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Su poblacion presenta un gran número de
brazos que con mucha utilidad de Málaga pue-
den adelantar en la industria popular y perfec-
cionar los oficios.

bernador y Ayuntamiento de esa ciudad, dándole | velase sobre el fomento de su agricultura para
aviso de este establecimiento, manifestándoles sostener el comercio activo que la feracidad del
que el Consejo espera de su celo por la pros- suelo ofrece á sus naturales.
peridad de ese público, contribuirán en cuanto
estuviese de su parte á la conservacion y fo-
mento de un cuerpo tan importante, de quien se
puede esperar el adelantamiento de la industria,
comercio y agricultura.-Asimismo ha resuelto Tengo mucha satisfaccion en haber sido nom-
el Consejo se escriba esta á V. S. I. como Di-brado por uno de los individuos de ese cuerpo
rector de la Sociedad para que haga presente en patriótico y la tendré mayor en poder concurrir
la primera Junta general, que este Supremo Tri-á sus progresos.

y

luces.

bunal queda muy satisfecho del amor á la patria La buena eleccion del Secretario se deduce
que reina en todos sus indivíduos, prometiéndo- del discurso que V. S. I. me incluie con los
se continuarán con actividad y constancia en sus Estatutos, y la misma se manifiesta en haber
laudables intenciones. -Particípolo á V. S. I de puesto á V. S. I. á la cabeza de este cuerpo na-
órden del Consejo para su inteligencia y que al ciente para que pueda florecer con sus auxilios
propio efecto lo haga presente á la Sociedad
Económica de esa ciudad, sirviéndose el darme
aviso del recibo de esta á fin de trasladarlo á
su superior noticia.-Dios guarde á V. S. I.
muchos años. Madrid 15 de setiembre de 1790.
-D. Pedro Escolano de Arrieta.-Iltmo. Sr.
Arzobispo Obispo de Málaga. »

El 4 de noviembre siguiente se procedió con
la mayor solemnidad posible á la apertura ge-
neral de la Sociedad, cuyo acto se verificó con-
forme al derecho adquirido por esta, en la sala
capitular del Ayuntamiento de Málaga. El Obis-
po director dió lectura de una espresiva comu-
nicacion del inolvidable conde de Floridablanca,
que se ha preservado en nuestros archivos, á
pesar de las vicisitudes por que han pasado, acep-
tando agradecido el título de Sócio y ofrecién-
dose para cuanto sea del agrado de ese Real
cuerpo y yo pueda.

Y ofreciéndome con el mayor afecto á la dis-
posicion de V. S. I., pido á Dios guarde su vi-
da muchos años. Madrid 26 de mayo de 1791
|--Iltmo. Sr.-B. L. M. de V. S. I. su mayor
servidor.-El conde de Campomanes. -Iltmo.
Sr. D. Manuel Ferrer, Arzobispo Obispo de
Málaga. »

He aquí el mencionado discurso que fué im-
preso admirablemente por el conocido tipografo
malagueño don Félix Casa y Martinez.

II.

Qui patriam sibi ipsi præponit et
Diis charus est et mente prudens

Ser útil á la patria, dedicando sus talentos al
bien público y ocupándose en hacer felices á los
El Licenciado don Domingo de la Casa, del que habiendo nacido de nuestra misma especie,
cabildo de la Catedral y primer Secretario de viven oprimidos del trabajo y de la miseria; es
la Sociedad Económica de Málaga, leyó la ora- la primera y mas sagrada obligacion de un buen
cion inaugural que mereció los elogios del ilus- ciudadano. Aun cuando la ley santa del Evange-
trado conde de Campomanes en la carta autó-lio nos permitiese mirar con indiferencia la
grafa que dirijió al respetable director y que co-desgraciada suerte de los demás hijos de Adan:
piamos á continuacion como una prueba del in- aun cuando la religion de Jesucristo no nos obli-
terés con que miraba aquel hombre de Estado gara con repetidos preceptos á amar de todo co-
nuestra Sociedad naciente.
razon á nuestros hermanos, y compadecernos de
«Iltmo. Sr.-Muy Sr. mio: con mucho apre-los pobres que sufren á la letra toda la pena de
cio he recibido el ejemplar impreso de los Es-pecado de nuestro comun padre, comiendo e
tatutos de esa Sociedad Económica y el discurso
de su secretario don Domingo de la Casa.

