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precio lo que ellos hacen para su sustento, y ocúpanlos con sus grangerías, no dándoles lugar á que hagan lo que les conviene. Seria mejor darles este salario por ayuda de costa y descargar los naturales deste trabajo, aunque despues que en esta tierra estoy no e visto corregidor que por sus servicios y de sus pasados lo merezca.

Por otra cédula de V. M., se me envió á mandar contase los pueblos de yndios y españoles desta provincia; va con esta la quenta dellos, teniéndolos contados sin aver para qué, pues V. M. tiene aquí governador que le sirva con tanta fidelidad y verdad como los que puede enviar la real Audiencia de Guatemala. Pidió el tesorero le diesen juez, á costa del real aver de V. M. para contallos, yo le requería no hiciese costas del aver de V. M. ni comunidades de los yndios, y protesté fuese á su costa y no de V. M.

Los salarios que aquí se pagan de lo tocante á las qüentas del real aver de V. M., es solo un contador, y á este se le suele dar treynta pesos, aunque por el Audiencia real de Guatemala se a crecido este salario, yo no lo e pasado ni pasaré en quenta; al escrivano se le paga lo escrito, y de su ocupacion veinte pesos; á los coxedores de las alcabalas se les dá seis por ciento; no se pagan otros salarios ningunos tocantes á esto.

En la ciudad de Leon ay seis regidores; los perpétuos son los oficiales reales y Felippe de Baldotano, por merced que V. M. le hiço. Por razon que los oficiales reales tienen mano para elegir los alcaldes hordinarios y demás regidores, tienen la tierra opresa y aunque aya algunos casos contra el real aver de V. M., no se puede averiguar, porque los testigos con quien se entiende averiguar esperan ser elegidos en los dichos oficios, y porque por las qüentas y provanças constarán no digo mas en esto. Ay un escriva. no público y del cabildo; los mismos oficios ay en Granada y en la Nueva Segovia tres regidores, y en el Realejo otros

tres, y alcaldes hordinarios que todos son añales y ningu no perpétuo, ecepto los tres de Leon, ya dichos.

La tierra, vezinos y naturales son muy molestados de tres á tres años, que viene un Oydor á visitar la tierra, que todas las vezes que á ella viene, por la mucha pobreça y miseria de ella, con los muchos salarios y gente que consigo trae, que ordinariamente sacan tres mill pesos della, queda destruida, hasta otra visita que queda de la misma manera; podríase escusar por los governadores que V. M. aqui tuviere, están obligados á hazerlo sin salario.

Ansi mesmo españoles y naturales son gravemente vejados con los muchos jueces que ordinariamente la real Audiencia á esta provincia envia con ecesivos salarios. Rescebiria particular bien y merced que en todos los casos que no son de corte no conosciese la real Audiencia, si no fuese en grado de apelacion, y que los procesos no se llevasen originales á ella, que de llevallos resulta los delinqüentes huirse de las cárceles, irse á la real Audiencia y llevarse los procesos originales, quedarse sin castigo ó por no aver quien los vaya á seguir ó por hundirse ó falsarse los procesos, y desta manera la justicia destas partes es tenida en poco, porque cometiendo qualquier delicto, dicen, «ay está el Audiencia,» y de esta manera se an quedado en esta tierra muertes sobre pensados hechos sin castigo y por llevar á devida execucion el pecado nefando. He dicho esto por lo que al descargo de mi conciencia y servicio de Dios y de V. M. debo, pues yo no soy propietario en este oficio en ello no me va interes. Por los traslados de las inhibitorias que con esta van constará á V. M. como se executará la justicia y en que será tenida.

De los bienes de Juan Alonso, que por cédula de V. M. se me mandaron cobrar, no avia quedado mas que un negro, que por estar cinco años y más huydo no se lo llevó Juan de Vera con los demás que cobró por provision de Guate

mala, el qual yo hize prender y se vendió en almoneda por ciento cinquenta pesos de plata corriente; van en estos navíos de Honduras registrados.

