intentase esta reunión. «Jamás se agitaron los espías, dice un historiador, tanto como aquel día, pudiendo decirse que formaban un cordón, no interrumpido, de hombres escalonados en los caminos ó coronando las alturas; así es que tan luego como Barreiro se movió hacia Santa Fe, por el puente de Boyacá, tuvo encima todo el ejército patriota, en número de más de 2,000 hombres. »

El día 7 de Agosto, se trabó la pelea entre los dos ejércitos, siendo esta batalla, llamada de Boyacá, la que decidió la independencia del hasta entonces virreinato de Nueva Granada. Cerca del puente de Boyacá empezó el combate, que duró cuatro horas y fué uno de los más encarnizados. Debióse la victoria de los republicanos, principalmente, á la caballería republicana, que maniobró con la ligereza de siempre y empleó una de sus habituales estratagemas. Hostigada la caballería española por la republicana, la izquierda republicana, mandada por Santander, atravesó el puente uniéndose á la infanteria, mandada por Anzoátegui, que tenía envuelta á la española.

Cercadas así por los revolucionarios las tropas realistas, hubieron éstas de rendirse. Murieron en esta batalla algunos centenares de soldados españoles y quedaron prisioneros 1,600, entre ellos Barreiro, su segundo, el coronel Jiménez, y casi todos los tenientes coroneles, comandantes y gran número de subalternos.

En poder de los republicanos quedaron, además, la artilleria, el armamento y las municiones. Sólo consiguieron, de los españoles, salvarse algunos jefes y oficiales de caballería que, con cincuenta hombres, llevaron á Bogotá la noticia del desastre.

Algunos meses después, y cuando ya Bolívar había partido para Venezuela el general Santander mandó fusilar, inhumanamente, à Barreiro y á los treinta y ocho jefes y oficiales cogidos prisioneros en esta batalla.

Coroleu, en su obra América, dice: «Para sincerar éste tan sanguinario hecho, no se ocurrió alegar otra razón sino que los prisioneros conspiraban para evadirse y que carecía de suficientes fuerzas para custodiarlos; en cuanto á lo primero, dado que fuera cierto, no hay ni ha habido jamás derecho para suponer el deseo de recobrar la libertad, crimen digno de muerte siempre que se cuente con medios para impedir una evasión, y, en cuanto á lo segundo, con decir que Santander disponía de una brigada de artillería, un escuadrón de caballería y las milicias, para custodiar á treinta y nueve hombres, queda demostrada la falsedad de su aserto. Y que en aquellos días sentía verdadera sed de sangre española, pruébalo el siguiente caso. Un español paisano, llamado Malpica, al presenciar aquellas ejecuciones, exclamó: «Atrás viene quien las endereza», refiriéndose á Morillo. Tener noticia Santander de esta frase, mandar prender, confesar y fusilar en el acto al que la habia pronunciado, fué todo una misma

cosa. »

Al tener noticia el virrey Sámano de la derrota de Boyacá, fué tal su estupor, que no pensó más que en huir. Si bien es verdad que tenía pocas fuerzas, pudo,

con las de Calzada y algunas más que hubiera llegado á reunir, estorbar de cierto modo la marcha triunfal de los republicanos.

En la mañana siguiente (10 de Agosto) del día en que recibió la noticia de la derrota, se dirigió precipitadamente hacia Cartagena, dejando en Bogotá abandonados los archivos, las oficinas, sobre 600,000 pesos-según Torrente de la moneda de plata que él creó con el nombre de Montalvina, y 200,000 en oro. Se refugió en Honda, y Calzada, comandante de la guarnición, salió con ésta y algunos dispersos, llegados á Bogotá, en dirección á Quito, volando antes el almacén de pólvora situado en el Aserrín, á un cuarto de legua de la ciudad:

Entró el Libertador en Santa Fe el 10 de Agosto, en medio de entusiastas vitores y demostraciones de alegría y bajo una lluvia de flores. Dos días después llegaron sus tropas y los prisioneros hechos en Boyacá.

Los que ansiaban la independencia era natural que sintiesen este entusiasmo, pues sus aspiraciones se veían realizadas. Eran dueños los revolucionarios de la mayor parte del territorio de Nueva Granada; las pocas fuerzas españolas estaban desalentadas completamente, y Morillo no podía enviar nuevos refuerzos, pues bastante tenía con oponer todas las fuerzas de que disponía á las de los republicanos venezolanos.

