>> el que dijo que no habia visto tierra adonde hubiese dos reyes, como en >> la Nueva España, porque Cortés llevaba quinto como rey, despues de » sacado el real quinto; é de pensamiento dello cayó malo, é fué á Castilla, »é dió relacion de ello á S. M. é de otras cosas de agravios que le habian » hecho; é fué muy contrario á Cortés : é S. M. le mandó dar su real' cé » dula para que le diesen indios que rentasen mil pesos. Y ansí como vino » á México con ella, murió de su muerte. >> El mismo Bernal Diaz habia dicho antes (cap. 168) que cuando Pánfilo de Narvaez y Cristóbal de Tápia fueron á España á dar quejas contra Cortés, llevaron consigo á Gonzalo de Umbría (el piloto á quien Cortés hizo cortar un pié por conspirador) y á otro soldado que se decia Cárdenas. >> Hubo otro Luis de Cárdenas que segun Herrera (Déc. III, lib. 5, cap. 13) fué con Francisco de las Casas á las Hibueras contra Cristóbal de Olid, por quien fué hecho prisionero (1524). Más adelante se encargó del mando de la nao Santiago, una de las tres que por orden del Emperador despachó Cortés á cargo de Álvaro de Saavedra ó Sayavedra, con direccion al Maluco, para buscar las naves de Magallanes, Loaysa y Caboto. La expedicion salió del puerto de Sihuatanejo el 31 de Octubre de 1527: la noche del 15 de Diciembre se separaron de la capitana las otras dos naves que la acompañaban, y no se volvió á saber mas de ellas. (HERRERA, Déc. IV, lib. 4, cap. 6; NAVARRETE, Viajes, tom. V, pp. 95, 98, 466.) Que sean tres individuos diversos los que se hallan con el nombre de Cárdenas, parece indudable. De los dos que Bernal Diaz distingue claramente, vemos que el primero murió en poder de indios, y el segundo murió de su muerte, es decir, de muerte natural: el de Herrera murió ahogado, probablemente. Aunque este y el segundo de los que nombra Bernal Díaz eran hombres de mar, el uno parece no haber pasado de piloto, mientras que el otro era capitan de una nave. Ademas el de Bernal Diaz era de Triana, mientras que Herrera dice que el capitan era natural de Córdoba. Por último, este murió á fines de 1527, y el memorial lleva la fecha de 1528. Las señas de Bernal Diaz convienen perfectamente, como la de haber ido Cárdenas á España, donde dió relacion à S. M. fué muy contrario á Cortés. Por todo lo cual creo que el autor de este memorial fué el soldado que cayó enfermo porque Cortés tomaba para sí el quinto del botin: no será, pues, muy aventurado suponer que la codicia tenia alguna parte en la acusacion. La copia de este documento la debí al favor del Sr. Prescott. MERCED Á HERNAN CORTÉS, DE TIERRAS INMEDIATAS Á MÉXICO Y SOLARES EN LA CIUDAD. y Del mismo Sr. Prescott recibí tambien la copia de este documento. Al pié de él (pág. 29) he anotado lo concerniente á la discrepancia que se observa entre la fecha de esta copia y las de otras dos que se hallan en el archivo del hospital de Jesus, y nada tengo que agregar aquí. ÓRDEN Á HERNAN CORTÉS PARA QUE SE DETENGA Á DIEZ LEGUAS DE MÉXICO HASTA QUE LLEGUE LA SEGUNDA AUDIENCIA. Las desavenencias entre Cortés y la primera audiencia hicieron temer que se suscitasen nuevos disturbios con motivo del regreso de aquel á la Nueva España en 1550, lleno de mercedes y honores, y por eso la Emperatriz, en ausencia de Cárlos V, le prohibió que entrase en la capital, mientras no llegase la segunda audiencia, que estaba ya nombrada. Acaso fué conveniente tal precaucion; mas no puede leerse sin sentimiento, que aun cuando solo haya sido temporalmente, se prohibiera á Cortés, bajo severas penas, la entrada en la capital de sus conquistas. Cortés mismo cuenta la expedicion de esta cédula como uno de los agravios que recibió, segun puede verse en este mismo volúmen, pág. 52. REAL PROVISION SOBRE DESCUBRIMIENTOS EN EL MAR DEL SUR. Este documento es uno de los muchos relativos á las contrariedades y disgustos que sufrió Cortés en su empeño de hacer descubrimientos en el Mar del Sur. Nuño de Guzman, su eterno émulo, se habia propuesto sin duda estorbar aquellas expediciones. Lejos, pues, de que en las extensas costas de su gobernacion encontrasen auxilio los buques de Cortés, se exponian á perderse, si arribaban á ellas por voluntad ó por fuerza de tiempo. Es fácil considerar cuánto perjudicaba á los proyectos de Cortés el no poder contar con auxilios, ni aun siquiera con un refugio para casos desgraciados, en las costas que precisamente debia correr. Guzman impedia que los buques hiciesen aguada, maltrataba las tripulaciones, se apoderaba sin escrúpulo de cuanto venia á sus manos, y aquellos hechos consumados quedaban sin reparacion ni castigo, como de ordinario ha sucedido y sucede. Así