Ya á V. M. le consta con la mucha costa, trabajo y peli. gro de mi persona, muertes de mis deudos y solicitud he servido á V. M. y poblado dos ciudades, pacificado la tierra y aumentado la santa fée catolica en Costa-Rica, y que por el mal tratamiento que de la real Audiencia que reside en Guatemala se me ha dificultado lo posible el servicio de V. M. y el cumplir las capitulaciones que por mandado de V. M. tomé en el Real Consejo, no obstante lo qual las tengo cumplidas, ecepto poblar una cibdad en el medio de la tierra, la qual voy agora á poblar y llevo la gente que en esta tierra he podido allegar, no con poca costa.

Atento á lo qual y á la fidelidad con que siempre he servido á V. M., suplico en lo que por mi se pidiere se me haga la merced que como vasallo de tan poderoso, benigno y misericordioso Rey y Señor espero y mis servicios lo

merecen.

Nuestro Señor la Católica y Real persona de V. M. guarde, con el aumento de vida, salud y reinos y señoríos por muchos y muy felices años como V. M. merece y la cristiandad a menester y los vasallos y criados de V. M. desea mos. De Granada y de Março diez y ocho de mill y qui nientos y ochenta y dos años.-C. R. M.-Besa los pies y reales manos de V. M. su vasallo y muy humillde criado.

DIEGO DE ARTIEDA.

Fray Pedro Ortiz á S. M. el Rey.

GRANADA, 6 DE FEBRERO DE 1583.

C. R. M.

P

OR otras que á V. M. tengo escritas he dado quen. ta del subceso que a abido en la fundacion de los coventos que en esta provincia de Nicaragua he fundado, con los treinta religiosos que por órden de V. M. vinieron conmigo de España, y siempre la daré de lo que entendiere convenir al servicio de Nuestro Señor y V. M. y bien de estos naturales, así por estar tan descuidados de la vista de V. M., como por averme V. M. mandado de siempre aviso de lo que conviene al servicio de Nuestro Señor, y para lo que de presente tenemos mas necesidad. Para la obra de la conversion de los yndios de Costa-Rica y poblar las cassas que siendo provincial fundé en Honduras y Nicaragua, un religioso enviamos para este hefecto á España, no a venido; V. M. lo mande despachar y dar el recaudo necessario, porque de los religiosos que vinieron en mi compañía an quedado ya muy pocos, y algunos ya muy cansados, que conviene sacarlos desta tierra por la falta que en ella ay de lo necesario y de salud. En la provincia de Costa Rica ay mucho desórden, quanto al servicio personal de los yndios, porque los espa

ñoles se sirven dellos como de esclavos, así los que están bautizados como los que están catetizándose, cargándolos con cargas eccesivas, dende donde viven al puerto, que de algunas partes ay mas de treinta leguas; y por estos malos tratamientos que los yndios reciben huyen de nosotros, por que por averlos asegurado y ellos fiádose de nosotros an venido á esta servidumbre, y como la tierra es fragosa tienen aparejo para se esconder, y ansí los andamos buscando como caçadores la caça.

En el Realejo se ha hecho un galeon y se está haziendo otro, las mejores pieças que se an visto en la mar del Sur; a costado á V. M. mucho y á los naturales más, porque an muerto en la obra muchos, por el mal órden que an tenido los que an tenido á su quenta la fábrica dellos, porque la cobdicia, que es principio de toda maldad, a inventado invenciones del demonio y dado órden como algunos ayan granjeado méritos con V. M. y dineros para sí, reteniendo el dinero en sí, y comprando con él cacao y chilacaste, con que an pagado á los yndios algunas pagas, comprándolo por quinze y dándolo por veynte, y otras vezes dándoles plata de la tierra á diez reales el peso, valiendo comunmente á ocho reales, y quedándose con dos reales en cada peso; y atrévome á dezir, que de más de trezientos mill to stones que V. M. a gastado en esta obra no an venido á poder de yndios cinco mill, de lo qual se sigue huyrse el yndio de la tierra y dexar la muger y hijos; y tanto es esto verdad que porque no se acabe de despoblar la tierra an tenido puesto un alguazil para que en la entrada detenga á los que se van. Atrevo á dezir á V. M. que si oviera avido el ór den que conviene, que con la quarta parte ménos de lo que V. M. a gastado se oviera hecho la obra y la tierra estuviera rica, y los yndios muy contentos, los quales el dia de oy estan por pagar todos quantos en la obra an entendido, porque aunque les an pagado en la forma que

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