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VI.-EL CABILDO DE LA CIUDAD DE CARTAGO AL REY SOBRE EL VIAJE DE JUAN VÁZQUEZ DE CORONADO Á

ESPAÑA.

CARTAGO, 26 DE MAYO DE 1564.

C. R. M.

Siempre que este Cabildo ha hallado oportunidad ha escripto á V. M. el órden que se ha tenido en la pacificacion destas provincias, con parte del discurso de nuestros servicios, cosa que si V. M. oviera tenido noticia estuvieran tan remunerados cuanto de tan poderoso y cristianísimo príncipe esperamos; pero ha sido tan poco socorrida nuestra necesidad de vuestra real Audiencia de los Confines y del governador della, que muchas vezes avemos estado á punto de despoblarnos, si no nos sustentara el premio que esperamos de tan alto Señor, en cuya felicísima hedad se ha descubierto por mano de Juan Vazquez de Coronado, mediante el ayuda de Dios nuestro Señor, el mejor y más próspero reyno, más fértil y de mejores partes, y de donde más acrecentamiento podrá yr á vuestra real hazienda, que hay en las Indias; cosa que si el poco número de gente nuestra no nos oviera hecho incapaces de gozar de gran riqueza y prosperidad, que la tierra encima de sí nos muestra, ya V. M. lo oviera experimentado.

Necesitados del remedio que acá por vuestros ministros se nos niega, cuya opinion, no solamente ha sido de dejarnos de socorrer y ayudar, pero aun con vejaciones y nuevos géneros de opresiones estorvarnos.

Acordamos encarecidamente pedir á Juan Vazquez de Coronado, que en vuestro real nombre nos ha governado, fuese á dar aviso á V. M. ansí del estado de las provincias, como de lo que más cumple al servicio de Dios y al de V. M., porque entendemos acertará, las cosas que tocasen á vuestro real servicio, como hombre que siendo el primero en nuestros trabajos, á costa de su hazienda y patrimonio,

que ha ayudado á parte de las nuestras, á pié y á caballo, ha pacificado las provincias y pueblos que se incluyen en la descripcion que lleva, con verdadera relacion de lo que pasa, así en lo tocante á las cosas de la jornada como de nuestros trabajos, que, como dezimos, han sido acá juntamen• te con los suyos tan mal pagados, que prometemos á V. M. que, si el ser de nacion española no nos tuviera con el cuidado que devemos á tan alto servicio como en el que estamos empleados, ya oviéramos dado fin á tan alta empresa, dexando la obra de entre manos, porque solo ha faltado mandarnos por paga de nuestros trabajos, que dexemos la tierra que hemos ganado. Suplicamos á V. M. lo que faltase en nuestros méritos supla vuestra grandeza, de suerte que nuestro galardon sea igual al que han tenido en el venturosísimo tiempo de vuestro serenísimo padre los que conquistaron y sirvieron en estos puntos, pues no de menos hefetos han sido nuestros servicios que los de los demás.

Van asimismo acompañando á Juan Vazquez de Coronado fray Lorenzo de Bienvenida, comisario destas provincias, el qual vino á ellas con quatro religiosos, los quales dexa entendiendo la doctrina y lengua, y va él á dar quenta á V. M. de lo que toca á su remedio. Tambien van Älonso de Anguciana de Gamboa, alcalde hordinario desta ciudad, y Diego Caro de Mesa, vuestro alguacil mayor destas provincias, con poder deste Cabildo para suplicar á V. M. nos conceda las mercedes y privilegios de que gozan los demás conquistadores destas partes; para cuyo hefeto llevan instruccion nuestra, con ciertos capítulos que nos pare ció convenían al ennoblecimiento destas provincias.

Suplicamos á V. M., pues nuestro principal fin y zelo está inclinado á vuestro real servicio y acrecentamiento, nos lo conceda, proveyendo para nuestro govierno á Juan Vazquez de Coronado, cosa con que entendemos será V. M. muy servido y vuestra real conciencia, con nuestra equivalente remuneración, descargada. Tendrémoslo por principal merced. Suplicamos á V. M. se nos conceda.-Nuestro Señor, Vuestra Católica Real Majestad guarde con acrecentamiento de mayores reynos y señoríos, felicísimos y muchos años, como los vasallos de V. M. deseamos.

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Desta cibdad de Cartago, veinte é seis dias del mes de

Mayo de mil é quinientos é sesenta y quatro años.—Católica Real Majestad,-Leales vasallos de V. M., que sus reales pies y manos besan.

ALONSO DE ANGUCIANA DE GANBOA, alcalde.—PEDRO ALONSO CANO.-DIEGO CARO DE MESA, alguazil mayor y regidor.-MIGUEL DE GÓNGORA, regidor.-LUIS DE PARADA, regidor.-BARTOLOMÉ ALVAREZ, regidor.De mandamiento de los muy magníficos señores justicia y regimiento.-JUAN MANUEL, escribano.

VII. REGRESO Á COSTA-RICA.-MUERTE DEL ADELANTADO JUAN VAZQUEZ DE CORONADO.

SANLÚCAR DE BARRAMEDA, 4 DE OCTUBRE DE 1565. (1)

C. R. M.

El armada está á punto para hacerse á la vela: créese que saldrá mañana viernes cinco del presente porque el tiempo se va mostrando favorable. Dios la lleve en salvamento.