es que la segunda audiencia mandaba primero á Guzman que devolviera á Cortés su nave, y no se atreviera á descubrir ni conquistar en el Mar del Sur; pero despues intima á Cortés que no envie gente á la isla que se decia haber poblado Guzman, ni trate de recobrar su navío por la fuerza, sino que lo pida por justicia. Pareceria bien que la audiencia le prohibiera que tomase satisfaccion por su mano, si hubiera cuidado de que se le diera cumplida; mas la experiencia tenia probado que Guzman no obedecia las disposiciones de la audiencia, ni esta podia hacerlas cumplir. El navío á que se refieren esas órdenes pertenecia á la expedicion de Diego Becerra, asesinado por Ortun ó Fortun Jimenez; pero ya en la anterior, mandada por Diego Hurtado de Mendoza, habia dado Nuño de Guzman graves motivos de queja á Cortés. Comenzó por prender y encausar á veinte hombres que saltaron á tierra en busca de víveres, y cuando los otros veinte que quedaron á bordo vinieron al fin á naufragar en las costas de Jalisco, se apoderó de todo lo que habian logrado salvar del naufragio. 2 Apesar de las prohibiciones de la audiencia, «determinó Cortés quitarse de escritos, y hacerse por sí justicia,» y armó el año siguiente de 1555 la expedicion que salió de Tehuantepec, ó mas bien de Chametla, que fué donde él se embarcó para dirigirla en persona. Gómara3 dice que encontró la nao echada al través y robado cuanto llevaba; mas el Sr. Lorenzana agrega que la reparó para servirse de ella. La expedicion fué tan desgraciada como todas las que hizo Cortés en aquellos mares. Un resúmen de ellas y de las que otros hicieron se encuentra en la Introduccion á la Relacion del Viaje hecho por las Goletas SUTIL y MEXICANA en el año de 1792 para reconocer el estrecho de Juan de Fuca (Madrid, 1802, en 4o y atlas en fo). Esta introduccion fué escrita por el célebre D. Martin Fernandez de Navarrete, segun aseguran sus sobrinos en el prólogo de la Coleccion de Opúsculos de aquel sabio marino, de que solo publicaron dos tomos en 1848 (Madrid), y por desgracia no prosiguieron. El autor de la introduccion dice que las noticias de las expediciones de Cortés las tomó de «un precioso manuscrito que posee la Real Academia de la Historia, que contiene una copia, excelentemente hecha por Palomares, de la contrata del marques del Valle, y pleito seguido en la audiencia de México, sobre sus descubrimientos de la Mar del Sur.» Hállanse algunos documentos relativos à esas navegaciones en los tomos I, II y IV de la Coleccion de Documentos Inéditos para la Historia de España (Madrid, 1842 et seqq.). RELACION DE LOS SERVICIOS DEL MARQUES DEL VALLE QUE DE SU ÓRDEN PRESENTÓ EL LICENCIADO NÚÑEZ Á SU MAJESTAD. De cuatro partes consta este documento. En la primera hace Cortés al Emperador una relacion de sus servicios; en la segunda le da gracias por las mercedes recibidas; quéjase en la tercera de que esas mercedes no se le habian cumplido, antes recibia en vez de ellas agravios y vejaciones: contiene por último la parte cuarta las peticiones de Cortés, tocantes unas á sus propios negocios, y otras al gobierno del pais en general. El Sr. D. Martin Fernandez de Navarrete publicó la primera y segunda parte en el tomo IV de la Coleccion de Documentos Inéditos para la Historia de España, diciendo haber tomado su copia del original que existe en el archivo general de Indias en Sevilla, y da el documento como completo. La copia 2 PADRE CAVO, Tres siglos de México, lib. III, cap. 10. 3 Crónica de Nueva España, cap. 188. Historia de Nueva España (Cartas de Cortés), México, 1770, f, pág. 324. que yo he seguido me fué enviada por el Sr. Prescott, quien á su vez tomó la suya de la coleccion de Muñoz, y este la sacó de Simancas, segun puede verse en la nota de la pág. 61. No lleva fecha este escrito: Muñoz dice que es papel de los años 1552 al 1535; » Navarrete conjetura, y á mi parecer con bastante fundamento, que es de 1553. La relacion, que es interesante, parece redactada por Cortés mismo. Considerándolo así Muñoz, se fijó en la expresion esta corte (pág. 56), para conjeturar que Cortés escribia en España, y por consiguiente en 1540 ó despues; pero observa y con razon, que si Cortés estuviera en la corte no necesitaba enviar procurador. Otras razones prueban que Cortés escribió este papel en México. La primera, que su procurador dice expresamente y desde el principio, que Cortés le escribe lo que debe hacer presente á S. M. Verdad es que aun cuando Cortés estuviera en la corte podria haberse valido de un procurador para agenciar sus negocios; pero en tal caso el procurador no diria que Cortés le escribe, pues esto solo se