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tas vencidos. Tuvieron en ella más de 1,000 bajas y perdieron nueve cañones y 1,500 fusiles. Debió Pezuela á esta victoria el título de Marqués de Viluma.

Concentráronse en Humahuaca unos 1,500 hombres del ejército que actuó en Siperipe. A ellos se unieron más de 1,000 que había sacado French de la capital. Cubrióse la vanguardia con una división de milicianos proporcionada por Güemes, gobernador de la provincia de Salta, sublevada en masa, á la sazón. El Marqués de Yaví, Campero, organizó por su cuenta un cuerpo de tropas, y un batallón y dos compañías de dragones fueron armados rápidamente en Buenos Aires.

Propúsose Pezuela continuar avanzando; pero pronto se vio detenido, ya por las guerrillas de Güemes, ya por las sublevaciones de los pueblos que iba dejando tras sí.

Pero debía probarse que latia en todas partes el odio al centralismo de Buenos Aires, y Güemes obligó al cabildo de Salta á que le nombrase gobernador intendente y declaró la independencia de aquella provincia, y tal fué su poder, que le permitió poner condiciones para que pasase la división French, que marchaba á reforzar á Rondeau, y obligar á éste, que quiso desde Jujui replegarse á Salta, á volver á sus anteriores posiciones.

La liga de las provincias contra el centro fué general. A la independencia de Entre-Rios y Corrientes siguió la sublevación de Santafé, que, apenas reducida á la obediencia, volvió á levantarse acaudillada por don Mariano Vera. Luego Córdoba y su tenencia de gobierno, La Rioja, se declararon independientes. En Córdoba fué quemada en la plaza pública la bandera nacional y enarbolada la tricolor, hecha por Artigas símbolo del federalismo.

En la segunda sublevación de Santafé quedó prisionero el capitulado general Viamont, que con su ejército, llamado por el Directorio, de observación, había ido allí y había conseguido sofocar el primer movimiento. Para substituir á Viamont fué enviado Belgrano, que nada útil pudo hacer, porque el general Díaz Velez, jefe interino del ejército del Gobierno en aquella campaña, sorprendió su buena fe. Comisionóle Belgrano para pactar un arreglo amistoso, y el arreglo fué que Velez, entendiéndose con los santafecinos, hizo un convenio por el que se resolvía la separación de Belgrano del mando del ejército y se le substituía por el propio Díaz Velez; la retirada de las tropas centrales y, en fin, la deposición de Alvarez de su cargo de director supremo (9 de Abril de 1816). Apoyó la oficialidad este golpe de Estado; retiróse Belgrano y Alvarez resignó el mando. Nombró la Junta de observación, con el carácter de interino, director supremo al general don Antonio González Balcarce, dejando al Congreso, reunido en Tucumán, la provisión definitiva del cargo.

Representadas en el Congreso la mayoría de las provincias, habíaselo constituído el 24 de Marzo de aquel año (1816). Hasta 33 fueron los diputados de aquellas Cortes. Representaron 7 á Buenos Aires, 5 á Córdoba, 4 á Chuquisaca, 3 á Tucumán; Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza y Salta, enviaron dos dipu

tados cada una; La Rioja, San Luis, San Juan, Mizque, Cochabamba y Jujui, uno. Algunas, como Santafé, Entre-Rios y Corrientes, no quisieron enviar ninguno.

Triunfaron desde luego en el Congreso las tendencias centralistas. El Congreso eligió director supremo al general don Juan Martín Pueyrredón.