Dedicóse Bolívar á establecer su gobierno en las provincias conquistadas, en perseguir á los realistas que se dirigían á Cartagena y, principalmente, en detener á las tropas que, anteriormente, había enviado Morillo en auxilio de Barreiro. Mandaba estas fuerzas el general La Torre, y contra éste envió á Soublette; Plaza salió á perseguir á Calzada, y Anzoátegui, ascendido á general de división, por su brillante operación en Boyacá, salió en persecución de Sámano. Creyendo oportuna la propaganda de su antiguo ideal, de constituir una sola república, con la reunión de Nueva Granada y Venezuela, creó, por decreto de fecha 13 de Septiembre de 1819, un gobierno provisional para el nuevo estado de Nueva Granada, y encargó de él con el título de vicepresidente á don Francisco de Paula Santander, elevado al empleo de general de división.

Carlos Soublette.

Salió Bolívar de Bogotá el 20 de Septiembre hacia Venezuela. Entretuviéronle en su marcha los honores con que fué recibido en los pueblos del tránsito. Reunido con Páez, que no había cesado de pelear con los españoles, permaneció algunos días en el Apure, y continuó su viaje, llegando á Angostura el 11 de Diciembre.

Encontró aquí á sus tenientes, entregados á intrigas y disputas. Nariño, que en un principio había sido relevado del mando del ejército de Oriente, intrigó sin cesar ni sosiego hasta recobrar su cargo. Propalada la falsa noticia de que Bolívar había sido derrotado por Barreiro, los diputados amigos de Nariño y de Arizmendi pronunciaron violentísimos discursos en el Congreso, provocando una revuelta de las clases populares que, en grupos armados, invadieron la Asamblea y obligaron á dimitir á Zea. Nombróse en su lugar á Arizmendi, quien repuso en el cargo de general en jefe del ejército de Oriente á Nariño. Nariño partió en seguida á ponerse al frente de las divisiones de Bermúdez y Urdaneta.

No quiso Bolívar, por el pronto, tomar determinación alguna contra Nariño ni Arizmendi, y se fingió ignorante de lo ocurrido en su ausencia. El mismo día de su llegada, se presentó ante el Congreso, dió cuenta de su viaje y de sus victorias, recomendó la conducta patriótica del pueblo neogranadino é insistió en la conveniencia de formar un solo cuerpo de nación con los territorios que había conquistado y Venezuela. Atendido entonces por la Asamblea, fué promulgada, en 17 de Diciembre de 1819, la ley fundamental de incorporación, compuesta de catorce artículos, de los que copiamos los seis primeros, por ser los de mayor importancia: « Articulo 1.o Las repúblicas de Venezuela y de Nueva Granada quedan, desde este día, reunidas en una sola, bajo el título glorioso de República de Colombia.

» Art. 2.° Su territorio será el que comprendían la antigua capitanía general de Venezuela y el virreinato del Nuevo Reino de Granada, abrazando una extensión de ciento quince mil leguas cuadradas, cuyos términos precisos se fijarán en mejores circunstancias.

» Art. 3.o Las deudas que las dos repúblicas han contraído separadamente, son reconocidas in sólidum, por esta ley, como deuda nacional de Colombia, á cuyo pago quedan vinculados todos los bienes y propiedades del Estado y se destinarán los ramos más productivos de las rentas públicas.

» Art. 4. El poder ejecutivo de la República será ejercido por un presidente y, en su defecto, por un vicepresidente, nombrados ambos interinamente por el actual Congreso.

» Art. 5.o La república de Colombia se dividirá en tres grandes departamentos: Venezuela, Quito y Cundinamarca, que comprenderá las provincias de Nueva Granada, cuyo nombre desde hoy queda suprimido. Las capitales de estos departamentos serán las ciudades de Caracas, Quito y Bogotá, quitada la adición de Santafé.

» Art. 6. Cada departamento tendrá una administración superior y un jefe nombrado, por ahora, por este Congreso, con titulo de vicepresidente.

Se disponía en los artículos siguientes la fundación de una ciudad para capital de la nueva república de Colombia, con el nombre de Libertador Bolivar, ciudad que no ha llegado á crearse, y que el Congreso general de Colombia se reuniría el 1.o de Enero de 1821 en la villa de Rosario de Cúcuta.

Bolívar fué nombrado, por unanimidad, presidente de toda la República, y don Francisco Antonio Zea (1), vicepresidente, pues Arizmendi había renunciado este cargo.

