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De las gallinas y palomas.

Gallinas y palomas caseras, de las que se llaman duendas no las habia antes de la conquista. De las primeras escribe un autor que las habia en el Perú cuando los españoles vinieron á él; y hácele fuerza para certificarlo de ciertos indicios que dice hay para ello, como son, que los indios en su mismo lenguaje llamaban á la gallina, gualpa, y al huevo ronto, y que hay entre los indios el mismo refran, que los españoles tienen de llamar á un hombre, gallina, para notarle de cobarde. A los cuales indios se satisface con la propiedad del hecho.

Dejando el nombre gualpa para el fin, y tomando el de ronto, que se hace de escribir runta, pronunciando, ere, sensilla, porque en aquel lenguaje, ni en principio de parte, ni en medio de ella, no hay rr, duplicada; decimos, que en nombre comun, significa huevo, no en particular de gallina, sino en general de cualquier ave brava ó doméstica; y los indios en su lenguaje, cuando quieren decir de qué ave es el huevo, nombran juntamente el ave y el huevo, tambien como el español, que dice, huevo de gallina, de perdiz, de paloma &, y esto baste para deshacer el indicio del nombre runto.

El refran de llamar á un hombre gallina, por motejarle de cobarde, es que los indios lo tomaron de los españoles, por la ordinaria familiaridad y conversacion que con ellos tenian; y tambien por remedarles en el lenguaje, como acaece de ordinario á los mismos españoles. que pasando á Italia, Francia, Flandes y Alemania, vueltos á su tierra, quieren luego entrometer en su lenguage castellano, las palabras ó refranes, que de los extrangeros traen aprendidos y así lo han hecho los indios; porque los Incas, para decir cobarde, teniau un refran mas apropiado que el de los españoles: decian huarmi, que quiere decir, muger, y lo decian por via de refran; que para decir cabarde en propia significacion de su lenguaje, decian, campa; y para decir pusilánimo y flaco de corazon, decian llanclla. De manera, que el refran, gallina, para decir cobarde, es hurtado del lenguaje español, que en el de los indios no lo habia.

El nombre gualpa, que dicen que los indios daban y dan á las gallinas, está corrupto en las letras y sincopado & ccree

nado en las sílabas, porque debe decirse, atahualpa, y no es nombre de gallina, sino del postrer Inca, que hubo en el Perú, que fué con los de su sangre cruclísimo sobre todas las fieras, y basiliscos del mundo. El cual siendo bastardo, con astucia y cautelas prendió y mató al hermano mayor, legítimo hercdero llamado Huascar Inca y tirauizó el reino; y con tormeztos y crueldades, nunca jamás vistas, ni oidas, destruyó toda la sangre real, así hombres como niños y mugeres, en las cuales por ser mas tiernas y flacas, ejecutó el tirano los tormentos mas crueles que pudo imaginar: y no hartándose con su propia carne y sangre, pasó su rabia, inhumanidad y fiereza, á destruir los criados mas allegados de la casa real, que no eran personas particulares, sino pueblos enteros que cada uno servia de su particular oficio, como porteros, barrenderos, leñadores, aguadores, jardineros, cocineros de la mesa de Estado y otros oficios semejantes. A todos aquellos pueblos que estaban al derredor del Cuzco, en espacio de cuatro, cinco, seis y siete leguas, los destruyó, y asoló por tierra los edificios, no contentándose con haberles muerto los moradores: y pasáran adelante sus crueldades, sino las atajaran los españoles, que acertaron á entrar en la tierra en el mayor herror de ella.

Luego que los españoles entraron, prendieron al tirano Atahualpa y lo mataron en breve tiempo, con muerte tan afrentosa, como fué darle garrote en pública plaza, dijeron los indios, que su Dios el Sol, para vengarse del traidor y castigar al tirano, matador de sus hijos y destruidor de su sangre, habia enviado á los españoles para que hiciesen justicia de él. Por la cual muerte los indios obedecieron á los españoles, como á hombres enviados de su Dios el Sol, y se les rindieron de todo punto, y no les resistieron en la conquista como pudieron. Antes los adoraron por hijos y descendientes de aquel su Dios Viracocha, hijo del Sol, que se apareció en sueños á nuo de sus reyes, por quien llamaron al mismo rey Inca Viracocha, y así dieron su nombre á los Españoles.

A esta falsa creencia, que tuvieron de los e. pañoles, se añadió otra mayor, y fué, que como los españoles trajeron gallos y gallinas, que de las cosas de españa, fué la primera que entró al Perú, y como oyeron cantar á los galos, dijeron los indios que aquellas aves, para perpétua infamia del tirano y abominacion de su nombre, lo pronunciaban en su canto, diciendo Atahualpa; y lo pronunciaban ellos contrahaciendo el canto del gallo.

