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La lista de los jefes que propuso Santa Anna para escoger al que se encargara de la comandancia militar es la siguiente:

Lista de los Gefes que pueden desempeñar la Comand" Gral int" de esta Provin

GEFES DE LA GUARNICION.

Coronel graduado Teniente Coron' Mor. D. Francisco Arce.
Coronel graduado Teniente Coronel.. D. Santiago García.
Coronel graduado Comt de Escuad".. D. José Marquez.
Teniente Coronel...
D. Pedro Baldez.

Comandante de Batallon.

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D. Mariano Noriega.

GEFES DE LA Divi Expedicion de Ver

Coronel graduado, Tenit Coro' Mor.. D. Vicente Bargas. Teniente Coro' Mor

Comandante de Batallon.

Potosí y Mayo 14 de 1823."

'... D. Ign Toro.

D. Bernardo Vidal.

Naturalmente contestó la corporación que ni estaba en sus facultades hacer el nombramiento de que se trataba, nî en ningún caso lo haría acertado, toda vez que no tenía conoci miento personal de los jefes propuestos; que lo que le parecía debía hacer era que él, como jefe de mayor graduación en la plaza, desempeñara el cargo de comandante general.

A

CAPITULO XII.

SUMARIQ.

Santa Anna da un banquete en Bracamonte á los batallones rivales.-Terrible riña con que terminó.-Comunicaciones cambiadas entre el Ayuntamiento y aquel general.--Pronunciamiento de Santa Anna por el sistema federal.-Plan que proclamó.-Lo rechaza el batallón número 12. -El Gobierno de México manda al general Armijo á reducir al orden á Santa Anna. -Actitud de la Diputación provincial de San Luis. -Acuerdo del Congreso general en honor de dicha Diputación.-Llegada de Armijo & S. Luis.-Salida de Santa Anna para México.-Proceso que se le formó.-Informes del Ayuntamiento y de la Diputación provincial.-Disposiciones del Congreso general.-Diputados por San Luis at nuevo Congreso.-Gabinete público de lectura. Estado de las escuelas particulares que había en la ciudad.

Las rivalidades entre los cuerpos de Santa Anna y el 12 continuaron cada día en aumento, poniéndose del lado del último el pueblo de San Luis y principalmente los vecinos de Santiago. Santa Anna, con el fin de ver si se conseguía una reconciliación entre la tropa, dispuso darle una comida en la Alameda de Bracamonte, la que fué adornada con gallardetes y lazos con colgaduras de uno á otro de los árboles. Presidieron la comida los respectivos jefes de los cuerpos, aren: garon á la tropa y al terminar aquella, hicieron que los soldados se confundieran, se abrazaran y pasearan á lo largo de la Alameda en grupos amistosos. Cuando menos se esperaba, y que los jefes estaban complacidos platicando sentados debajo de uno de los árboles, se inició la cuestión en uno de los grupos de los soldados paseantes, propinándose soberbios, mojicones. Inmediatamente cundió la riña en toda la tropa, siendo aquella Alameda á los pocos instantes teatro de la más feroz contienda. Llovían pedradas en todas direcciones, y los

cuchillos, que seguramente llevaban ocultos los soldados, brillaban en sus manos causando muertes y heridas en abundancia. Por fortuna, mientras que uno de los oficiales corrió al cuartel, á llevar tropa para reducir al orden á los pleitistas, los jefes y oficiales que habían quedado en el paseo lograron, mezclándose entre la tropa, empezar á separar á los del 8 de los del 12, de suerte que cuando llegó el auxilio armado ya hubo poco que hacer para contener la riña. De allí mismo cada coronel con sus oficiales se llevó á sus respectivos soldados para sus cuarteles, y los de artillería levantaron seis muertos y diez y seis heridos y contusos llevándolos para el hospital.

El día 5 de Junio descubrió ya Santa Anna el verdadero objeto con que había venido á San Luis. A las cinco y media de la tarde se formó la tropa de Santa Anna frente al cuartel en que estaba alojado el 1. Revisaron los fusiles, se repartieron piedras de chispa y cartuchos, montaron y cargaron la artillería, y en columna se dirigió la brigada á la plaza principal, formó en batalla y uno de los oficiales de órdenes leyó una proclama de Santa Anna en la que decía que el objeto de aquel movimiento era proclamar la República federada. Después pasó el comandante Argüelles al cuartel del 12 que estaba en el ex-convento de los jesuitas. Comunicó al jefe la orden de Santa Anna para que se formara el cuerpo á fin de darle lectura al documento que llevaba. Hecho así, el mismo Argüelles leyó la proclama de Santa Ana, pero toda la tropa, por aclamación, se negó á tomar parte en el movimiento. Los jefes hicieron lo mismo y posesionándose de las torres de las dos Iglesias y de la azotea del convento, se dispusieron á resistir cualquiera agresión de Santa Anna. Con tal motivo la ciudad se alarmó, las familias abandonaban precipitadamente sus habitaciones, trasladándose á puntos donde creían tener mayor seguridad y el comercio cerró sus puertas: Los pueblos de las villas, sabedores de la actitud que había tomado el 12, ocurrieron en gran número en su auxilio armados con machetes, garrotes, cuchillos y piedras gritando: ¡Muera Santa Anna y su tropa! Viendo aquel jefe que el ba