Decidido Bolívar á reanudar las operaciones militares, encargó á Bermúdez la continuación de la guerra en las provincias orientales, y á Cedeño, Monagas y Zaraza para invadir á Caracas. Después de dejar, á las órdenes del coronel Conde, una fuerte guarnición en Angostura, salió el 24 de Diciembre de 1819 con dirección á Bogotá, à fin de emprender la campaña en el tercer departamento de la naciente República, en la presidencia de Quito.

VI

LA REPÚBLICA DE COLOMBIA.-Su formación por el pacto ó Constitución de Angostura. — La presidencia de Quito.-El general Montes.-Conspiración del doctor Aute á causa de las imprudencias de Ramirez.-El coronel Calzada. — Operaciones en Nueva Granada.—Campaña de Montilla. Gestión de Morillo al frente de la capitania general de Venezuela. - Armisticio y convenio de Trujillo.-Su ruptura.-Sucesos de Maracaibo. — Decisiva batalla de Carabobo.Pérdida definitiva de Caracas y la Guaira. - Toma de Cartagena. — Sucesos de Guayaquil.— Combates de Huachi y Guaranda. - Victoria de Sucre en Yahuachi. - Segunda derrota de los republicanos en Huachi. - Mourgeon, presidente de Quito.-Batalla del Pichincha -Toma de Quito por los republicanos. - Derrota de Bolivar en el Quanambú. - Anexión á Colombia del estado libre de Guayaquil. Fin de la guerra en Venezuela. - Campaña desesperada de Morales. Batallas y combate naval en el lago de Maracaibo. — Rendición de esta provincia ȧ los republicanos.-Puerto Cabello, último baluarte de España, cae en poder de los patriotas. -Constitución de la república colombiana,

La Constitución provisional de Angostura estableció el pacto de unión entre los antiguos virreinato y capitanía general de Nueva Granada y Venezuela, dando lugar al nacimiento de la república de Colombia.

Bolívar había conseguido, á fuerza de incesante lucha, no siempre coronada por el éxito, establecer extensas zonas de operaciones, à manera de puntos estratégicos, desde donde proseguir sus campañas para lograr la total independencia de su país. Por el momento, no se preocupó más que de extender la revolución por la presidencia de Quito, región aún dominada, en su totalidad, por los realistas. Confiaba en que Morillo no podría enviar refuerzos á Nueva Granada, por necesitarlos en Venezuela, y no era de esperar tampoco que el virrey del Perú, sumamente comprometido por la invasión de los revolucionarios chilenos,

(1) Fué este patriota, notable botánico y político. Nació en el año 1780 y murió en 1822. Conocido desde su juventud por sus ideas liberales, y perseguido por ellas, fué, sin embargo, nombrado director del Jardín Botánico de Madrid. A la retirada del ejército francés, marchó á América con Bolivar. Prestó importantisimos servicios à la revolución. Desde la vicepresidencia de la república de Colombia contribuyó eficazmente á su completa independencia.

se decidiese á privarse de fuerzas que tanto necesitaba, para mandarlas en auxilio de los realistas de la antigua presidencia de Quito.

Desde 1816 manteníase esta región sometida á la causa de España, merced, en gran parte, al tacto y bondad del general Montes, que comandaba dicha presidencia. Sin embargo, el amable trato y sus innegables dotes de mando debieron despertar las suspicacias ó envidias de las autoridades superiores españolas, por lo cual, en Julio de 1817, pidió y obtuvo su relevo, siendo substituído en el mando por el teniente general don Juan Ramirez.

Es justo consignar aquí que durante el mando del general Montes ganó mucho la causa de España, por el especialísimo cuidado que mostró este ilustre general en cimentar en todo el país el orden y la justicia, contrastando su conducta con la de muchos de sus antecesores y, sobre todo, con la de su sucesor Ramirez. Este, hombre de carácter áspero y duro, comenzó, con sus amenazas é intimida

ciones, á captarse el odio y la antipatia de sus gobernados, odio que dió por resultado la abortada conspiración del doctor Aute.

Los conjurados se propusieron, en un día determinado (Jueves Santo de 1818), asesinar á todos los españoles residentes en Quito. Al efecto, en distintas ocasiones y con pretextos varios fueron llegando de los pueblos inmediatos, jóvenes patriotas que, armados de cuchillos y puñales, debían, á una señal determinada,