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Felipe Gutierrez en Veragua.

Apéndice á la pág. 89.

La Vireina de las Indias Doña María de Toledo al Consejo de Indias, sobre la gobernacion de Veragua.

Muy poderosos Señores: La Vyrreyna de las Indias dize que ella ha nombrado por Governador de la provincia de Veragua á Felipe Gutierrez. Suplica á V. Alteza le mande hazer las provisiones porque ella es contenta que vaya. DIo. MENDez.

Al dorso se lee este decreto del Consejo: Que se hagan los despachos.

En Madrid á X de Noviembre de 1534.

Real Cédula dejando á salvo los derechos del Almirante D. Luis Colon en la provincia de Veragua.

MADRID 24 DE DICIEMBRE DE 1534 (1).

EL REY.-Por quanto nos havemos mandado tomar cierto asiento y capitulacion con Felipe Gutierrez sobre la poblacion y conquista de la provincia de Veragua, que es en la costa de Tierra Firme, de que le havemos provey

(1) AUDIENCIA DE PANAMA.-Registros de partes.-Reales órdenes á las autoridades y particulares de su distrito.-1527.-1535.-Tomo V, folio 187.-Patronato, Papeles de D. Luis Colón.

do por nuestro Governador, por ende por la presente declaro que la dicha capitulacion y todo lo en ella contenido ha de ser y se entienda que es sin perjuizio de qualquier derecho que á la dicha governacion pretenda tener el Almirante D. Luys Colon por virtud de sus privilegios; de lo qual mandamos dar la presente firmada de mi nombre y refrendada de mi ynfraescripto secretario.-Fecha en Madrid, á veynte y quatro dias del mes de Diziembre de mil é quinientos é treinta é quatro años.-YO EL REY.-Refrendada y señalada del Comendador mayor Francisco de los Cobos, del Dr. Beltran, Xuarez y Mercado.

Felipe Gutierrez en Veragua.

En los registros de Reales Cédulas dirigidas á la casa de Contratacion de Sevilla (año de 1535, Indiferente general), consta que Felipe Gutierrez, hijo del tesorero Alonso Gutierrez, se embarcó en San Lúcar de Barrameda, con destino á la isla Española, en Julio de 1535. Iba él por Capitan de la armada y el clérigo Juan de Sosa como segundo en autoridad, habiendo sido el promotor de la expedición, á la que contribuyó con bastantes recursos.

En Setiembre del mismo año salió de Santo Domingo en tres náos, una del gobernador, otra de Juan de Sosa y un galeon, tripulando por junto 400 hombres. Era el piloto Liaño.

Llegaron á la punta Caxines (Cabo de Honduras), y de aquí hicieron rumbo hacia el Sudeste. La nave del Gobernador abordó primero á la isla del Escudo, luego el galeon, y por último la náo de Juan de Sosa. Del Escudo se dirigieron á las islas de Zorobaro, mas no las reconocieron y de aquí regresaron al Este, yendo tan lejos de Veragua, que dejaron atrás el Nombre de Dios, al Este del rio Chagres. El piloto notó al fin su error, y de nuevo enderezaron su rumbo al Poniente. «Desembarcó Gutierrez, dice Oviedo, á par de un gran rio donde poblaron, el qual algunos de los que en esto se hallaron, dicen ques el que se llama Belem, é otros dicen ques otro que está mas al Occidente (rio de Veragua viejo ó el de la Concepcion?)

Fué aquí donde fundó Gutierrez la ciudad de Concepción, y no en territorio de Costa Rica, como se ha pretendido. El mismo Oviedo precisa su sitio cuando dice que las minas de Veragua «están tres ó quatro leguas

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de la mar del Norte é otras tantas de donde estaba el asiento de aquestos cristianos, aunque por las ciénegas é rios é malos pasos estaban léjos. Están estas minas entre el rio que llaman de Belem, y el otro donde estaban poblados estos españoles, al Poniente, esto es, el rio de Veragua ó el Concepcion, á más de cien millas al Este del rio Tilorio (rio Changuene, Changuinola ó de la Estrella), donde la coloca el Sr. Lic. D. Leon Fernandez (1).

Una lectura más atenta de Oviedo convencerá al erudito escritor costaricense que Felipe Gutierrez no puso los pies en el territorio de CostaRica.

Pero se equivoca Oviedo cuando dice que la expedicion de Gutierrez partió de Santo Domingo en Setiembre de 1536, en vez de 1535, puesto que en 26 de Julio de 1536, segun carta de Pascual de Andagoya, ya habia llegado á Panamá «desbaratado y sin fuerza para poder enristrar la lanza, y en Noviembre se habia marchado al Perú, donde militó bajo las órdenes de Francisco Pizarro, perdiendo luego la cabeza por obra del rebelde Gonzalo Pizarro. (V. pág. 91, Adicion, y FERNANDEZ DE OVIEDO. Historia de las Indias, tomo II, cap. IV-VII.)