Pero las ideas federales habían ido ganando terreno y en el propio Buenos

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Aires surgió un vigoroso partido federalista. A punto estuvo, en aquellos mismos días, aquel partido de triunfar. Hombres prestigiosos se dirigieron al gobernador intendente de la provincia, en solicitud de que se declarase á Buenos Aires provincia federal, regida, en lo interior, por sus peculiares leyes, sin perjuicio de su obediencia al Congreso Nacional y al director supremo nombrado, cualquiera que fuese el punto de su residencia. Balcarce mismo apoyó esta demanda. Reunidos en la iglesia de San Ignacio discutieron, sin cuidarse de las protestas de la Junta de observación, la forma en que había, lo solicitado, de realizarse, y convinieron que fuera la de un plebiscito imperativo. Dividiéronse, y aquí estuvo su mal, al determinar el modo de llevar a cabo el plebiscito. Aprovecháronse de esta división cabildo y Junta de observación, y, contando con los tercios cívicos, publicaron un bando, deponiendo al director Balcarce y nombrando para reemplazarle á don Francisco Antonio Escalada y don Miguel de Irigoyen, hasta que Pueyrredón se hiciese cargo del mando.

El 9 de Julio, después de varios días de discusión sobre el tema de la independencia, formulóse en el Congreso de Tucumán la solemne pregunta de si las provincias de la Unión habían de constituir una nación libre é independiente de los

Reyes de España. Contestáronla, puestos de pie, con un si todos los diputados. El acto en que se consignó tan importante declaración y que firmaron los reunidos, decía así: «En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán, á nueve días del mes de Julio de mil ochocientos diez y seis, terminada la sesión. ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que la forman. - Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los Reyes de España; los representantes, sin embargo, consagraron á tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones y los intereses que demandaba. la sanción de la suerte suya, la de los pueblos representados y la de la posteridad. A su turno fueron preguntados sobre si querían que las provincias de la unión fuesen una nación libre é independiente de los Reyes de España y su metrópoli. Aclamaron primero, llenos de santo ardor de la justicia, y uno á uno reiteraron sucesivamente su unánime, espontáneo y decidido voto por la independencia del país, fijando en su virtud la determinación siguiente: Nos, los representantes de las Provincias Unidas de Sud América, reunidos en Congreso general, invocando al Eterno que preside al Universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, á las naciones y hombres de todo el globo la justicia que regla nuestros votos, declaramos solemnemente, á la faz de la tierra, que es voluntad unánime é indubitable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban á los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas é investirse del alto carácter de nación libre é independiente del Rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan, en consecuencia, de hecho y de derecho, con amplio y pleno poder para darse la forma de gobierno que exijan la justicia y el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas asi lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de ésta su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama. - Comuníquese á quien corresponda, para su publicación, y en obsequio al respeto que se debe á las naciones, detállense en un manifiesto los gravisimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. - Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios. »

Seguían en el documento las firmas hasta el número de veintinueve.

Pocos días después, el 21, quedó jurada en el salón de sesiones del Congreso la independencia de las Provincias Unidas. En el mismo día dictó el Congreso una ley declarando nacional la bandera azul y blanca.

Siguió á la declaración y el juramento de la independencia la discusión sobre la forma de gobierno que convenía adoptar. Mostráronse algunos, partidarios de una monarquía constitucional, bajo los auspicios de la monarquia de los Incas y con el Cuzco por capital del nuevo reino. Opinó alguno, Anchorena, porque se

constituyese una federación, idea que, unida en la memoria de muchos al nombre de Artigas, no fué bien acogida.

La institución monárquica no podía ser del agrado de los pueblos que bajo el imperio de una monarquía tanto habían sufrido. La opinión se encargó de hacer entender á los diputados que la patrocinaban la imposibilidad de implantarla. Belgrano y San Martín, con Acevedo, Serrano, Passo y otros se habían declarado por la monarquía. Ni el prestigio de estos hombres contuvo á los pueblos en su acerva crítica contra la forma monárquica. Hubieron al cabo de decidirse los diputados por proclamar la república.

