dejando el nombre y gloria que Fabricio: cumpliéndose estas ciertas profecías, sucederá en su bélico ejercicio un hijo, que, heredando oficio y nombre, á la Cueva dará inmortal renombre. > XII. <Ensanchará este de Ubeda el distrito, con claros hechos de inmortal memoria, igualando al valor del padre invicto, que sea glorioso de su gloria: ¡Oh jóven! cuyo número infinito de hechos cantará la eterna historia que de tí nos promete el venturoso siglo por tí dorado y glorioso. >> XIII. «Un claro sol, que lo será, y del mundo honor, y de la fé firme coluna, terror de las deidades del profundo, y ejemplo de constancia en la fortuna: un D. BELTRÁN será hijo segundo del vizconde de Huelma, que la luna eclipsará del pérfido profeta con sangre de los ciegos de su seta. » XIV Duque ha de ser este intitulado de Alburquerque, por línea verdadera, y tu excelente nombre celebrado por él y el suyo excelso en la alta sphera: y en esto ordena el no entendido hado, que en Ubeda está el trono, que se espera de tu linaje, y el blasón ilustre de la Cueva, que al mundo dará lustre. » XV. «Advierte en la memoria que te hago, de quien promete el cielo honrosa historia, así por ser de moros cruel estrago como por ser dignísimo de gloria: Maestre vendrá á ser de Santiago, del rey Enrique toda la memoria, que su valor no aspira á ménos puesto, ni es lo que dél se espera sólo aquesto. »> XVI. «Siéndoles dados dones tan gloriosos, títulos y lugares preeminentes, dejará de los hombres temerosos el puesto, é irá do hay almas excelentes: XVII. «DON FRANCISCO FERNANDEZ DE LA CUEVA será el mayor, y el que será heredero del estado, y de aqueste el hado aprueba lo que en otra ocasión decirte espero: á DON ANTONIO, en la memoria lleva hijo segundo, y será el tercero DON IÑIGO, en quien veo la grandeza de su padre, y del cielo la largueza ». XVIII. << Será el cuarto varón de los que digo, DON CRISTÓBAL, y gloria de su nombre, defensa de la fé y del bando amigo, escudo y vida eterna á su renombre: veráse apreso del bárbaro enemigo; y sin que miedos su valor asombre, cual el fuerte Aristómenes pedazos hará cuerdas y guardas con sus brazos». XIX. «El quinto hijo que hará gloriosa su edad, y al nombre tuyo que no acabe, que de España la fama sea famosa, y al que nunca la vió su gloria alabe: será DON PEDRO, en cuya artificiosa lira, cuanto en Minerva y Phebo cabe, se hallará con excelencias tales, que excederá los límites mortales». XX. «En dos sillas reales veo sentadas las dos hijas, y el eje de fortuna. clavado, y en la cumbre sublimadas donde si ellas llegara ninguna: DOÑA URIANDA, en cuyas acabadas excelencias, será en el mundo una, DOÑA MAYOR en obra semejante al nombre en cuantos hay del Gange á Atlante». XXI. Por Juez de Baeza veo presente á DON GIL DE LA CUEVA, que al romano XXII. «Quien á la cumbre de virtud gloriosa llegará á verse en levantado asiento, será DIEGO FERNANDEZ, que famosa la Cueva hará, y de dioses aposento; á JUAN SANCHEZ su hijo, cuya honrosa alabanza será en tu acatamiento dignísima, y con él su claro hermano DIEGO FERNANDEZ, hércules cristiano». Se continuará. HISTORIA DE LA ACADEMIA DE LETRAS HUMANAS DE SEVILLA, DESDE SU ESTABLECIMIENTO HASTA EL IO DE MAYO DE 1799, POR D. FÉLIX JOSÉ REINOSO, ACADÉMICO Y SECRETARIO DE LA MISMA. A aplicación y celo de unos jóvenes estudiosos, reunidos para adelantar en el cultivo de las letras, merecerá sin duda el aprecio de los hombres sábios; mas la historia de tales juntas privadas no parecerá un objeto bastante digno de su atención. Las sociedades de literatos ya formados, las Academias públicas, los Congresos de los profesores de las ciencias son los establecimientos que importa conocer á un filósofo, bien quiera acrecentar sus noticias, bien valuar la sabiduría de las naciones. Estos cuerpos así erigidos y autorizados del gobierno, influyen altamente en el gusto del público estudioso, y suelen dar la norma y como el tono á una centuria de literatos. Mas una junta escondida de jóvenes, atentos sólo á su aprovechamiento particular ¿qué movimiento puede ocasionar en la república de las letras? |