En la página 93 hemos dicho que el Emperador Carlos V hizo merced del Ducado de Veragua á D. Luis Colon por cédula de 19 de Enero de 1537, y que por cédula de 5 de Setiembre de 1539 ordenó á la Audiencia de Panamá que nombrase un experto que acompañase al designado por parte del Almirante para que procediesen á medir y señalar los mojones de las veinte y cinco leguas en cuadro que debian constituir el Ducado de Veragua. Conviene agregar que por Real Cédula de Madrid, á 11 de Junio de 1540, se ordena á dicha Audiencia que sobresea el cumplimiento de la provision de 5 de Setiembre anterior, y que si en virtud de ella hubiere la Audiencia nombrado persona que vaya á Veragua con el objeto de practicar aquella medicion, «que luego lo dexe en el estado en que lo toviere y se vuelva sin entender más en ello (2). ►

Con la cesión hecha por D. Luis Colon al Rey de sus derechos territo. riales al Ducado de Veragua (1556), éste volvió al dominio de la Corona y se distribuyó posteriormente entre las gobernaciones comarcanas de Costa Rica y de la provincia de Veragua, siendo los límites de esta última al poniente hasta donde estuviese poblado. (V. pág. 160, Descripcion de Veragua y pág. 527, Descripcion de Tierra-Firme.)

(1) Coleccion de documentos para la Historia de Costa-Rica, tomo II, página 28 nota (e). San José, 1882.

(2) AUJIENCIA DE PANAMA.-Registros, tomo VIII, folio 141,

Relacion de lo que el magnífico señor Capitan Alonso Calero ha visto y descubierto hasta hoy dia en el viaje del descubrimiento que va del Desaguadero por el muy magnifico señor Rodrigo de Contreras, Gobernador y Gapitan General en estas provincias de Nicaragua por Su Magestad.

Apéndice á la pág. 94.

Partió Su Merced á seys de Abril del año de mill é quinientos é treinta é nueve años de las ysletas que están sobre la cibdad de Granada, sobre las provincias de Nicaragua, é fuese entre las ysletas aquel día primero; é fué á surgir sobre la postrera, donde entró en acuerdo con el Capitán Machuca y los Reverendos Padres y otros hidalgos y cavalleros que al dicho señor Capitan le paresció llamar, sobre que al dicho Sr. Capitán le parescía que las fustas y barca y canoa yvan muy cargadas de jente y cavallos y puercos y bastimentos, y que sería peligroso atravesar el golfo de la laguna tan cargados. Y el parescer que se dió fué que queda. da allí la mitad de la carga, con la otra mitad el Capitan Machuca, con las dos fustas y canoas, las cuales heran cuatro, atravesase el golfo dela dicha laguna y fuese á unas yslas que están en la otra costa hasta ocho leguas de allí, y en una dellas que es la más alta, que se llama la ysla de la Ceyba des cargase la jente y otra carga que llevava y tornase á ynviar las fustas y canoas al señor Capitan para que tomase el resto de la jente é carga que avia quedado y atravesasen el dicho golfo; lo cual ansy hecho y llegado el dicho señor Capitan á la ysla de la Ceyba, mandó embarcar toda la jente que pri mero avia pasado el dia que allí llegó con todo el más hato, y otro dia por la mañana se hizo á la vela con toda la ar

mada junta y caminó su viaje á hazer noche en una punta que se paresce adelante la via del Desaguadero, que segun los maestros dezian abria quatro leguas, y allí hizo noche y otro dia de mañana partyó de allí navegando la costa en la mano con buen tiempo. Anduvo hasta despues de mediodía, donde á esta ora saltó el viento por delante. Fué muy rezio y convino surjir, por que el viento dava por las proas; fué tan rezio que los questavan en la barca con los cavallos començaron á dar vozes al Capitan diziendo que se les avia abierto la barca, que se anegaban, y el dicho señor Capitan, creyendo que hera ansy, mandó en el armada todos levantasen las anclas y todos trabajasen por llegarse á tierra, que estaría bien dos leguas della. No se pudo tornar tan presto que no tornasen para atras todo lo que aquel día se avia andado. A la tarde surjió apegado á tierra y otro dia de mañana mandó echar los cavallos á tierra y myróse la dicha barca, la qual estaba muy buena, y el dicho señor Capitan rogó al señor Capitan Machuca que con toda la jente de cavallo se fuese por tierra, lo cual se hizo ansí con ciertas señas que llevava para que tornase á hablar cada vez que fuese menester, y dado el matalotaje con todos los demas adereços que fuese menester para llevar por tierra, se partió el Capitan Machuca.

Fecho esto, otro día de mañana se partió el Sr. Capitan con su armada y fué con buen tiempo á tomar una punta donde se haze un gran rio y allí surjió y estuvo esperando al Sr. Capitan Machuca, y llegóse con la jente por tierra para que los encaminase, los quales los toparon é traxeron donde estaba el Sr. Capitan y asentaron su real junto aquel rio, y otro dia se metieron dos canoas en el rio y se atravesó una soga por él, que hera en ancho de doce brazas; y por aquella soga yban y venian las canoas pasan. do cavallos á la otra banda, de manera que todo el dia tubieron que pasar. Pasada la jente y cavallos y dando el bastimento que obieron menester para cuatro dias caminaron y el Sr. Capitan se bolvió á su armada, y otro dia de mañana se hizo á la vela y caminaron hasta despues de medio dia porque á esta ora siempre le bolvia el viento por delante y surjió hasta otro dia de mañana, que tenia el viento casy al Norte. Otro dia de mañana se hizo á la vela y llegó

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