Cuando el instituto no fuese notoriamente tan
útil y ventajoso en todos los pueblos principales
del reino, la fertilidad de esa ciudad y su ter-
ritorio pedian de justicia un establecimiento que

pan con el sudor de sus frentes; la naturaleza
misma, la naturaleza, que por sí no reconoce
propiedad ni division entre los bienes de los
hombres, sino que dió á todos en general la po-
sesion de la tierra con todas sus producciones y
adornos; la naturaleza que siendo en todos una

misma, nos hace de igual condicion y nos sujeta | designios de Dios, y venerando sus profundos á las mismas flaquezas y enfermedades, ha for- decretos acerca del gobierno y disposicion del mado entre nosotros unos vínculos tan estre- Universo solicitais á costa de vuestros afanes y chos, y ha grabado en nuestros corazones con tareas hacer mas dulce y soportable la vida de caractéres indelebles unos afectos de humanidad aquellos infelices á quienes su miseria tal vez tan eficaces, que no podemos dejar de sentir los obligaria á desear, como el Santo Job, que el unos los males de los otros. Y si las riquezas, triste dia que los vió nacer, hubiera sido la nodistinciones y prerogativas del mundo merecen che eterna de su sepulcro. Pero al mismo tiemalgun aprecio á los ojos de un filósofo, es por- po vais á dar vigor al Estado, fortificándolo con que lo hacen capaz de contribuir en algun mo- el sudor y trabajo de estos pobres, á quienes sado á la felicidad de sus semejantes. Pero què di- cais de las manos de la necesidad y del abango, de un filósofo? ¿No oimos á cada paso los dono. hombres mas toscos é ignorantes aun sin principios de educacion, que quisieran hallarse en la elevacion de los grandes y poderosos, porque se persuaden, que puestos en su lugar, podrian hacer feliz al género humano, derramando beneficios á manos llenas sobre todos sus indi-seos, y satisfechos vuestros conatos, que desviduos?

Y ¿quién duda, que el cielo derramará con abundancia sus bendiciones sobre vuestras sábias empresas? qué razon puede haber para no esperar que veamos y vea el mundo antes de muchos dias, cumplidos vuestros ardientes de