Encargado entretanto Belgrano como general en jefe del ejército auxiliar del Alto Perú y nombrado Pezuela virrey del Perú, en substitución de Abascal, el ge

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neral Ramírez tomó interinamente el mando de las tropas españolas. Nada hizo ni pudo hacer Ramírez. Cundía la insurrección por todas partes. Potosí, Cinti, Charcas, Cochabamba, San Lucas, Larecaja, Santa Cruz... se levantaron contra la dominación española. Hasta Septiembre en que acudió á Cotagaita, donde Ramirez se había con sus tropas concentrado el jefe en propiedad, teniente general

La Serna, no se reanudó la campaña. Duró la emprendida por La Serna hasta mediados del siguiente año. Se distinguió principalmente en ella por los argentinos, el guerrillero Güemes con sus gauchos. La Serna no pudo pasar de Salta.

Los sucesos de Chile y los aprestos de San Martin contra el Perú obligaron á los virreyes á retirar sus tropas de las provincias del Plata. La Serna se volvió á sus acantonamientos del Alto Perú.

II

CHILE: El revolucionario Camilo Henriquez. — Pronunciamiento de 1.o de Abril de 1811. — Fusilamiento de Figueroa. - Radicales y moderados. - Apertura del Congreso. - Los Carrera. Pronunciamiento del 4 de Septiembre. - Sucesos de Concepción. - Nuevo pronunciamiento del 15 de Noviembre. - Nueva Junta. - Conspiración contra los hermanos Carrera. - Golpe de Estado del 2 de Diciembre. - Motin de 16 de Marzo de 1812. Junta de guerra en Concepción. - Renuncia de don José Miguel Carrera. — Proyecto de Constitución. - Vuelta de don José Miguel Carrera al Gobierno. — La religión. — Disposiciones del virrey del Perú. - Expedición contra Chile. — Don Antonio Pareja. — Capítulación de Concepción. — Acción de Hierbas Buenas. Recupera Carrera Concepción y Talcahuano. - Asedio de Chillán. - Destitución de Carrera. - Prisión por los españoles de los hermanos Carrera. - Rendición de Talca. — Tumulto el 7 de Marzo de 1814 en Santiago. - Don Francisco de Lastra, director supremo. Tratado de Lircay. - Fuga de los hermanos Carrera. — Acción en las orillas del Maipo. - Combate de Rancagua. — Entrada de los españoles en Santiago. - Don Manuel Osorio y don Francisco Casimiro Marcó del Pont. — Expedición de San Martin. — Batalla de Chacabuco. - Motin en Santiago. Entrada de San Martin.- Bernardo de O'Higgins, director supremo. → Sitio de Talcahuano. Proclamación de la independencia de Chile. Sorpresa de los chilenos en Caucharrayada. — Batalla de Maipó.- Vicente Benavides. — El director supremo Freire. — E brigadier Quintanilla. Desgraciado fin de los hermanos Carrera.

Dejamos á Chile en manos de su Junta de gobierno, presidida por el Conde de la Conquista.

Un fraile fué allí el que primero se atrevió á propagar sin rebozo la idea de la independencia. Llamábase este fraile Camilo Henriquez, de la orden de la Buena Muerte. En una proclama que dirigió á principios de 1811 á los chilenos encomió el principio de la soberanía nacional y calificó á los gobiernos de España de despóticos y arbitrarios, de venales y corrompidos á sus ministros y de obscuras y perjudiciales á sus leyes.

Convencidos los españoles de que, á despecho de todas las protestas en favor de Fernando VII, los acontecimientos que habían presenciado no eran sino el principio de una revolución que cada día ganaba más terreno, fraguaron un movimiento contrarrevolucionario que estalló el 1.° de Abril de 1811. Tres compañías del batallón de veteranos de Concepción que se hallaban de guarnición en Santiago se sublevaron en ese día, dirigidas por el comandante don Tomás Figueroa. Reprimida la sedición, rápidamente pero nó sin sangre, pagó Figueroa con la vida su atrevimiento: fué fusilado. La Real Audiencia quedó, desde aquel día, disuelta. Acordó además la Junta el destierro del ex presidente Carrasco.

Celebraron el 6 de Mayo las elecciones de diputados para el Congreso nacio

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