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lámparas de plata que penden de diferentes arbotantes, importando la cera 3.282 libras.

N.o 31. El remate antiguo, de que habla Ponz, con las cuatro manzanas, se arruinó por un fuerte terremoto en 24 de Agosto de 1396; habiéndose empezado el que ahora tiene la Giralda en 1560 y concluido en 568 por el maestro mayor Fernando Ruiz, natural de Córdoba, en cuyo tiempo se hermoscó la torre por la fachada del norte con algunas pinturas al fresco del famoso Luís de Vargas, las que, aunque muy deterioradas, existen, y son: una Anunciación de Nuestra Señora, San Isidoro y San Leandro y las Santas Justa y Rufina, en las que usó del ocre que se halla en la Cuesta de Castilleja. Costó lo añadido 50.000 ducados, todo lo cual consta de la descripción que de la citada obra hizo el pintor Francisco Pacheco, de cuyo tío el canónigo es la inscripción, que tan equivocadamente copió Ponz (1):

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MAGNAE. MATRI. VIRGINI. SOSPITAE. SANCTIS. PON TIFICIBUS. ISIDORO. ET LEANDRO. EMERGILDO. PRIN CIPI PIO. FOELICI. INLIBATAE. CASTIMONIAE ET.

(1) Dice Matute en el párrafo copiado, que el remate antiguo se arruinó de un fuerte terremoto en 24 de Agosto de 1396 y que el actual se empezó á construir en 1560. Ahora bien, en el espacio que media entre estas dos fechas, ¿cual fué el remate de la torre? Hace muy pocas semanas que una casualidad vino á darnos luz en este asunto. Es indudable que sobre la torre y á la altura á que ahora se levantan los arcos de las campanas, pero más reducido y en el centro, se levantaba un cuerpo, que bien puede ser el que en la actualidad contiene el reloj y en cuyo remate estaba colocada una campana. Así se encuentra representada la torre en el precioso escudo de una de las campanas existentes en ella, que tal vez fuese la que el dibujo representa. Algo más pudiera decir acerca de estas curiosas noticias, pero callo ante la promesa de mi respetable y querido maestro el doctor D. Francisco Mateos Gago, de describir la citada campana y otras notabilisimas de la misma torre, trabajo interesantísimo de que gozarán nuestros lectores tan luego lo permita la quebrantada salud de aquel ilustre escritor.-J. H.

VIRILIS. CONSTANTIAE. VIRGINIB. IUSTAE. ET. RVFFINAE. DIVEIS. TVTELARIB. TVR RIM. POENICAE. STRVCTVRAE. MOLISQVE. ADMIRANDAE. ADQVE. IN. CCL. PED. OLIM. EDITAE. IN AVGVSTIOREM. FACIEM. OPERE. AC. CVLTV. SPLENDIDIORE. EDVCTO IN SVPER. C. PEDVM. OPEROSISSIMO. FASTIGIO. AVSPICIIS. FERNANDI. VALDE SII. ANTISTITIS. PIEN TISS. HISPALEN. ECCLESIAE. PATRES. INGENTI. SVMTV. INSTAVRANDAM. CURARVNT. CVI. OB. PIETATIS. RES EGREGIE. COMPOSITAS. CAPITE DI MINVTIS. ADQVE. SUBLATIS. ECCLESIAE. ROMANAE. PERDVELIB. VICTRICIS. FIDEI. COLOSSVM. AD. V NIVERSA. COELI. TEMPLA. CAPTANDAE. TEMPESTATIS. ERGO. VERSATILEM. IMPONVNDVM. IUSSERE

ABSOLVTO. OPERE. A. INSTAVRATAE. SALUTIS.
CIC. I. LX. IIX. PIO. QUINCTO. PONTI. OPTIM.
MAX. ET. PHILIPPO. II. AVG. CATHOL. PIO. FOELI.
VICT. PAT. PATRIAE. RERVM. DOMINIS.

N.o 32. Es cosa bien rara que hasta ahora no se halle una copia exacta de dicha inscripción, habiéndose impreso en multitud de libros, los que, confrontrados entre sí, manifiestan lo bastante el descuido que han tenido los editores en trasladar su original. Ponz, no menos defectuoso que los que le habían precedido, y áun de los que le sucedieron, la copió por algunos de ellos, y áun dejó muchas dicciones y líneas en la piedra. Baste para carear su copia con la que presentamos, y se notarán sus defectos.

Ya Ponz, en el número 17, dijo, que Bartolomé Morel había hecho la estátua de bronce llamada el Giraldillo; pero olvidó hablar del reloj de esta torre, obra de Fr. José

Cordero, religioso lego de San Francisco, bien celebrado de los extranjeros por su exactitud, ejecución de sus piezas y adornos de buen gusto que contiene, el que empezó á servir en 7 de Diciembre de 1765, habiendo gastado en la obra nueve años. Zúñiga habla del antiguo reloj de esta torre, y el primero de campana, que se puso en España, á cuya colocación, en 1400, asistió el rey D. Enrique III, siendo Arzobispo de Sevilla, D. Gonzalo de Mena, en cuya hora de improviso, según el P. Mariana, se levantó una terrible borrasca de truenos, relámpagos y rayos que llenó de asombro la corte, y dió motivo á présagos juicios de futuros males, el que estuvo sirviendo hasta la colocación del actual.

