Memorias, Volumen1

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Página 211 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, gran padre de la patria, honor de España, pío, felice, triunfador Trajano, ante quien muda se postró la tierra que ve del sol la cuna y la que baña el mar, también vencido, gaditano.
Página 176 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa.
Página 212 - Fabio, si tú no lloras, pon atenta la vista en luengas calles destruidas; mira mármoles y arcos destrozados, mira estatuas soberbias que, violenta, Némesis derribó, yacer tendidas, y ya en alto silencio sepultados sus dueños celebrados.
Página 210 - De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo. Este llano fue plaza, allí fue templo: de todo apenas quedan las señales. Del gimnasio y las termas regaladas leves vuelan cenizas desdichadas. Las torres que desprecio al aire fueron a su gran pesadumbre se rindieron.
Página 209 - Tú (si lloroso don han admitido las ingratas cenizas de que llevo dulce noticia asaz si lastimosa) permíteme piadosa usura a tierno llanto que vea el cuerpo santo de Geroncio, tu mártir y prelado. Muestra de su sepulcro algunas señas y cavaré con lágrimas las peñas que ocultan su sarcófago sagrado.
Página 212 - Fábrica de Minerva, sabia Atenas: Emulación ayer de las edades, Hoy cenizas, hoy vastas soledades ; Que no os respetó el hado, no la muerte, ¡ Ay !, ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.
Página 203 - Silio peregrino rodaron de marfil y oro las cunas; aquí ya de laurel, ya de jazmines coronados los vieron los jardines que ahora son zarzales y lagunas. La casa para el César fabricada ¡ay! yace de lagartos vil morada; casas, jardines, Césares, murieron, y aun las piedras que de ellos se escribieron...
Página 213 - Muestra de su sepulcro algunas señas, y cavaré con lágrimas las peñas que ocultan su sarcófago sagrado; pero mal pido el único consuelo de todo el bien que airado quitó el cielo.
Página 210 - Este despedazado anfiteatro, impío honor de los dioses, cuya afrenta publica el amarillo jaramago, ya reducido a trágico teatro, ¡oh fábula del tiempo!, representa cuánta fue su grandeza y es su estrago, ¿Cómo en el cerco vago de su desierta arena el gran pueblo no suena?
Página 216 - ... fuerza la mente de la vecina gente, que refiere admirada que en la noche callada una voz triste se oye, que, llorando: cayó Itálica dice, lastimosa, eco reclama Itálica...

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