pues de tantas solicitudes hechas á los piés del Esta es, respetable Congreso de verdaderos Trono, os juntan hoy en este respetable lugar, amigos del pais, esta es la primera leccion de la que veneramos con razon como el santuario de naturaleza, y este es el uso que vosotros haceis la felicidad pública? ¿No tenemos en Málaga hoy de vuestros bienes y talentos en obsequio cuantas proporciones son apetecibles para el lode la humanidad y de la patria. Guiados no so-gro de vuestros designios? ¡Pudo acaso manilo de aquellas poderosas inspiraciones, sino tam-festarse mas liberal la naturaleza en esta afortubien y principalmente por los principios de la nada ciudad, ni franquearle con mas prodigalibuena política y de la religion: uniendo los res-dad sus apreciables dones y tesoros, que la hacen petos de nobles ciudadanos á los de fieles dis- capaz de toda la cultura y policía que pueden cípulos de Jesucristo, al mismo tiempo que ejer-intentar los hombres mas estudiosos y delicados? citais la compasion y misericordia para con los Disponiendo con admirable simetría todo el herpobres, tantas veces recomendadas en las San-moso pais que la rodea, ya en escarpados montas Escrituras, intentais hacer que florezca vues- tes, ya en valles frondosos y dilatados llanos, y tra amada patria, de suerte que sus bienes y ya finalmente en la ventajosa situacion de su riquezas, adquiridos en pequeñas porciones, puerto, parece que ha puesto todo su estudio y esmero en adornarla y enriquecerla, no solapuedan acrecentarse hasta formar un tesoro capaz de servir para la ejecucion de los fines mas mente con la perspectiva mas agradable y deligloriosos de la Monarquía. Conociendo la cons-ciosa, sino tambien con las producciones y frutitucion moral de los hombres y que esta ha detos que se hallan repartidos en todo lo restante causar indispensablemente entre ellos la des- de la tierra para el sustento, diversion y comoigualdad de pobres y ricos que siempre se ha didades del género hum ano. observado, bien sea por disposicion de la alta Sus fértiles campiñas, siempre abundantes en Providencia ó porque sus luces, su actividad y todo género de frutos, ganados, pastos y legumsu industria, que son los medios mas comunes bres, se miran adornadas de frondosos árboles de adquirir las riquezas, nunca son iguales en y flores, aun en la estacion mas rigorosa del intodos ellos, ni sus pasiones tienen la misma vierno, en que una gran parte de los pueblos de fuerza para estimularlos á hacer los mismos pro- Europa están cubiertos de nieve. Sus sierras las gresos en la carrera del honor y de la fortuna; mas ásperas y escarpadas, nos ofrecen voluntalejos de mirar con aprecio los arrebatados ca- riamente infinidad de saludables plantas, raros prichos de algunos políticos, que llenos de en-vegetales, y minerales esquisitos, de que nos tusiasmo ó de furor, quieren introducir en la dan evidentes pruebas las singularísimas virtudes sociedad un perfecto equilibrio entre los bienes que adquieren las aguas, al pasar por sus oculcondiciones de los hombres, entrais en los tos senos; en ellas se encuentran sin mucha fa

y

han oi

tiga el carbon de piedra, el alcohol, el azufre, | puede ignorar que hay en Málaga generosos pay minas abundantes de plomo, hierro, cobre y triotas que á imitacion de la piadosa Esther, otros metales mas útiles y preciosos. Allí se des- reconocen que el Señor los ha colocado en el cubren innumerables canteras de lápiz, amianto, seno de la prosperidad, no solo por ellos misiman, y primorosos mármoles y jaspes de todos mos, sino tambien para beneficio de su pueblo, colores para la hermosura de nuestros edificios, y constituyéndose fieles ministros de la Proviy magnificencia de nuestros templos. Sus empi- dencia, contribuirán con una parte de sus rinados montes, capaces de competir por su ferti-quezas para el alivio y fomento de sus conciulidad con el Líbano, esos montes, cuya deliciosa dadanos? El magnífico y poderoso monarca que frondosidad es el embeleso y la admiracion de las se ha dignado poner este cuerpo patriótico bajo naciones estrangeras, nos abastecen con tal abun- su soberana proteccion; los celosos ministros dancia, entre otros apreciables frutos, de vinos que le inspiran las sabias máximas de su acertagenerosos, que nos sobran para proveer las Amé- do gobierno, tienen dadas innumerables pruericas, la mayor parte de los Estados del Norte, bas de la grande generosidad, con que en mey sazonar las delicadas mesas de los mas pode-dio de los graves negocios y cuidados de tan rosos reyes de la Tierra. La seguridad y cómoda vastas provincias, se complacen en fomentar las situacion de su puerto y muelles artificiales, fa- demás sociedades de nuestra España, estendienmosos en todo el Universo, nos facilitan la espor- do sus benéficas manos para franquearles copiotacion de estos frutos sobrantes, y con ellos un sos auxilios, y elevarlas á proporcion de sus comercio mas activo y floreciente, que el de Ti-progresos. Nosotros mismos, aun en los princiro y Sidón: mas útil, que el de la antigua Cartago; y mas estable, que el de las potencias que hoy pretenden el dominio de los mares. ¡Y cuanto se distingue esta privilegiada ciudad aun entre las demás de nuestra Península por el feliz temperamento de su clima, que en todas las estaciones del año nos presenta una primavera perpétua, donde no tienen entrada ni los hielos terribles sus liberales beneficencias. del Norte, ni los calores escesivos que molestan las orillas opuestas del Africa! cuánto por el sumo respeto con que parece que hasta los vientos mismos miran esta dichosa morada, corriendo solamente para despejar con suavidad su alegre y hermoso Cielo, de las pesadas nieblas de la noche, estorbar que las nubes nos impidan la vista del sol mas tiempo que el indispensable para purificar la atmósfera, y fecundizar la tierra con su templadas lluvias! ¡Y cuánto finalmente por la agilidad, viveza y buena disposicion de sus moradores y demás apreciables circunstancias, en cuya relacion me detendria gustoso, sino temiera cansar vuestra atencion con unas verdades generalmente conocidas, y que ni aun la misma envidia se atreverá jamás á contradecir, por temor de verse desacreditada!