De las personas á quienes V. M. dió licencia para yr á la provincia de Costa-Rica, han acudido aquí para hacer la jornada hasta cincuenta y dos poco más ó ménos, y entiendo que se quedan algunos: sería posible que fuese con el fin de pasar en otra flota á otras partes de Indias. Parece que siendo V. M. servido dello, convendría que no les dexasen pasar, pues no se han despachado en mi compañía conforme V. M. manda.

Las obligaciones de los que agora van no se me han entregado, aunque presenté la cébdula que se dió para ello. Creo ha sido la causa los muchos negocios que ha habido en la Casa de la Contratacion. Espero ántes que me embar

(1) Esta es la última carta al Rey del Adelantado de Costa-Rica. Res. pecto de su muerte, acaecida en Octubre de 1565, véase la nota pág. 632.

que un testimonio que los oficiales me dixeron que me enviarían, que será bastante recaudo.

De los treynta labradores para que V. M. dió licencia, solamente van seis; con la brevedad de la partida no se han podido aprestar más, aunque habia muchos que mostraban voluntad á la jornada. Si para otras flotas acudieran algunos, ymportaria darles licencia con órden que fuesen derecho á Costa-Rica.

Nuestro Señor la real persona de V. M. guarde con acrecentamiento de mayores reynos y señoríos.

De San Lúcar de Barrameda 4 de Octubre de 1565.— C. R. M.-De V. M. vasallo y criado que vuestros reales. pies besa.

EL ADELANTADO JUAN VAZQUEZ DE CORONADO.

Los conquistadores de Costa-Rica.

JUAN VÁZQUEZ DE CORONADO nació en Salamanca por los años de 1525, pues segun lo declara él mismo en Madrid el 1.o de Agosto de 1565, tiene en esta fecha más de cuarenta años de edad.

Recibió una excelente educacion en su ciudad natal, cuya universidad se hallaba entonces en todo su esplendor literario. Por el estilo y aun por la forma de su letra se nota que Juan Vázquez fué uno de sus mejores discípulos entre los que luego se hicieron célebres por sus hazañas en el Nuevo Mundo, y quizá no haya ejemplo de uno más humano, más suave en el tratar á los indios ni más resuelto y feliz en sus expediciones al través de regiones aún hoy desconocidas ó incompletamente exploradas que el Adelantado de Costa-Rica.

Pertenecía á una ilustre familia que ya había suministrado un conquistador á la Nueva España en Francisco. Su padre, D. Gonzalo Vázquez de Coronado, era criado de Felipe II, y uno de sus hermanos, que también se llamaba Juan, acompañó á este Príncipe á Inglaterra cuando fué á casarse con María Tudor y fué más tarde nombrado Alguacil mayor de la real Chancillería de Valladolid.

Nuestro héroe pasó á Méjico en 1548 y á Guatemala en 1550, no como aventurero, sino provisto de una real cédula para el licenciado Cerrato,

fecha en Valladolid, á 23 de Marzo de 1550, en que se ordena á éste presidente de la Audiencia de los Confines, que le favorezca y haga toda merced, le ocupe en cargos públicos de honra y provecho y le haya por muy recomendado.

Desempeñó con mucho crédito diversos oficios de república, como se decía entonces. Fué alcalde mayor de San Salvador y de Honduras por los años de 1550 á 1554; alcalde ordinario de la ciudad de Guatemala en 1552 y 1554, y su procurador y primer alcalde de la Santa Hermandad en 1555; acompañó al oidor Ramírez de Quiñones en su célebre expedicion al Lacandon y sucedió al licenciado Cavallon en la alcaldía mayor de Nicaragua por nombramiento de la Audiencia de Guatemala de 30 de Abril de 1561, y tomó posesion de su cargo ante el cabildo de Leon el 2 de Julio de 1561. Al año siguiente (v. pág. 204) por despacho de la misma Audiencia se le nombró alcalde mayor de las provincias de la Nueva Cartago y Costa-Rica, señalándole por jurisdiccion la misma que á su predecesor el licenciado Cavallon, es decir, desde el Desaguadero inclusive hasta los límites del Ducado de Veragua por el mar del Norte y por el del Sur desde Nicoya hasta los límites y jurisdiccion de la ciudad de Natá (v. págs. 173, 195) ó como lo dice el Rey D. Felipe al mismo Adelantado en la instruccion de buen gobierno de 7 de Agosto de 1565 (v. pág. 387) la jurisdiccion de CostaRica estaba entre la provincia de Nicaragua y la de Honduras y el Desaguadero de Nicaragua, á la parte de las ciudades del Nombre de Dios y Panamá, entre la mar del Sur y la del Norte.

Vázquez de Coronado fué el verdadero conquistador de Costa-Rica. La redujo por la dulzura más que por la fuerza, y sus enemigos, que los tenía en su propio campo, no le achacaron más falta que la de ser manso y generoso.

Su muerte, acaecida en alta mar en Octubre de 1565, y la de sus compañeros, que naufragaron con la barca San Josepe, fué una inmensa desgracia para la naciente colonia, cuyos destinos hubieran sido más claros si este hombre de bien y de prestigio en la corte hubiera logrado gobernarla durante algunos años.

Fué casado con Doña Isabel Arias de Avila, hija de Gaspar, primo hermano del célebre Pedrarias, de la que tuvo cinco hijos, siendo el heredero del título de Adelantado de Costa-Rica su primogénito D. Gonzalo, cuya descendencia en línea recta, posesora de dicho título, continuaba en Espa fa á principios del siglo XVIII.

EL LICENCIADO JUAN DE CAVALLON era natural de Garci-Muñoz, lugar

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