta Santa Casa.

Fundó además una capellanía de misas y ordenó que anualmente se diera una limosna de pan.

(1) Protocolo general de toda la hacienda, capellanías, patrona. tos, dotaciones y legados píos, que tiene, paga y administra, esta piadosa Hermandad de la Santa Charidad de Nuestro Señor Xpto. en el año del Señor de MDCLXXIV. Tiene una alegoría con las armas de la Hermandad, pintada por D. Juan de Valdés Leal, y se formó por acuerdo, que autoriza al reproducirlo en la primera hoja, Mateo de Vitoria, hermano Secretario, expresando que los dos antiguos estaban muy diminutos y defectuosos y sin las claras noticias que eran necesarias para el buen gobierno y seguridad de la hacienda; fecha 13 de Mayo de 1.674.

Hernán García dejó un tributo de 55 reales de renta. en cada año, impuesto sobre una casa que poseía en 1619 Juan de León en la calle del Peral, que era horno de vidrio. Esteban Yande, de nación alemán, fundó un Patronato, según testamento y codicilo otorgados ante Juan de Tordesillas en 16 de Enero de 1596; fué de poca importancia para la casa.

En igual caso se encuentra la donación de Pedro de Tapia y Doña Mencía de Rojas su. mujer, ante Juan de Espinosa en 19 de Mayo de 1599.

Domingo de Carvajal, Arcabuzero y Da Luisa Perez de Rueda cedieron un tributo á favor de la Hermandad por escritura que autorizó Francisco Fernandez de Villalobos en 24 de Octubre de 1605.

Francisco Gutierrez de Molina, Jurado de esta ciudad y Da Jerónima de Zamudio su mujer, en un codicilo ante Alonso de Alarcón en 6 de Setiembre de 1629, cedieron otro tributo.

D. Ferónimo de la Barrera, en su testamento que autorizó en 31 de Enero de 1639 Alonso Rodriguez Muñoz, fundó una memoria de misas en la Iglesia de la Casa.

Antonio Pastor otorgó escritura de donación ante Lucas García Pisano en 16 de Junio de 1649, de un crédito, reconocido por el Consulado de S. M., procedente de varias cantidades que se habían tomado para apresto de galeones.

Otra donación de un juro que hicieron Lenfrán David y D. Margarita Noncarro, en 26 de Junio de 1649. Da Juana del Castillo, por su testamento ante Sebastián Lopez de Albarrán en 7 de Julio de 1649, dejó 5000 reales por una vez, para que todos los años se cantase una misa de requiem y otra fiesta de la Candelaria. Ampliaron la dotación D. María de Zurriago, mujer de Henrique

Yancen Tol y Antonio Henrique Tol, ambos hermanos de la Caridad con diez mil ducados.

El Licenciado Francisco Lopez Talabán, legó ante Juan Gallegos, en 7 de Abril de 1655, una corta suma, para que se aplicase á costear los entierros de los pobres. No llegó á tener efecto porque no dejó á su muerte bastante hacienda para cumplir esta manda.

Cesión de un juro, para dotar una memoria de misas, por el Capitán Juan Antonio Sota Zipa. Su testamento ante Tomás de Palomares en 17 de Agosto de 1656.

Una capellanía, no colativa, por el Capitán Francisco Rivero. El testamento lo autorizó Juan del Pino Alzola en 17 de Agosto de 1663.

Dotación de Pedro Fernandes, ante el mismo escribano, en 10 de Mayo de 1667, para aumento y conservación del Hospital.

Otra de Antonio Vajo de Zamora y Salaçar, en 10 de Agosto de 1667, por el oficio de Ambrosio Diaz escribano público, para regalo y sustento de los enfermos. Lo mejor de su hacienda tuvo encargo la Hermandad de distribuirlo entre las necesidades de los pobres que eligiera.

Luis Pando Henriquez, ante Francisco Lopez Castellar en 9 de Marzo de 1668, hizo donación de un pequeño tributo, para sustento de los pobres.

Francisco Días de Ibarra dejó en 9 de Setiembre de 1668, quinientos ducados, como consta del libro de acuerdos.

El Capitán Antonio de Lemos, siendo mayordomo tesorero de la Santa Caridad, hizo proposición en cabildo de 10 de Enero de 1672 espresando, que mediante á la licencia concedida por el Arzobispo don Ambrosio Ignacio de Spínola, para celebrar misas en el altar de la enfermería; si la Hermandad lo autorizaba, quería fundar una memoria

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