pios de nuestro establecimiento, tenemos espe-
riencias de la suma benignidad, con que
do nuestras súplicas á favor de este pueblo; y
reconociendo prácticamente, que los corazones
de los Reyes en las manos de Dios son instru-
mentos dignos de su clemencia, no podemos
dejar de alentarnos á esperar con fundamento

(Continuará.)

Por la seccion Oficial.

El Secretario,

J. DE CARVAJAL-HUE.

CIENCIAS.

EL ESPÍRITU MODERNO.

Nuestra época es positivista y por mas que se quiera dar un sentido poco delicado á esta calificacion, hay mas razones para alegrarse de ello que para sentirlo. Podrán perder algo en el Si la nueva Sociedad, no obstante tan bellas arreglo algunas organizaciones escogidas, alguproporciones, no pudiese por si sola dar desde nas inteligencias elevadas que só pretesto de poesu institucion á las artes y la industria, todos los sia y ciencia han monopolizado largo tiempo los auxilios que son necesarios para que lleguen al goces del entendimiento. En cambio, la humaestado de perfeccion que medita; si sus emprenidad aplaude y paga la participacion que se la sas no correspondiesen por la cortedad de sus dá, con grandes esfuerzos proporcionados á las fondos á la grandeza de sus designios, ¿quién inmensas facultades que su colectividad la pro

fria ó nebulosa en San Petersburgo y que el emperador de Rusia la aprovecha promoviendo una gran cacería, y sin embargo ya todo el co

porciona y que cada dia ensanchan mas los límites del saber. ¡Todo el mundo quiere hoy entender de todo! dicen con desdeñosa sonrisa muchos sábios, y deploran como una señal de né-mercio ha tenido que variar el arreglo de sus cio orgullo lo que es una imprescindible necesidad de la época en que vivimos. La ciencia, es indudable, no cabe ya en los gabinetes y laboratorios y si necesita esparcimiento fuera y el concurso activo de la muchedumbre, preciso es que se deje penetrar y conocer.

oficinas: el gobierno sorprendido por su propia obra no sabe qué prohibir ni qué conceder; las consultas de los sub-directores llueven constantemente al ministerio. Es tiempo de elecciones, ¡cuidado con dejar que circule nada sobre el asunto! Se juega la lotería, ¡que no pasen núTal es la razon por qué ecsisten las numero-meros! Hay subasta de bienes nacionales, ¡prosas publicaciones que hoy ven la luz pública en híbase la circulacion de cuanto se refiera á comtodo el mundo civilizado y cuya reconocida ten-pras y á fincas! Hay oscilacion en la bolsa, ¡cuidencia es vulgarizar los conocimientos científicos. dado con el ágio de mala ley! La Sociedad Económica de una ciudad tan inSe ha dicho y repetido que en España sobran dustrial como lo es hoy Málaga, no puede me- leyes y falta observancia; como se vé por esta nos de considerar este, como uno de los mas vez los legisladores, que siempre han pecado preferentes objetos de su Boletin. La industria por esceso de prevision, se encuentran en mucon efecto, ha llegado á enlazarse tan íntima-cho atraso; pero avancemos un poco mas; demos mente con la ciencia que imposible es ya apar- siquiera un solo paso en el porvenir, contando tarlas; dependiente antes sola la primera de la con las mas claras probabilidades. La última torsegunda, ha llegado el dia que se presten mútuo menta ocurrida en las costas de Inglaterra y que apoyo. De esta union, de este maridage que en-ha causado terribles desastres, fué anunciada cuentra su demostracion en las mas elevadas regiones á que puede llevarse la especulaeion y que en la práctica se traduce por las aplicaciones mas beneficiosas, nace la necesidad de una nueva norma para los juicios, de un criterio nuevo que es lo que se significa con las palabras que encabezan este artículo: el espiritu moderno.

