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y de los milagros del Apóstol, y multitud de peregrinos acudian ya á mediados del siglo IX., á visitar el santuario de Compostela ").

Atento el monarca, no solo á los asuntos de interés religioso, sino tambien á los civiles y políticos de su reino, adicto á las costumbres y gobierno de los godos, que vivian en su memoria, restableció el órden gótico en su palacio, que organizó bajo el pie en que estaba el de Toledo antes de la conquista: promovió el estudio de los libros góticos, restauró y puso en observancia muchas de sus leyes, y llevó á la iglesia su antigua disciplina canónica (2): que fué un gran paso hacia la reorganizacion social del reino y pueblo cristiano.

Ni amenguaron por eso las dotes de guerrero que desde el principio habia desplegado. En las espediciones que Abderrahman II., sucesor de su padre Alhakem en el imperio musulman, hizo por sí ó por sus caudillos á las fronteras de Galicia, encontráronle siempre los infieles apercibido y pronto á rechazarlos con vigor. Hácia los últimos años de su reinado un caudillo árabe, Mohammed ben Abdelgebir, que en

(1) Chron. Iriens.-Samp. Chron. Esp. Sagr. tom. 19. Apend.Privil. de donac. de la catedral de Santiago. Hist. Compostel.-Baluz. Coleccion de cartas de los papas.-Son muy varias las opiniones acerca del año de la invencion del sagrado cuerpo. Morales y el marqués de Mondejar suponen fue

se en agosto de 835: Ferreras pretende haber acontecido en 808. Por la fecha del diploma del rey Casto, y mas aun por la circunstancia de haber intervenido CarloMagno en este asunto, debió de todos modos suceder antes de 844. (2) Chron. Albeld. n. 58.

Mérida se habia insurreccionado contra el gobierno central de Córdoba, acosado por las victoriosas armas del emir, hubo de buscar un asilo en Galicia, que el rey Alfonso le otorgó con generosidad dándole un territorio cerca de Lugo, donde pudiesen vivir él y los suyos sin ser inquietados (833). Correspondió mas adelante el pérfido musulman con negra ingratitud á la generosa hospitalidad que habia debido á Alfonso, y tan desleal al rey cristiano como antes lo habia sido á su propio emir, alzóse con sus numerosos parciales y a poderóse por sorpresa del castillo de Santa Cristina, dos leguas distante de aquella ciudad (338). Voló el anciano Alfonso con la rapidez de un jóven á castigar á sus ingratos huéspedes, y despues de haber recobrado el castillo que les servia de refugio, los obligó á aceptar una batalla en que pereció el traidor Mohammed con casi todos sus secuaces ("). Alfonso regresó victorioso á Oviedo por última vez.

Este fué el postrer hecho de armas del rey Casto, sin que ocurrieran otros sucesos notables hasta su muerte, acaecida en 842, á los cincuenta y dos años de reinado, y los ochenta y dos de su edad. Sus restos mortales fueron depositados en el panteon de su iglesia de Santa María. Aun se conserva intacto el humilde sepulcro que encierra las cenizas de tan glo

(4) Id ibid.-El cronista de Salamanca, tan propenso á exagerar el número de enemigos que

morian en cada encuentro, hace subir el de este combate á 50,000. Chron. n. 22.

rioso príncipe. Los monjes de los monasterios de San Vicente y San Pelayo iban diariamente en comunidad á orar sobre los restos del rey Casto, y aun conserva el cabido catedral la costumbre de consagrarle anualmente un solemne aniversario. Su memoria vive en Asturias como la de uno de los mas celosos restauradores de su nacionalidad.

CAPITULO IX.

LA ESPAÑA CRISTIANA EN EL PRIMER SIGLO DE LA

RECONQUISTA.

De 718

842.

Marcha y desarrollo del reino cristiano de Asturias.—Como contribuyo á él cada monarca.-Bases sobre que se organizó el estado.—Tradiciones góticas.-Orden de sucesion al trono.―Navarra.-Conducta de los navarros con los musulmanes y con los francos.-Dos ejemplos de odio á la dominacion estrangera en Navarra y en Asturias.Marca Hispana.-Orígen y carácter de la organizacion de este estado.

Ha pasado mas de un siglo de lucha entre el pue_ blo invasor y el pueblo invadido. Reposemos un momento para contemplar cómo vivió en este tiempo cada una de las dos poblaciones.

¿Cuál era la vida social de ese pobre pueblo cristiano, que ó se salvó de la inundacion, ó pugnaba por recobrar su existencia? ¿Cuál era su organizacion, sus leyes, sus instituciones, sus artes, sus ejércitos? Ejércitos, artes, instituciones, leyes, todo habia perecido ahogado por las desbordadas aguas del torrente. Al abrigo de una roca, que era como el Ararat

del nuevo diluvio, y entre riscos y breñas moraba un puñado de hombres, pobres náufragos, sin riquezas, sin ciudades, sin gobierno regularizado, que poseian por todo tesoro un corazon ardiente, los símbolos de su fé, y los recuerdos de una sociedad que habia desaparecido. Unidos con el doble lazo de la religion y del infortunio, estrechados con el lenguage elocuente y fraternizador de la fé y de la desgracia, la necesidad los obliga á cobijarse en una cueva. Decretado estaba que de aquella gruta habia de salir un poder que dominára mundos que entonces no se conocian. Tambien el cristianismo nació en una gruta de Belen para desde alli derramarse con el tiempo por toda la tierra, lentamente y á fuerza de siglos y de contrariedades como la monarquía española. Belen y Covadonga..... una gruta para el cristianismo naciente, otra gruta para el cristianismo perseguido: en ambas se ve una misma providencia. Todos los grandes acontecimientos suelen semejarse en la pequeñez de sus principios.

Veíanse precisados á pelear, y aquellos animosos montañeses, teniendo por ciudadela una gruta, rocas por castillos, peñascos por arietes, y troncos de robles por lanzas, vencen, arrollan, aniquilan á los vencedores de Siria, de Persia, de Egipto, de Africa y de Guadalete, y empieza á pregonarse por el munel estandarte de Mahoma ha sido por primera vez abatido en un rincon de España. En los tiempos

do

que

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