Noticias referentes á los anales del teatro en Sevilla: desde Lope de Rueda hasta fines del siglo XVII.

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E. Rasco, 1898 - 529 páginas
 

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Pasajes populares

Página 41 - Sevilla, en cuyo friso estaba un tarjetón con aquestas letras: SPQH A los dos lados de esta puerta, de una parte y otra, corría un hermoso lienzo de un muro con sus almenas, fuera del cual, como espacio de tres pies, salían dos torres algo más altas, de las cuales la que estaba a mano izquierda sirvió de cárcel a San Hermenegildo, y la que estaba a mano derecha sirvió de castillo de los entretenimientos.
Página 165 - ... en sus compañías, no usen en manera alguna, so las penas que adelante irán declaradas, y no inventen otros de nuevo semejantes con diferentes nombres.
Página 117 - Toledo está caro, pero famoso, y camina con propios y extraños al paso que suele. Las mujeres hablan; los hombres, tratan; la justicia busca dineros; no la respetan como la entienden. Representa Morales; silba la gente, unos caballeros están presos porque eran la causa desto...
Página 348 - Mallen, dama de nuestra Sevilla, á quien se deben no menores alabanzas, pues con sus dulces y bien pensados versos suspende y deleita á quien los oye y lee...
Página 16 - ... cual componían cuatro bancos en cuadro y cuatro o seis tablas encima, con que se levantaba del suelo cuatro palmos, ni menos bajaban del cielo nubes con ángeles o con almas.
Página 117 - De poetas no digo; •buen siglo es éste!; muchos están en cierne para el año que viene; pero ninguno hay tan malo como Cervantes, ni tan necio que alabe a Don Quijote.
Página 15 - Las comedias eran unos coloquios como églogas entre dos o tres pastores y alguna pastora; aderezábanlas y dilatábanlas con dos o tres entremeses, ya de negra, ya de rufián, ya de bobo y ya de vizcaíno: que todas estas cuatro figuras y otras muchas hacía el tal Lope con la mayor excelencia y propiedad que pudiera imaginarse.
Página 289 - Más ondas nuevas penetré que vieron Colón, Cortés, Pizarro y Magallanes, Pues tocando las que ellos descubrieron, Pasé con los cruzados tafetanes. Un capitán seguí de quien temieron, Midiendo estrellas y afijando imanes, Las no domadas ondas de Anfitrite, Que ya no tiene el orbe quien le imite.
Página 114 - ASPAR, si enfermo está mi bien, decilde que yo tengo de amor el alma enferma y en esta soledad desierta y yerma lo que sabéis que paso persuadilde. Y para que el rigor temple advertilde que el médico también tal vez enferma, y que segura de rar ausencia duerma, que soy leal, cuanto presente humilde.
Página 16 - ... cuatro bancos en cuadro y cuatro o seis tablas encima, con que se levantaba del suelo cuatro palmos; ni menos bajaban del cielo nubes con ángeles o con almas. El adorno del teatro era una manta vieja, tirada con dos cordeles de una parte a otra, que hacía lo que llaman vestuario, detrás de la cual estaban los músicos cantando sin guitarra algún romance antiguo.

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