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El Dr. Villalobos, Presidente de la Audiencia de Guatemala, á S. M. el Rey sobre el estado de esta Audiencia.

SANTIAGO DE GUATEMALA, 15 DE MAYO DE 1573 (1).

Y

C. R. M.

o llegué á esta provincia de Guatemala, donde Vuestra Magestad me hizo merced de mandar la

venga á servir de presidente y gobernador, á principio de quaresma, y luego fuí á visitar las caxas de la Real Hazienda, á donde se hallaron como ocho mil ducados en plata y reales, y otros doze mil en joyas de oro y pieças de plata, questaban empeñadas de dineros que se debian á la caxa y cédulas y escripturas, segun paresce por el inventario que vá con esta, á donde se hallará todo por menudo. Puse toda la fuerça posible á que se cobrasen, para enviar lo procedido á Vuestra Magestad por via de la Nueva España, porque en el puerto de Cavallos no avia naos en que poder enviar dineros, porque tres ó qua. tro questaban eran de poco porte y sin ninguna defensa, y

(1) Ubi supra.-AUDIENCIA DE GUATEMALA.-Cartas y expedientes del Presidente y oidores.—Años 1529-1573.

á los primeros dias de março tuve noticia de la Nueva España que se hazia la flota á la vela por todo él, y enten diendo que la plata no podia llegar antes de ser partida, se dexó de enviar. De oy más, siendo el Señor servido, se podrá enviar en cada un año razonable cantidad de dine ros, y para que vayan seguros y sin mucha costa, podria Vuestra Magestad mandar venir de la Habana un navío de armada de los de Pedro Melendez para llevar este dinero, que por la Nueva España es largo el camino y no en todos tiempos se puede andar sin dificultad.

2. El almoxarifazgo, ansí de la mar del Norte como de la mar del Sur, se impuso por la órden de la Nueva España y se va cobrando; yo e dado orden como cada cuatro meses se traiga á esta caxa de Guatemala lo que se oviere cobrado en Çonçonate y en los demás pueblos de aquella costa, para quitar los inconvinientes de tratar con el dinero, y ansí procuraré se cumpla.

3. Los oficiales de vuestra Real Hazienda no avian dado quenta este año, aunque está mandado que en los dos primeros meses de enero y febrero las den, y ansi procuré luego se tomasen; algunas resultas que en ellas huvo se determinaron. Hízose alcançe de algunas partidas que avian pagado sin especial comision de Vuestra Magestad, las quales no se pasaron en la quenta; meterse ha en la caxa con toda brevedad.

Las quentas van con esta. En la caxa y despacho de los oficiales no ay el recaudo que conviene, de oy más queda asentado con ellos que guarden la instrucion que guardan los oficiales de la ciudad de México, y algunas cosas que allá no estaban bien aquí se asentarán, porque como yo he sido juez de quentas con Martin de Yrigoyen, contador por Vuestra Magestad de la Nueva España, tengo buena noticia del recaudo ques necesario poner en la Hacienda de Vuestra Magestad, y ansí se porná sin aver descuido é se

enviará cada año, siendo Vuestra Magestad servido que aya navío, y cuando no lo oviere, por la Nueva España con tiempo.

4. Ansí mismo conviene quel. tesorero y la caxa estén en estas casas reales, que la hallé en una casa al cabo de la ciudad y poco segura, y los tributos y mas bienes que se venden en el almoneda, andan con ellos por las calles. Si Vuestra Magestad es servido, un quarto destas casas está caido, y se puede rehazer, y este será para el tesorero. Aunque la casa es muy estrecha y mal traçada, se dará órden por la necesidad que ay dello; como esté allí serán menester hasta dos mil ducados para acabar este quarto y ponerlo en orden de tesoreria. Conforme á la ordenança an de bivir los oidores que cupieren en las casas; entiendo reciben disgusto que se les quite aquel aposento; será ne cesario Vuestra Magestad envie á mandar que, sin embargo de la ordenança, el tesorero y las caxas estén en estas casas. Vuestra Magestad provea lo que más su servicio sea.