por el telégrafo con tres dias de anticipacion. Los barcos, que á pesar de tan adelantados anuncios salieron del puerto, ¿podrá decirse que han sido sorprendidos por la tempestad? no podrá reconocerse algo de voluntario en el naufragio de algunos? ¡qué semillero de pleitos en las compañias de seguros! Pero avancemos un poNo es decir esto que deban desecharse las co mas aun. Supongamos y no es mucho suantiguas bases de raciocinio. Los fundamentos poner, que el cable metálico que funcionó alde la verdad son eternos y á ellos habrá siem-gunos dias entre las costas del Reino Unido y pre que acudir; pero es indudable que hay que la América del Norte, se hubiera puesto á discompletar un gran número y buscar otros donde posicion del público. Sabido es que por una conquiera puedan encontrarse: ¡no estamos diaria- secuencia de la diferencia de meridianos, cuanmente deplorando los errores de todo género do dan las diez de la mañana en Londres dan á que nos inducen los razonamientos al parecer las tres de la tarde en Nueva-York, claro es mejor fundados? El cálculo comercial, los pro- que un acontecimiento del que se podia tener cedimientos industriales y hasta las bases de la noticia en esta última ciudad una hora despues, legislacion se ven diariamente conmovidos y fal- habia sucedido ó iba á suceder tres horas antes. seados por las sucesivas aplicaciones de la cien- Concretemos aun mas el ejemplo. Un comercia y de la industria. ¡Cuántos hechos reputados ciante tiene noticia de los apuros de su corresimposibles y que hoy pasan á la categoría de ponsal y como frecuentemente sucede, salvanvulgares! dole de una quiebra, evita la suya propia: saTómese uno cualquiera de los grandes inven-be que hasta una hora determinada no se abre tos, ó mejor dicho, aplicaciones de las ciencias el tribunal ante el cual se vá á presentar el modernas: el telégrafo eléctrico por ejemplo. fallido. Se apresura á facilitar recursos por Apenas cuenta una docena de años de existen- telégrafo y hace constar el momento de remicia, aun no hemos tenido tiempo bastante para recobrarnos de nuestra sorpresa y casi estamos por invocar algo sobrenatural cuando se nos dice, por la tarde, que la mañana ha amanecido

sion; sin embargo llega tarde y en dos ó tres horas de atraso ¡como se ha de admitir, dirá, que lo que sucede á las doce en Londres pase antes que los actos autorizados á las diez en Nueva

York? qué es esto? que significado van á tener Já posteriori, se vé que el inmenso desarrollo que entonces los adverbios antes y despues?

con los caminos de hierro toma el tráfico, hace necesaria una multiplicidad de medios de locomocion regional muy superior en importancia á la que antes la general tenia.