dice con propiedad de una persona ausente. La segunda razon es que Cortés termina la relacion de sus agravios con los que recibia de la segunda audiencia, lo que prueba que este memorial es anterior á la llegada del primer virey en 1555. De no ser así, no dejaria Cortés de presentar las quejas que tenia contra D. Antonio de Mendoza, como lo hizo despues en un destemplado memorial, de que en seguida hablaremos. Muñoz acaba por pensar que la palabra esta es error del escribiente, y que el original diria esa. Mas el Sr. Prescott, en la copia que me envió, puso, respecto á esta conjetura de Muñoz, una nota que dice así: «Véase otra copia de este mismo papel en el tomo IV (MSS. relativos á México) que tambien lee esta.» Por la conformidad de ambas copias debemos creer que el original decia esta. Y así es muy natural. Cortés escribió en México, hablando siempre en tercera persona, como quien destina el papel para ser presentado por otro. Cortés escribió; pero el Lic. Nuñez habla, y hallándose este en la corte, es consiguiente que dijera esta corte.» No hay, pues, necesidad de suponer que Cortés escribia allá, ni eso impide que el escrito sea obra suya. PETICION QUE DIÓ DON HERNANDO CORTÉS PIDIENDO SEA RESIDENCIADO EL VIREY DON ANTONIO DE MENDOZA. Aunque este documento no lleva fecha, es fácil asignarle la que le corresponde. Ademas de que Cortés dice (pág. 70) que hacia ocho años que gobernaba D. Antonio de Mendoza, lo que desde luego nos indica que escribia en 1545, se confirma esa fecha con el asunto mismo de la peticion, que era suplicar á S. M. que la visita mandada hacer al virey y audiencia de México se convirtiese en residencia. La comision dada al Lic. Tello para verificar la visita al virey está firmada por el Emperador en Vallado 5 lid á 26 de Junio de 1545; y el 15 de Mayo del mismo año le habia ya mandado que hiciese la visita de la audiencia. Es, pues, indudable que Cortés escribia á mediados de 1543. La circunstancia de pedir Cortés residencia en vez de visita, exige que notemos la diferencia entre ambas cosas. La visita se verificaba en cualquier tiempo por comision especial del soberano; pero sin suspender en el ejercicio de su empleo á la persona cuya conducta se trataba de investigar. El proceso era rigurosamente secreto, sin comunicacion de los cargos ni de las declaraciones de los testigos. El visitador no sentenciaba, sino que remitia cerrado el proceso original al consejo de Indias, donde se pronunciaba la sentencia, sin apelacion. La residencia, por el contrario, se tomaba al dejar el empleo: era público el proceso, y admitia muchos medios de defensa. Por eso dice Solórzano que el juicio de visita << se tiene y reputa por mas grave y estrecho que el de residencia. » 7 Pero Cortés preferia esta última por la razon de que el residenciado quedaba sin mando, y así podian todos acusarle sin recelo. Es sensible que llevado Cortés de su enemistad contra Mendoza, presentase ese libelo en que amontonó todas las acusaciones y vulgaridades que le vinieron á la pluma. Si se diera entero crédito á las palabras de Cortés, el virey habria de ser mirado, no solo como el gobernador mas perverso de la colonia, sino como un malhechor de la peor especie; y no es ese el juicio de la historia. En el documento que sigue se encontrarán las explicaciones que da Mendoza á muchos de los cargos de Cortés. No era la primera vez que este le acusaba. Ya desde 1540 (25 de Junio) habia dirigido al rey otro memorial contra Mendoza; pero se refiere únicamente á las disputas suscitadas con motivo de los descubrimientos en el Mar del Sur, que dieron orígen á la enemistad entre ambos personajes. El documento ha sido publicado en el tomo IV de la Coleccion de Documentos Inéditos para la Historia de España. Hay en él (pág. 211) un pasaje curioso que revela algo acerca del origen de las famosas relaciones del P. Fr. Márcos de Niza sobre el reino de Quivira y las Siete Ciudades. Quiero copiarlo por ser todavía poco conocida entre nosotros la voluminosa Coleccion en que se encuentra. Dice así: «Y al tiempo que yo vine de la dicha tierra (la de >> Santa Cruz que descubrió Cortés en la expedicion de 1554 y se cree » ser el puerto de la Paz en la Baja California), el dicho Fr. Márcos (de » Niza) habló conmigo estando yo ya en la Nueva España, é yo le di no>> ticia de esta dicha tierra y descubrimiento de ella, porque tenia determi PUGA, Provisiones y Cédulas (México, 1563, fo got.), fol. 95 vto. ID., fol. 94. Esta cédula tiene la fecha de trece de Mayo de mil quinientos treinta y tres; pero es errata evidente por cuarenta y tres. 1 Política Indiana (Madrid, 1776), lib. V, cap. 10. |