N.o 35. En la nave del Lagarto, donde está la puerta de la Biblioteca, están hoy varios tribunales y ofici nas repartidas en las que eran capillas de la nave de San Jorge del templo antiguo, sobre cuyas puertas áun existen escudos de armas de las familias á que pertenecían. D. Pablo de Espinosa, en el Teatro de la Iglesia de Sevilla, fólio 73, dice hablando de las insignes pinturas de Luís de Vargas: «A un lado de la puerta de la capilla de San >> Cristobal está Cristo Señor Nuestro muerto en la Cruz sin > lanzada. Es imágen de gran devoción y milagrosa. Den>tro de esta capilla está la imágen de Nuestra Señora de >la Granada, de muy rica pintura». Sin duda es esta imágen de la que habla Francisco Pacheco en su Arte de la Pintura, fólio 35 en estos términos: «Hoy vimos la imágen » de Nuestra Señora de la Granada, original y antigua, >> pintada en la pared en el Sagrario antiguo aventajada<mente trasladada, á la que pintó al óleo en tabla Juan <<Bautista Vazquez, insigne escultor y pintor». Más nada de esto ha quedado, y aunque en la referida nave hay capilla dedicada á la Vírgen Santísima con el título de la Granada,

es su Imagen de escultura, y situada fuera de lo que se reconoce por ser sagrario antiguo,

Junto á esta capilla á dos varas y media del suelo y empotrada en la pared, hay una lápida en caractéres de los que llaman góticos, cuya traducción es la siguiente;

Aqui yace Pedro de la Cera, soldado catalán
castellano del excelentísimo señor Rey Al-
fonso, cuya alma descanse en paz. Murió á

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12 de las Calendas de Febrero en el año del
Señor 1265. Finó jueves 21 dias andados del

mes de Enero en Era de 1304 años.

Ponemos la copia exacta de dicha inscripción, que equivocadamente trasladó Zúñiga, para muestra del carácter mayúsculo del siglo XIII, debiéndose notar estar errado el año, pues la Era de 1304 corresponde al año de Cristo 1266, en el que efectivamente fué jueves el 21 de Enero, por lo que deberá leerse: finó ano domini M. CC. LX. VI. Este Pedro de la Cera parece fué uno de los conquistadores de Sevilla, el que, así como los demás caballeros tuvieron entierro en dicha nave de San Jorge, en la que, mirando al Patio de los naranjos, hay un púlpito de piedra, en el que han predicado San Vicente Ferrer, San Francisco de Borja, el V. P. Juan de Ávila, el P. Fernando de Contreras, el prebendado Porras, y en nuestros tiempos el P. Fr. Diego de Cádiz y otros varones apostólicos, por lo que se mira con particular veneración.

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Acerca de la Biblioteca Colombina ocurre mucho que decir, y á la verdad, no quisiera dilatarme.

(1) Al tratar Matute de esta insigne Biblioteca, confunde, como suelen hacerlo los escritores de nuestro tiempo, las dos antiguas Librerías que la constituyen: la primitiva, ó sea la Capitular, formada exclusivamente por el Excmo. Cabildo Eclesiástico de Sevilla, y la llamada Colombina, que en tiempos posteriores á la creación de la primera, se incorporó á la misma, hallándose con ella confundida, hasta que han sido separadas y colocadas ordenadamente en locales distintos, operación felizmente terminada hace pocos días. En la actualidad ocupa la Capitular tres extensos salones y la Colombina un elegante gabinete, costeado con explendidez por la regia munificencia y algunos estantes más de uno de los salones pertenecientes á la Biblioteca Capitular.

Algo se ha escrito, y no poco sigue escribiéndose de este doble establecimiento, justo orgullo de los sevillanos amantes de sus verdaderas glorias; pero, á nuestro humilde juicio, ni los antiguos, ni los modernos se han expresado con verdadera exactitud histórica. Aquellos, porque tomaron por datos seguros tradiciones mejor ó peor fundadas: éstos, porque, deján. dose arrastrar de preocupaciones apasionadas unas veces, y fiados otras en aquellas tradiciones inseguras, ninguno hasta el día se ha dedicado seria mente á desentrañar de los empolvados documentos antiguos la realidad de su fundación y las vicisitudes de su existencia secular, para escribir con copia de datos seguros y con crítica imparcial y severa una historia com pleta de la Biblioteca, que le agradecerían sin duda las personas consagradas á los estudios bibliográficos.

No cabe en las proporciones y objeto de esta nota publicar un trabajo acabado, ni presumimos tampoco de facultades para tan vasta empresa. Lo que únicamente nos proponemos es, reunir algunos datos que sirvan de aclaración á esta carta de don Justino Matute, á fin de que los lectores de buen juicio y desapasionados puedan disipar falsos conceptos y errores muy difundidos en nuestros días.

(Se continuará).

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