Y como los indios contasen á sus hijos estas ficciones, como hicieron con todos los que tuvieron, para conservarlos en su

tradicion; los muchachos en cuanto oian cantar un gallo, respondian cantando al mismo tono, y decian: Atahualpa.

Y para que se entienda mejor, cual era dicho canto, se pueden imaginar cuatro figuras, ó puntos de canto de órgano en dos compases; por los cuales se cantaba la letra Atahualpa: que quien la oyere, verá que se remeda con ellos el canto ordinario del gallo: y son dos semínimas y una mínima, y un semibreve, todas cuatro figuras es un signo. Y no solo uombrarán en el canto al tirano, mas tambien á sus principales capitanes, como tuviesen cuatro sílabas en el nombre: como Challchuchima, Quilliscacha y Rumiñavi, que quiere decir, ojo de piedra; porque tuvo un berrueco de nuve en un ojo. Esta fué la imposicion del nombre Atahualpa, que los indios pusieron á los gallos y gallinas de España.-El P. Blas Valera, habiendo dicho en sus destrozados y no merecidos papeles, la muerte tan repentina de Atahualpa, y habiendo contado largamente sus excelencias, que para con sus vasallos las tuvo muy grandes, como cualquiera de los demas Incas, aunque para con sus parientes tuvo crueldades nunca oidas, y habiendo encarecido el amor, que los suyos le tenian, dice en su elegante latin estas palabras:-"De aquí nació, que cuando su muerte fué divulgada entre sus indios, porque el nombre de tan gran varon, no viniese en olvido, tomaron por remedio y consuelo, decir cuando cantaban los gallos, que los españoles llevaron consigo, que aquellas aves Iloraban la muerte de Atahualpa y que por su memoria nombraban su nombre en su cauto: por lo cual llamaron al gallo y á su canto Atahualpa: y de tal manera ha sido recibido este nombre en todas las naciones y lenguas de los indios, qué no solamente ellos, mas tambien los españoles y los predicadores usan siempre de él &a"- Hasta aquí es del P. Blas Valera, el cual recibió esta relacion en el Reyno de Quito, de los mismos vasayos de Atahualpa, que como aficionados á su rey natural, dijeron que por sn honra y fama le nombraron los gallos en su canto. Con lo cual es indudable que quedan anulados los tres indicios propuestos, y se prueba largamente, como antes de la conquista de los españoles, no habia gallinas en el Perú.

Con las gallinas y palomas que los españoles trajeron de España al Perú, vinieron. tambien los pavos, que los condujeron de Méjico. Y por ser cosa notable debe saberse que las gallinas al principio no sacaban pollos en la Ciudad del Cuzco, ni en todo su valle, aunque les hacian todos los regalos posibles; porque el temple de aquella ciudad es frio. Decian, que la causa era de ser las gallinas extrangeras en aquella tierra y no haberse connaturalizado con la region de aquel valle; porque cu otras mas calientes, como Yucay y Muina que

están á cuatro leguas de la Ciudad del Cuzco sacaban muchos pollos. Duró la ssterilidad en el Cuzco mas de treinta años. Despues se logró que las gallinas empoyasen y sacasen pollos en abundancia.

El año dó 1556 un caballero que se decia D. Martin de Guzmau, natural de Salamanca, regresó al Perú de España, trayendo muchas cosas curiosas, y entre ellas un canario, que condujo hasta el Cuzco: fué muy estimado, porque cantaba mucho y muy bien: causó admiracion, que una avesilla tan pequeña pasase dos mares tan grandes, y tantas leguas par tierra, como las que hay de Lima al Cuzco.

De la cevada.

La cevada no se sabe quien la trajo: creése que algui grano de ella vino entre el trigo; porque por mucho que se aparten estas dos semillas nunca se separan del todo.

TOM. IV.

LITERATURA.-15

Relacion de lo ocurrido en la ejecucion de D. José Antequera y D. Juan de Mena.

Acusado el D. D. José Antequera, Fiscal que fué de la Audiencia de Chuquisaca, del delito de lesa magestad, por haber tumultuado la provincia del Paraguay, fué condenado á muerte, segun la sentencia siguiente:

"Vistos: Fallo atento á los autos y al mérito de dicha causa, y lo quo de ella resulta contra el reo D. D, José Antequera, que debo condenar y condeno á que de la prision y cárcel donde se balla, sea sacado con chia y capúz en bestia enlutada y con voz de pregonero que manifieste su delito, á la plaza pública de esta ciudad, donde estará puesto el cadalzo, y en él será degollado hasta que naturalmente muera; y asi mismo le condeno á confiscacion de bienes, aplicados estos por mitad á la cámara de S. M. y gastos de justicia. Y por esta mi sentencia definitivamente juzgando de él, pronuncio y mando con el

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