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sioneros y los frutos de sus saqueos y depredaciones. El general Rotten que maniobraba por aquella comarca se propuso hacer otro escarmiento con aquel foco de la rebelion, y como lográra ahuyentar de allí las facciones, y como los habitantes huyeran del pueblo siguiendo á aquellas, hizo lo que espresa la siguiente órden general, y el bando que con harto dolor nuestro estampamos á continuacion, como testimonio lastimoso de la crudeza de aquella guerra.

Orden general dada á la 4.a division del ejército de operaciones de Cataluña.

La 4. division del ejército de operaciones del sétimo distrito militar (Cataluña) borrará del mapa de España la villa esencialmente facciosa y rebelde, lamada San Llorens de Morunis (ó Piteus), con cuyo fin será saqueada y y entregada á las llamas. Los cuerpos tendrán derecho al saqueo en las casas de las calles que se les señalen, á saber, el batallon de Murcia, en las calles de Arañas y de Balldefred: Canarias, en las calles de Segories y de Frectures: Córdoba, en las calles de Ferronised y Ascervalds, y el destacamento de la Constitucion y la artillería en los arrabales (Esceptúanse de ser incendiadas, cuando se dé la órden, las casas de doce á trece patriotas).

Siguen los detalles para la ejecucion de esta órden.

Bando. Don Antonio Rotten, caballero de la órden nacional de San Fernando, brigadier, etc.

Ordeno y mando lo siguiente:

Artículo 1. La villa que se llamaba San Llorens de Morunis ó Piteus, ha sido saqueada é incendiada por mi órden, á causa de la sedicion de sus habitantes contra la Constitucion de la monarquía, que nunca han querido jurar, como tambien por haber caido en las penas señaladas en el bando de S. E. el general en jefe de este ejército, publicado en 24 de octubre último, en el sitio donde existió Castelfullit.

Art. 2. No podrá reconstruirse esta villa sin la autorizacion necesaria de las Córtes.

Art. 3.

Ninguno de los que la habitaron podrá fijar su domicilio en los distritos de Solsona y Berga, sin permiso del gobierno, ó de S. E. el general en jefe del ejército.

Art. 4. Esceptúanse las familias de los patriotas y de los que piensan bien (Siguen los nombres de doce personas).

Art. 5. En virtud de la obligacion de los vecinos é hijos de la villa que se llamó San Llorens, de fijar su domicilio fuera de los distritos de Solsona y de Berga, los que allí se encontrasen serán fusilados, si no justifican que salieron del lugar antes del 8 del corriente, dia en que entraron las tropas nacionales, ó que se hallan comprendidos en alguna de las escepciones ó bandos que rigen sobre los facciosos.

Art. 6. Los que hubiesen abandonado la villa antes del 18 del corriente, los sexagenarios, las mujeres y los jóvenes menores de diez y seis años, no podrán fijar su domicilio en los dos distritos sin el permiso del gobierno ó del general en jefe, bajo pena de ser espulsados por la

fuerza, y entendiéndose que se les concede un mes, contado desde este dia, para la evacuacion.

Art. 7. Esta órden se comunicará para su puntual cumplimiento á los cuerpos y destacamentos que pertenecen á la division, á las comisiones de vigilancia y á los Ayuntamientos constitucionales de los indicados distritos, para que lo comuniquen á sus respectivas poblaciones. Dado en las ruinas de San Llorens de Morunis á 20 de enero de 1823.

Proseguia entretanto el bloqueo y circunvalacion de los fuertes de la Seo de Urgél. Habia dias de sostenido fuego entre sitiados y sitiadores; dias de silencio de unos y de otros; salidas intentadas con más ó ménos éxito; peleas para impedir la llegada de socorros y provisiones, ya á los de dentro, ya á los de fuera, y todos los sucesos varios de un prolongado cerco. Mina acudia allí donde lo consideraba más conveniente segun las noticias y partes que recibia, y combinaba con sus caudillos las evoluciones que tenia por más oportunas al logro de su objeto en las comarcas circunvecinas de la plaza, dando lugar á muchas acciones parciales que fuera impertinente describir. Conócese que los sitiados carecian de noticias. exáctas de las posiciones de sus enemigos, porque el bloqueo dejaba claros por donde pudieran huir, y sin embargo no se resolvian á ello, y cada dia era su situacion más apurada y espuesta á sucumbir. Por fuera se movian sin cesar las facciones, y el mismo MiTOMO XXVIII.

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na nos dá una idea de estos movimientos, diciendo en sus Memorias al terminar la relacion de los sucesos de enero de 1823: Los táles facciosos parece que se » multiplicaban en todas partes, y muy principalmen» te los que hacian cabezas de su partido; porque Mi>> sas, Mosen Anton, Queralt, Miralles, tan pronto >parecian con sus hordas en una provincia como en » otra de las cuatro del Principado. Rotten siempre >> los tenia encima; Milans los escarmentaba continua» mente, y al instante volvian á pararse sobre sus es»paldas ó costados; mi columna estaba circundada de >> ellos; últimamente, el general Butron, segundo ca»bo del distrito, me avisaba que con mucha frecuen>> cia tenia que salir de Barcelona con fuerzas para »ahuyentarlos de aquellas inmediaciones; y en todas »partes lo mismo, Misas, Anton, Targarona, Caragol » y demás, segun los avisos oficiales que yo recibia. »Los señores franceses, con la proteccion que les da >ban, nos proporcionaban táles satisfacciones.»>

Al fin, aquellos facciosos que con tanta tenacidad habian defendido los fuertes de la Seo de Urgél, los abandonaron á las altas horas de la noche del 2 al 3 de febrero (1823), refugiándose en la pequeña república ó valle neutral de Andorra. A las tres y media de la mañana del 3 entró en ellos el jefe de la plana mayor con la compañía de cazadores de Mallorca. Inmediatamente montó Mina á caballo y voló en persecucion de los fugitivos, los cuales dejaron en aquel

camino de sierras y desfiladeros algunos centenares de muertos, con multitud de efectos de guerra, equipos y toda clase de despojos. Despachó en posta á su ayudante Cañedo para que trajese á la córte tan fausta nueva, y envió extraordinarios á las capitales de las cuatro provincias de Cataluña, á Zaragoza, al cónsul de España en Perpiñan, al embajador español en París, y á varios otros puntos que creyó conveniente: despues de lo cuál, el 6 (febrero) tomó el camino de Barcelona, de incógnito, y sin mas compañía que la del intendente del ejército, para atender á los medios de ejecutar sus ulteriores planes.

Favorable habia sido tambien la fortuna á los constitucionales en Navarra, donde Quesada se vió igualmente forzado á refugiarse en Francia, batido por Espinosa. Sucedió á éste Torrijos en el mando de aquel antiguo reino, y lejos de dejar reponerse á los absolutistas, los arrojó de Irati, aquel fuerte situado en la frontera, que era para los facciosos de Navarra como los de Urgél para Cataluña. Por la parte de Castilla, Merino, que era el más fuerte de los guerrilleros, habia sido tambien sorprendido y derrotado en Lerma, provincia de Burgos. No habian corrido tan prósperamente las cosas por la parte de Aragon y en el territorio que separa aquel reino de la capital. Habíase aparecido allí con una fuerte columna, que se hacia subir á cuatro mil facciosos, procedente de Fragay Mequinenza, el ingrato y traidor francés Bessie

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