El influjo del clero secular y regular sobre los pueblos, ha disminuido en el curso de la revolucion en consecuencia de los sucesos de esta, de la ilustracion y del espíritu de independencia que ha difundido la libertad. Sin embargo, aun es muy grande en las provincias del sur, como la de Quito : en los departamentos del centro es poco y todavía menor en Venezuela. Este influjo ha sido benéfico cuando se ha empleado en favor de la independencia; mas pudiera ser perjudicial tomando un curso contrario. Conviene por tanto que la ilustracion y las instituciones republicanas le disminuyan, dejándole en un medio justo, compatible en la independencia individual que debe tener todo hombre verdaderamente libre, y con la seguridad del estado. El influjo de los ministros del culto se debe limitar

Perspectiva alhagüeña de Colom

bia.

al de la palabra, al de sus funciones sacerdotales y al de la virtud.

Tales son los rasgos principales que caracterizan á Colombia mirada física, política y moralmente. Esta vasta república ocupa sin duda la mas bella porcion de la América del sur. Sobre el Atlántico mirando á la Europa, tiene una dilatada estension de costas con muchos y escelentes puertos. Sobre el Pacífico posée tambien puertos numerosos que le facilitan el comercio con las costas orientales de Méjico, con el Perú, con Chile y con el Asia, siendo dueña de Panamá, de este istmo precioso por donde se pueden comunicar los mares Atlántico y Pacífico, y que vendrá á ser el emporio de la Europa, de la Asia y de la América. Colombia, al mismo tiempo, ha sido favorecida por la naturaleza con gran variedad de

climas, pudiéndose cultivar en su suelo acaso todas las producciones del globo. Sus montañas encierran minas ricas de casi todos los metales, minas que aumentados los capitales y los conocimientos científicos pueden rivalizar con las del resto de la América. Su agricultura tiene todos los elementos para llegar á ser inmensa : un suelo vírgen vivificado por los calores del Ecuador, y tierras que dan ciento por uno llaman á la industria europea, que no tardará en trasladarse al territorio de Colombia, formando nuevos y ricos establecimientos. Entonces se curarán los vicios de que adolece una parte de nuestra poblacion, vicios orignados de la ignorancia y del sistema colonial, creándose al mismo tiempo una proporcion mas ventajosa á la tranquilidad pública entre las diferentes castas que componen hoy

nuestra poblacion. La grande estension de tierras incultas de Colombia, y que en la mayor parte corresponden al gobierno, * ofrecen campos feraces y

baratos á los estrangeros que quieran abandonar su pais natal, buscando una nueva patria de este lado de los mares. Solamente las tierras baldías hacen un vasto capital que en breve será productiyo y capaz de redimir la deuda entera de Colombia. No hay duda alguna que reconocida nuestra independencia por

De las 92,000 leguas cuadradas que tiene la superficie de Colombia, por lo menos la mitad ó 46,000 leguas cuadradas son tierras baldías ó correspondientes al gobierno. Teniendo cada legua de las de 20 al grado 6,666 1/3 varas por cada lado y la fanegada colombiana cien varas de frente, hecha la multiplicacion despreciando el quebrado resulta que el gobierno de Colombia tiene 204,403,760 fanegadas de tierras baldías de que puede disponer para amortizar la deuda nacional, establecer sólidamente su crédito, y tener bien pronto rentas suficientes con que cubrir sus gastos. El precio legal de la fanegada en las costas es de dos pesos y de uno en las provincias internas.

la Gran-Bretaña, como parece que lo será bien pronto, los estrangeros correrán de todas partes de la Europa á buscar un asilo en Colombia que les ofrece tranquilidad, abundancia, é instituciones liberales que favorecen la libertad y la propiedad. El desarrollo de estos bienes y de las grandes riquezas naturales que hay en nuestro suelo, forman una perspectiva muy alhagüeña para los Colombianos que aman verdaderamente á su patria. Con ellas y con el fomento del comercio, desaparecerán las dificultades fiscales con que ha tenido que luchar nuestro gobierno, á lo que tambien contribuirá poderosamente el crédito público establecido ya sobre una sólida base. Es cierto que la obstinacion con que la España persiste en la guerra contra las que llama sus colonias, y la que hoy sostenemos