Revista del Museo de La Plata, Volumen5

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Talleres del Museo de La Plata, 1893
"Commemorativo del cincuentenario de la fundación de este museo": volume 34.

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Página 32 - Ya navegaba a espaldas de la Cabeza del Dragón y de la castellana Paria, que caen al Aquilón y miran al ártico (polo), cuando se encontró con los malvados y antropófagos caribes, de quien en otras partes hemos hablado latamente. Estos, cual astutas zorras, parecía que les hacían señales de paz. pero en su interior se lisonjeaban de un buen convite ; y cuando vieron de lejos a los huéspedes, comenzaron a relamerse cual rufianes.
Página 210 - Señor, déjame ir donde voy; sábete que aquella flauta que oyes en aquel otero me llama con mucha pasión y ternura, de manera que me fuerza a ir allá. Déjame, por tu vida, que no puedo dejar de ir allá, que el amor me lleva arrastrando para que yo sea su mujer y él mi marido.
Página 83 - España, á fin de que no tuviesen noticias del los estranjeros, y en conformidad dello he hecho las diligencias que he podido, así por mi parte como encargando á la Real Audiencia de La Plata acudiese por la suya al cumplimiento, con que muy pocos ó ningunos iban por allí...
Página 56 - Año de mil y quinientos que de veinte se decía, cuando fue la gran porfía en Castilla, sin quedar ciudad ni villa, que a todas inficionó, por los malos, digo yo, comuneros, que los buenos caballeros quedaron tan señalados, afinados y acendrados como el oro. Semejante al mal que lloro cual fue la comunidad, tuvimos otra en verdad subsecuente : en las partes del poniente, en el Río de la Plata.
Página 32 - Solís con tantos compañeros cuantos cabían en el bote de la nave mayor. Saltó entonces de su emboscada gran multitud de indígenas, ya palos les mataron a todos a la vista de sus compañeros; y apoderándose del bote, en un momento le hicieron pedazos : no escapó ninguno. Una vez muertos y cortados en trozos, en la misma playa, viendo sus compañeros el horrendo espectáculo desde el mar, los aderezaron para el festín; los demás, espantados de aquel atroz ejemplo no se atrevieron a desembarcar,...
Página 203 - Para que se entienda mejor lo que con el favor divino hubiéremos de escribir en esta Historia, porque en ella hemos de decir muchos nombres de la lengua general de los indios del Perú, será bien dar algunas advertencias acerca de ella. La primera sea, que tiene tres maneras diversas para pronunciar algunas sílabas, muy diferentes de como las pronuncia la lengua española, en las cuales pronunciaciones consisten las diferentes significaciones de un mismo vocablo...
Página 61 - ... en tanta flaqueza como los hombres. Bien creerá VA que fue tanta la solicitud que tuvieron, que, si no fuera por ellas, todos fueran acabados; y si no fuera por la honra de los hombres, muchas más cosas escribiera con verdad y los diera a ellos por testigos.
Página 58 - ... uno. Pocos fueron o ninguno que no se viese citado, sentenciado y emplazado de la muerte : más tullido el que más fuerte; el más sabio, el más perdido; el más valiente, caído y hambriento. Almas puestas en tormento...
Página 61 - ... cuestas de fuera del navio, y animándolos con palabras varoniles, que no se dexasen morir, que presto darían en tierra de comida, metiéndolos á questas en los vergantines, con tanto amor como si fueran sus propios hijos.
Página 131 - Estos indios malhechores son muy altos do cuerpo ó «cenceños, que quassi muestran no tener cintura ni intensión « del vientre, é segund la sequedad de sus miembros al natural « parecen la muerte figurada. Son tan ligeros, que los indios «comarcanos los llaman por proprio nombre jurícs, que quiere « decir avestruces, é tan osados é denodados en el pelear, que « uno de ellos acomete á diez de caballo.

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