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decision del pueblo colombiano nada conseguirán. Podrán sí prolongar por mas tiempo la lucha y los males inmen31 sos que la guerra ha hecho á estos paises; aumentarán por consiguiente el odio que justamente se tiene ya al poder absoluto y al gobierno monárquico. Trecientos años de esclavitud, y catorce de asesinatos, de muerte y desolacion, he aquí causas mas que suficientes aborrecer á los reyes.

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para

No solamente el rey de España se ha atraido el odio de los Americanos del sur, sino tambien la nacion española : porque esta nos ha hecho siempre la guerra á muerte, bien dominada por Fernando y por la inquisicion, bien cuando ha tenido cortes y proclamado los principios mas liberales, que han sido únicamente á favor de los Europeos. Los Españoles como gefes, como oficiales,

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como soldados y como particulares nos han hecho la guerra con encarnizamiento, arruinando las poblaciones, matando y destruyendo á cuanto ellos ó su nacion no podian dominar. Ha sido necesario usar de la terrible ley de la retaliacion, y perdonados sin embargo muchos españoles han maquinado nuevamente, formando conspiraciones para restablecer el gobierno real: cuantas veces lo han conseguido durante el curso de la guerra de independencia, aquellos mismos que habian sido mas favorecidos por el gobierno republicano y por los patriotas, han sido despues sus mas crueles perseguidores ante las autoridades españolas, y muchas veces los verdugos de sus mismos benefactores; ingratitud la mas negra y que no ha sido comun en el corazon humano!... De aquí ha nacido que los gobiernos

cesarios efectos

independientes á mas de la retaliacion se han visto obligados á adoptar dos partidos terribles, la confisca- Terribles y necion de los bienes y la espulsion : que ha producido. aquella en justa recompensa de la conducta de los Españoles con los patriotas, á quienes siempre han despojado de sus propiedades, y esta para mantener la paz y tranquilidad interior, la cual no ha estado segura donde quiera que ha babido un español europeo, con pocas escepciones. Así es que Colombia goza en el dia de tranquilidad por haberlos espelido á casi todos ellos, á pesar de los clamores de muchos filantrópistas, que voluntariamente se han cegado sobre el carácter de nuestra revolucion y sobre el de los Españoles, cuyos dos principales distintivos respecto de la América son la ferocidad la tenacidad. Bien lo manifiestan Fer

y

nando VII, y su consejo cuando despues de una lucha tan prolongada y no teniendo medios con que subyugar á la América antes española, no quieren darnos la paz ni reconocer nuestra independencia. Que continúe en horabuena en sus locos designios, Colombia no teme los impotentes esfuerzos del moribundo poder de la España. Esta se hace un mal mucho mayor del que nosotros recibimos, mal que no podrá reparar con la paz. Haciendo los nuevos estados americanos un comercio con las naciones amigas, y habiendo ellos adoptado el decreto de Colombia de no admitir en sus puertos manufacturas ni producciones españolas, aun cuando vengan en buques neutrales, muy pronto se acabará de perder la habitud que ya no hay de ciertas manufacturas y producciones de la Espa

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ña. Hecha la paz¿ podrá esta competir
con naciones mas comerciantes é in-
dustriosas, á cuyas producciones esta-
rán ya acostumbrados los pueblos,
sobre todo existiendo ese odio y aver-
sion que los Americanos tenemos á los
Españoles y que durará por un siglo?
Esta sola consideracion debia decidir
al gabinete español á sacrificar una
parte de su orgullo reconociendo á los
nuevos estados americanos.

su

franees quiere atraerse un

arreu odio

semejante.

Otro gobierno destructor de las li- El gobierne bertades de España está haciendo á nacion un grave mal con la política ambigua que observa en las actuales circunstancias * respeto de los nuevos estados de la América antes española. En Colombia ha entrado la desconfianza de los Franceses, y si su gobierno se obstina en contrariar nuestra revo• Julio de 1824.

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