Es que el tiempo se borra, habrá que contestarle, como casi se ha borrado el espacio; es que tenemos que reconocer el triunfo de los filosófos empíricos sobre los racionalistas y Hace tambien algunos años fué causa de granque tiempo y espacio no existen realmente, sino des alarmas en Inglaterra la creacion de un sis'que son simples condiciones de nuestra existencia tema completo de ferro-carriles para la costa. El material y que á lo mas podremos concederles lo comercio de cabotage, privilegio esclusivo alli que les queria dar Kant, es decir, una realidad como en todos los paises, del pabellon nacion al puramente subjetiva, mirándolos como otras tan- y principal sosten de gran número de marinos, tas formas necesarias de nuestra sensibilidad. se creyó sériamente amenazado en su existencia ¿Son claras estas ideas? pues mas oscuros son Conmovida la opinion pública, el gobierno eslos hechos. Sea lo que quiera el tiempo, es se-tuvo algun tiempo indeciso. Prevaleció sin emguro que el sol pierde lastimosamente mucho, in-bargo el espíritu de progreso, y los ferro-carvirtiendo nada menos que 24 horas en dar la riles se construyeron. Merced á ellos y á la mavuelta al mundo, cosa que nosotros hacemos fá- nera como facilitan y aun provocan las transaccilmente en dos en nuestros telégrafos y que, co-ciones, el comercio de la costa ha crecido de tal mo dice un autor francés, no debemos conformarnos con tan desesperada lentitud!

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modo, que graduado su trasporte anteriormente en la suma de cinco millones de libras al año, llegó á pasar de los quince millones en 1858, y se consideró preciso llamar á todos los pabellones á este servicio que la bandera nacional no bastaba ya á desempeñar.

Hé aquí, pues, filósofos, comerciantes y legisladores, tres clases igualmente respetables aunque no igualmente productoras, embrollados y perplejos. Pues no hay que apelar á una aplicacion de especie tan científica como es la de la Si estos ejemplos, demostrando los errores á telegrafía eléctrica para ver falseado el racioci- que fácilmente nos inducen los antiguos juicios, nio: basta hacerse cargo de la estension de otras, llaman la difusion del espíritu moderno á título cuyo carácter puede considerarse puramente in- de necesidad, hay otros muchos que lo invocan dustrial y en relacion con los mas vulgares y á título de la mas alta conveniencia. La ciencia reconocidos principios. El establecimiento de las y la industria unidas, ya se ha dicho, no caben líneas férreas ha dado y sigue dando lugar á los en los estrechos recintos en que hasta hoy separaerrores de cálculo mas raros y sorprendentes. das han crecido: necesitan espacio por una parPor eso, cuando hace años se dirigió un interro te y el concurso de la universalidad por otra. gatorio á esta Sociedad Económica para que in- Lo mismo que las colosales obras que por todas formase al Gobierno sobre el aumento probable que partes se acometen hoy, requieren el capital de resultaria en el tráfico entre esta ciudad y la de Cór-chicos y grandes y no solo de la generacion acdoba, una vez hecho un ferro-carril entre ambas,tual sino tambien de la venidera, que reunidos no faltó quien opinase que nada podia contestar- en vastas empresas, suministran recursos tan se, teniendo en cuenta lo sucedido en otros ámplios que dificilmente los podrian allegar los puntos: con frecuencia se vé el servicio de via- soberanos mas poderosos del mundo; asi tamjeros perfectamente hecho entre dos poblacio-bien la tendencia es hoy unir los esfuerzos de nes con un carruaje diario ó en dias alternados, y en cuanto se abre una via de hierro, no bastan cuatro trenes al dia. Cuando el impulso dado en los últimos años del reinado de Luis Felipe en Francia á la primera red de ferro-carriles proyectada, disolvió las grandes empresas de diligencias que existian, teniendo que reducir considerablemente su servicio la mayor parte; todo el mundo vaticinó un considerable abaratamiento de caballos y carruageria. Lo contrario fué lo que sucedió y ha seguido sucediendo, y ya hoy,

numerosas inteligencias para la resolucion de los mas difíciles problemas científicos é industriales. Dos grandes palancas se han encontrado al efecto y llámanse el crédito la una y la filosofía física la otra. Examinémoslas

El origen del crédito puede decirse es tan antiguo como el comercio y los préstamos; pero considerado hasta nuestra época como una triste necesidad, el espíritu moderno nos lo presenta como una institucion enteramente nueva que, á la par que distribuye de un modo justo la riqueza, auna ENERO DE 1861.

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