La presente disertacion se dirije á demostrar que los reyes españoles han ejercido por espacio de mas de mil y cien años autoridad soberana independiente para di vidir el territorio nacional en tantos y tales obispados y provincias eclesiásticas como han considerado convenir segun las circunstancias que concurrian en cada época: y que los obispos (reconociendo la lejitimidad del poder de sus monarcas para estas providencias) obedecian sumisamente, y se arreglaban á los decretos reales en el uso de su potestad espiritual, sin echar de ménos la intervencion de la iglesia en el mandato; y mucho menos la del sumo pontífice romano con quien para nada se contó en estos asuntos hasta fines del siglo undécimo: siendo la conducta de aquellos obispos de tanta mayor autoridad para imitarse, cuanto consta que muchos de ellos fueron y son venerados en los alta |