Imágenes de páginas
PDF
EPUB

nuestra península, como antes los cartagineses habian importado los elefantes de Africa, que tanto estupor causaron al pronto á los españoles, y tanta parte tuvieron en el éxito de algunas batallas. Largas hileras de estacas servian para tener sujetos los caballos y mulos los camellos acurrucados en grupos entreteníanse en rumiar: los guerreros se sentaban en derredor de las hogueras: las diversas formas y colores de los gorros y turbantes que distinguian á los berberiscos de los persas, á estos de los sirios, de los egipcios y de los árabes de todas razas, completaban la variada visualidad de aquel cuadro nocturno: que conservaron nuestros invasores por mucho tiempo en toda su originalidad y pureza, aunque los modificaron despues sin perder nunca el tinte oriental, los trages, colores y formas que diferenciaban á cada tribu, raza ó nacion. Alli al fulgor de las hogueras se contaban en su animada, pintoresca y espresiva lengua, sus antiguas hazañas ó sus azares del dia, y exornándolos con la poesía natural á sus fecundas imaginaciones, y ávidos de aventuras y de cuentos pasábanse hasta que el cansancio los rindiera, los unos relatando su historia, los otros escuchándola sin pestañar. Por la mañana plegábanse las tiendas, cargábanse los carros y los camellos, enfrenábanse los corceles, y se emprendia otra jornada. Los restos humeantes de las hogueras indicaban donde habia acampado el ejército musulman.

Hábiles para la sorpresa, y propensos á la guerra de montaña, mas semejante en esto á los españoles que á los demas pueblos que les habian precedido en la conquista, fuesen cartagineses, romanos ó godos, mil veces desde las fragosas y enmarañadas sierras de Ronda y de la Alpujarra, ó desde las asperezas del Pirineo, fatigaron los rebeldes sarracenos á los emires de Córdoba, ó tenian en jaque contínuo á los cristianos con sus correrías y súbditas invasiones á que daban el nombre de algaras, y á que se prestaba asi la ligereza de sus caballos como la agilidad y destreza de los ginetes. Pero topáronse en España, con gente que no les cedia en inclinacion, inteligencia y práctica de este linage de guerra. Y por otra parte la preferencia que los árabes daban á la caballería fué en las batallas campales una de las desventajas que tuvieron para luchar con la infantería española, y una de las causas mas frecuentes de sus derrotas У descalabros.

Su marina militar tan escasa en los primeros tiempos de la conquista, que Yussuf el Fehri hubo de suprimir por innecesario el cargo de almirante ó emir del mar, recibió desde el primer Abderrahman tal desarrollo y fomento que sus fuerzas navales no solo bastaban para poner la Península al abrigo de las contínuas irrupciones de los moros de Africa y de los francos de Aquitania, sino que derramándose sus naves por el Mediterráneo, las islas y las costas de España, de la Galia, y de Italia, no podian verse libres

de las continuas agresiones de las flotas musulmanas, y los insulares de Córcega, de Cerdeña y de las Baleares se veian incesantemente acosados por atrevidos corsarios sarracenos que desde los puertos de España salian á devastar sus poblaciones marítimas y los obligaban á buscar un asilo en el corazon de las montañas.

Pero artistas y poetas los árabes, al propio tiempo que guerreros y piratas, los hemos visto batallar y fundar escuelas, degollar en las lides y disputar en los certámenes literarios, manejar el alfange y pulsar la lira, incendiar ciudades enemigas y erigir aljamas suntuosas, piratear en los mares y cultivar jardines, saquear poblaciones cristianas y construir palacios, acueductos y baños, adornar con cráneos humanos los lienzos de las murallas y cantar baladas amorosas en los artesonados salones de sus alcázares.

[ocr errors]

Expresiva y animada la lengua de los árabes, casi todos sus nombres personales significan alguna cualidad moral ó física. Los de las mugeres por lo comun són tomados ó de las gracias ó de las virtudes ó de bellos objetos del arte ó de la naturaleza; como Redhiya, dulce ó agradable; Nocima, graciosa; Kinza, tesoro; Maliba, bella; Sobeiha, aurora; Zahira, florida; Naziha, deliciosa; Ommalisam, la de los lindos collares; Amina, fiel; Zaida, dichosa; Lobna, blanca como la leche. De la misma manera los hombres gustaban de tomar un sobrenombre significativo, como Al

[ocr errors]

Sherif, el ilustre; Al-Admed, el deseado; SaddilzAllah, el testigo de Dios, Al-Radhi, el benigno; AlMudhaffar, el vencedor; Al-Mostayn-billah, el que implora el auxilio de Dios; Abder-el Rahman, servidor del misericordioso; Obeid-Allah, humilde servidor de Dios, etc.

No usaban los árabes el nombre de familia; distinguíase solo, como en otra parte hemos indicado ya, por el de su padre; que añadian al suyo con la palabra ben ó ebn, de que hicieron muchas veces aven los europeos. Al nombre del padre solian agregar los de muchos de sus abuelos. «Entre nosotros, decia Numan, en uno de sus diálogos, no encontrarias á nadie que no pudiese nombrar sus padres hasta la vigésima generacion, sin omitir un grado.» A estos nombres añadian el de la tribu. Asi tenian los nombres de los árabes aquella longitud tan propia para fatigar la memoria. El emir Yussuf de quien tantas veces llevamos hecha mencion, se nombraba Yussuf ben Abderrahman ben Habib ben Abi Obeida ben Okba ben Nafte el Fehri. El Fehri era el patronímico de la tribu de Fehr, como el Gafequi, el Yemeni, los de las tribus de Gafek ó del Yemen, y asi de los demas.

Otras cualidades y costumbres de los árabes tendremos ocasion de ir observando en el curso de la historia. Prosigamos ahora nuestra interrumpida narracion.

CAPITULO XI.

ABDERRAHMAN 11. Y MOHAMMED 11. EN CÓRDOBA:
RAMIRO 1. Y ORDOÑO I. EN OVIEDO.

De 822 866.

Excelentes prendas de Abderrahman II.-Rebelion y sumision extraña de su tio Abdallah.-Condado de Barcelona: Bera: Bernhard.-Segunda derrota del ejército franco en Roncesvalles.--Curioso episodio de la vida de Abderrahman.-Célebres insurrecciones de Mérida y Toledo.-Revueltas en la Marca de Gothia.-Cárlos el Calvo.-Ramiro I. de Asturias, el de la vara de la justicia.-Supuesta batalla de Clavijo atribuida á este príncipe.-Guerras en la Marca de Gothia. -Terrible persecucion de los cristianos en Córdoba.-Martirios.-Causas que movieron esta persecucion.-Muerte de Abderrahman II -Continúa la persecucion con su hijo Mohammed. San Eulogio: Alvaro: el abad Samson. Concilios en Córdoba. Apostasías.-Reinado de Ordoño I. en Asturias.-Verdadera batalla de Clavijo.-Muza el renegado.-Rebelion famosa del bandido Hafsûn. -Muerte de Ordoño I.

«Treinta y un años, tres meses y seis dias, dice con su acostumbrada minuciosidad la crónica arábiga, cumplia el hijo de Alhakem el dia mismo que fué enterrado su padre, é investido él de unos poderes que de hecho habia ejercido ya en el imperio. Era, añade, Abderrahman II. hermoso de rostro, alto de cuerpo, esbelto de talle, color trigueño y bien dis

[ocr errors]
« AnteriorContinuar »