5. Una fragatilla vino por el mes de hebrero, por la costa de Veragua, á la boca del Desaguadero; venian en ella treze ingleses y traian diez y ocho versos y dos tiros de campo mayores, bien á punto de guerra; tomaron qua tro fragatas que salian de la provincia de Nicaragua, de la ciudad de Leon y cibdad de Granada é iban á vender galli. nas, maiz y otras cosas al Nombre de Dios. El jueves santo en la tarde llegaron estos mismos ingleses con una fragata y una zabra y batel á la Guanaja, que es una isla junto á la ciudad de Truxillo; trayan por piloto un Antonio Vaez, portugués, y dos españoles, que los avian tomado en el cabo de Camarón, questaban entre los yndios captivos siete años avia, que avian ydo en compañía del Licenciado Ortiz á la Taguzgalpa y alli se avian quedado perdidos, y estos dieron á entender á los ingleses harian con los yndios de la isla que les diesen mantenimientos y lo que oviesen.

menester; y en viéndose en tierra se alçaron con los yndios, y los yndios los traxeron en una canoa á Truxillo, á donde al presente están, y de Truxillo salieron quarenta soldados en un navichuelo en busca del inglés; dizen no averle hallado, y que se avian hecho á la vela á la vuelta del Norte; yo avia escrito al cabildo estuviese sobre aviso para ofendellos si por allí viniesen, y avisé el puerto de Cavallos estuviesen á punto, advirtiéndoles que entendia venian á hazer daño á aquel puerto, y ansí lo traian determinado de entrar en el Golfo Dulce y robar ciertas casas de españoles questán en el desembarcadero, donde ay cantidad de vinos y mercaderías. Tenerse ha cuidado de poblar algunos yndios en parte donde puedan dar aviso, si algunos barcos preten. dieren entrar donde aquellas casas de españoles están, porque siendo avisados se puedan defender.

6. Viniendo de la Nueva España, pasé por la provincia de Soconusco, y los caciques y principales della se agraviaron de muchos malos tratamientos que dezian avian recebido, de diez años á esta parte, de los alcaldes mayores que a avido en aquella provincia, diciendo que por su desórden y condicion se iban acabando y estaban pobres. Con ser una de las mejores provincias que avia en la Nueva España y Guatimala, solamente avian quedado en ella mill y ochocientos yndios, porque los alcaldes mayores avían venido siempre con necesidad y se favorecian de los dineros de los tratantes en la provincia y cobraban el cacao dellos, como partes y jueces, y con licencia que traen que no les tomen residencia, entienden están amparados para hazer su voluntad; parésceme que si entendiesen que se les podia tomar, no viviendo en la órden que conviene, vivirian más recatados, y esto mismo debe ser en las demás provincias do se proveen alcaldes mayores de España. Vuestra Magestad proveerá en ello lo que más su servicio fuere.

7. Hasta aquí se solían proveer los yndios que vaca

ban por sola la relacion que hazian los que los venian á pedir, y ansí se han proveido algunos de personas questaban vivas y proveido otros; agora se da mandamiento para que se apregone en la provincia donde vacan, como aquellos yndios están vacos, y las personas que pretendieren derecho acudan dentro de veinte dias con sus méritos y calidad, para que conforme á ellos se provean en el que mejor los mereciere y mejor lo ovieren servido. An recebido desto contentamiento los pueblos á donde se a hecho; entiendo se animarán á vivir virtuosamente y á servir con más ánimo con esperança del premio. Esta órden terné si Vuestra Magestad no manda que haga otra cosa.

8. En la provincia de la Verapaz a nombrado Vuestra Magestad por obispo á D. Fray Tomás de Cárdenas, y conforme á la tasacion que agora se acabó de hazer, ay en ella tres mill y ochocientos y sesenta y cuatro yndios, y tan poca gente ocúpanse en ella un alcalde mayor, que provee Vuestra Magestad, con trezientos mill maravedis de salario, y un perlado con quinientos mill, y más la costa que hazen los religiosos. Los réditos de la provincia no alcançan á pagar estos gastos. Podríase escusar el alcalde mayor y el perlado y bastaba allí un corregidor que se le diesen trescientos ó quatrocientos pesos, y la jurisdicion se podria partir entre los obispos desta ciudad, y Chiapa, y Honduras por cercanía, y caerles muy a cómodo; y al questá eleto de la Verapaz, con darle uno destos obispados se cumple. V. M. proveerá en esto lo que más su servicio fuere.

9. El obispo de Nicaragua llegó á su obispado por hebrero deste año; vino desde Panamá en una fragata; dizen es ombre cuerdo y de buen trato. Plega á Dios le tenga de su mano para que la codicia de la tierra no le dañe.

IO. A primero de mayo deste año recebi dos cartas de la ciudad de Trujillo, una del Licenciado Palacio, que viene por oidor á esta Audiencia, y otra de Don Diego de He.

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