tallón número 12, no se unía á su brigada en el movimiento político fué personalmente, acompañado de sus ayudantes, al cuartel de la Compañía, arengó al batallón y le explicó el objeto de su pensamiento, Los soldados de ese cuerpo, en lugar de convencerse y de acceder á las instancias de Santa Ana, volvieron á sus jefes inmediatos diciendo que ellos no se pronunciaban. Santa Anna declaró allí que no intentaba violentar á los fieles soldados de la Nación, que tanto el 12 como las tropas de su mando tenían un mismo objeto que era el de defender el sistema federal, pero como éste no estaba todavía reconocido en todo el país, el propósito que él tenía era de formar un ejército protector de ese sistema, para ocurrir en su defensa á donde fuera necesario; dijo á los jefes del batallón que mandaran retirarlo y que él iba á hacer lo mismo con sus tropas que estaban en la plaza. Al salir Santa Anna del cuartel el pueblo que estaba en gran número en la plaza de la Compañía gritó en su presencia: ¡Muera Santa Anna! ¡Mueran los judíos jarochos! ¡Viva el 12 de infantería! El pueblo se dió asimismo el nombre de número 13 permaneciendo toda la noche en frente del cuartel. Las tropas de Santa Anna y el 12 la pasaron con las precauciones necesarias en sus respectivos cuarteles.

Antes del anochecer hizo Santa Anna circular su plán concebido en los términos siguientes:

"Cuando en union de los benemeritos patriotas y dignos conciudadanos militares que me acompañan, tomé las Armas para extinguir la tirania del ilusorio gobierno de Iturbide dando la memorable voz de Libertad el 2 de Diciembre del año pasado, toda mi idea, toda mi dedicacion, todo mi anhelo fué poner á la gran Nacion á que pertenesco en el entero goce de este mismo suspirado bien, y en un rango cual es acreedora, y en el caso de que mis amados conciudadanos pronuncien sin trabas, y con energía los sentimientos que les dictara su loable entusiasmo.

Tengo aún la satisfaccion de estar á la cabeza de aquellos valientes que pospusieron su existencia á la felicidad de la Patria, que sostubieron constantes tan sagrado objeto á cos

ta de privaciones, sangre y sacrificios, y que decididos entu-ciastas, á nada mas aspiran que ver colmados sus activos deseos, y verificados sus ardientes votos.

Identificados estos con los mios, y tendiendo todos á nuestro comun bien, dilinquiriamos ante el recto Tribunal de la razón, y el imparcial de la opinion publica si en las criticas delicadas circunstancias que se presentan de golpe á la vista del ciudadano celoso de la prosperidad general, no demostrasen con sinceridad, pureza y vigor sus laudables pensamientos,

El actual Soberano Congreso, á consecuencia de solicitud de las Provincias, ha decretado con lugar la nueva convocatoria de Diputados para que formen el siguiente que debe constituir la Nacion. ¡O quanto campo se presenta para nues. tras juiciosas reflexiones! Ambicionamos Leyes con ansia: Suspiramos por que se declare siquiera la forma de gobierno que nos ha de hacer venturosos, y en tal estado se nos presenta un nuevo obstaculo para conseguir tan arregladas pretenciones. A nadie se oculta el interbalo necesario que debe mediar para que se reuna el nuevo Congreso. Todos conocemos que existen todavia partidos que abrigan en sus emponzoñados corazones los enemigos de la Nacion. Es Notorio al Publico el escandaloso hecho que se fraguo el año pasado á fabor del tirano Iturbide precisamente en igual estado que el actual, y ¿quien nos responderá de que no pueden intentar repetir ó adoptar los antiliberales un medio para envolvernos en males de consideracion? No podemos si, no. podemos ver con indiferencia el lastimoso cuadro que se presenta ante nuestra agitada fantasía. Escarmentados de pasados lances, estamos resueltos, si, muy resueltos á que jamas se repitan, á que se guarde á la Nacion el decoro que se me rece, y á los dignos hijos de ella sus indisputables derechos.

Por lo mismo. y sin que en ningun tiempo puedan persuadirse mis amados Compatriotas [por quienes tantos sacrificios he prestado gustoso] que mi fin es ni puede sér constituirme en legislador para lo que caresco del poder de ellos mismos, y de los talentos necesarios; hé resuelto, llebando

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