Costas y montañas: diario de un caminanteRenacimiento, 1921 - 429 páginas |
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... cielo eran los mismos ; azules , profundos ; iguales colores tenía la tierra , verdes claros o sombríos , manchados a trechos por las cenicientas peñas de la costa ; iguales rumores volaban por el aire , el ronco y vago gemido de la ...
... cielo eran los mismos ; azules , profundos ; iguales colores tenía la tierra , verdes claros o sombríos , manchados a trechos por las cenicientas peñas de la costa ; iguales rumores volaban por el aire , el ronco y vago gemido de la ...
Página 22
... enfrente duerme tendida la inmensidad del Océano , cuyo horizonte azul se con- funde con el azul purísimo del cielo , De esta contemplación distraen voces humanas . Los hués- pedes se cruzan en las cercanías de la quinta , 22.
... enfrente duerme tendida la inmensidad del Océano , cuyo horizonte azul se con- funde con el azul purísimo del cielo , De esta contemplación distraen voces humanas . Los hués- pedes se cruzan en las cercanías de la quinta , 22.
Página 24
... cielo que le cobijaba , embebecido en las caricias y arrullos de las brisas que oreaban su frente , de la espuma que serpeaba trémula sobre sus hombros , en torno de su robusto cuello , trepaba a la cresta de las olas , o se tendía ...
... cielo que le cobijaba , embebecido en las caricias y arrullos de las brisas que oreaban su frente , de la espuma que serpeaba trémula sobre sus hombros , en torno de su robusto cuello , trepaba a la cresta de las olas , o se tendía ...
Página 29
... cielo con el centelleo de sus estrellas , lazo que le ata a la tierra , mirada que le acompaña y sigue , serena su ánimo y le preserva de mortales congojas , repitiendo con su variedad infinita de eclipses y destellos , de color y ...
... cielo con el centelleo de sus estrellas , lazo que le ata a la tierra , mirada que le acompaña y sigue , serena su ánimo y le preserva de mortales congojas , repitiendo con su variedad infinita de eclipses y destellos , de color y ...
Página 33
... cielo , tuvieran palacio los reyes de la tierra . Autorízase de las reliquias viejas que aún subsisten ; dice que Alfonso el Sabio le habitó en ocasiones , que en sus aposentos se ordenó el trabajo de alguna de las Siete Partidas , y ...
... cielo , tuvieran palacio los reyes de la tierra . Autorízase de las reliquias viejas que aún subsisten ; dice que Alfonso el Sabio le habitó en ocasiones , que en sus aposentos se ordenó el trabajo de alguna de las Siete Partidas , y ...
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Términos y frases comunes
abad abad de Santander acaso agua Alfonso Alfonso VIII Alfonso XI alma Ambrosero ánimo antiguo apellido Apostol armas arrimados Besaya blasón Burgos caballero camino cántabros carretera Castilla Castro CASTRO-URDIALES caudal célebre cielo ción colindres concejo conde conserva corazón corre costa Crónica curioso cuyo dha villa dhos días donación doña enemigo erigida Escalante escudo España españoles Fernando Fernando IV gente gloria glorioso Gonzalo halla hidalgos hijo historia humana iglesia infante labrado Laredo Liébana linaje llama llegar luego mandamos mano marina marqués marqués de Santillana memoria misterios monasterio montaña montañeses monte muelles muerte mundo murió nave nombre obispo ojos paisaje parajes parece paso patria pecho Pedro peña piedra pueblo puerto reina río roca ruesga salir Santa Santander Santillana Santoña Sardinero siglo siglo xv siglo XVII soldados templo tierra título todavía Toledo tomo torre Torrelavega trae Trasmiera Treceño Valdáliga valle vecinos Vega villa de Santander viva
Pasajes populares
Página 388 - E los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera so pena de la nuestra merced é de diez mil maravedís...
Página 381 - Don Carlos, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Córcega, de Murcia, de Jaén...
Página 388 - Nos en la nuestra Corte, donde quier que nos seamos del día, que vos emplazare fasta quince días primeros siguientes, so la dicha pena, so la qual mandamos a qualquier Escrivano público, .que para esto fuere llamado, que dé ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo, por que nos sepamos en como se cumple nuestro mandado.
Página 389 - Granada, a los 9 días del mes de noviembre año del nacimiento de nuestro salvador Jesucristo de mil quinientos veinte e seis años. Yo el Rey. — Yo Francisco de los Cobos, Secretario de sus Cesares y Católicas Majestades, la fice escribir por su mandado".
Página 381 - Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia de Jaén, de los Algarbes, de...
Página 15 - ... del monasterio... echando el apellido (como decían los banderizos de la Edad Media), no para homicidas empresas ni cruentas obras, sino para satisfacer la deuda sagrada que al nacer contrajo todo hombre con el suelo que le dió cuna: la de emplear en su servicio la mejor porción de su obra».
Página 48 - Mi amor me dice de usted y yo lo mismo le digo, y en estando los dos solos, de tú por tú nos decimos. Ya no se estila decir: ¡viva el oro, viva el oro!, que sólo se dice ahora: ¡viva la prenda que adoro! Viva Cádiz, viva el Puerto, viva quien sabe querer, viva quien pasa en el mundo penas por una mujer. He estado en el purgatorio y he visto todas las penas, y he visto que por querer ningún alma se condena. Yo quiero bien, y no puedo decir á quién quiero bien; tan sólo diré que quiero sólo...
Página 54 - No trocara esta vida de picaro por , la mejor que tuvieron mis pasados. Tomé tiento a la corte; íbaseme sutilizando el ingenio por horas; di nuevos filos al entendimiento, y viendo a otros menores que yo, hacer con caudal poco mucha hacienda, y comer sin pedir ni esperarlo de mano ajena, que es pan de dolor, pan de sangre, aunque te lo dé tu padre, con deseo de esta gloriosa libertad, y no me castigasen, como a otros por vagabundo, acomodéme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros.
Página 316 - ¡Benditos aquellos que cuando las flores se muestran al mundo desciben las aves, e fuyen las pompas e vanos honores, e ledos escuchan sus cantos suaves! ¡Benditos aquellos que en pequeñas naves siguen los pescados con pobres traínas! Ca éstos non temen las lides marinas, nin cierra sobre ellos Fortuna sus llaves.
Página 194 - Las aguas corrientes no son riqueza sólo; son vida del paisaje. Porque el agua posee los tres accidentes del vivir: luz, voz y movimiento; luz reflejada, como la luz de la pupila; voz ligera y amorosa, soñolienta y grave. como la voz de la garganta humana. No hay soledad donde el agua corre; no hay tristeza donde el agua mana; no hay desierto donde el agua vive. Fecunda el suelo y despierta el alma, arrulla el dolor, ensancha la alegría, es compañía y música, medicina y deleite; sobre sus ondas...