Costas y montañas: diario de un caminanteRenacimiento, 1921 - 429 páginas |
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Página 14
... fuerzas , es próvida , nos manda aceptar con ánimo sereno la propia suerte , y que la codicía de ajenos bienes tanto empequeñece y daña en la esfera del pensamiento , como en la de los tesoros materiales . Lo posible apartarse con ...
... fuerzas , es próvida , nos manda aceptar con ánimo sereno la propia suerte , y que la codicía de ajenos bienes tanto empequeñece y daña en la esfera del pensamiento , como en la de los tesoros materiales . Lo posible apartarse con ...
Página 20
... fuerza de la más pura sustancia de la aldea , y por la posesión de la fuerza conducida al abuso de ella , a su castigo , el recelo constante de los más fuertes , y el constante desvío de los más débiles ; y en fin , la playa , la em ...
... fuerza de la más pura sustancia de la aldea , y por la posesión de la fuerza conducida al abuso de ella , a su castigo , el recelo constante de los más fuertes , y el constante desvío de los más débiles ; y en fin , la playa , la em ...
Página 25
... fuerza , y que sin duda llega a su extremo de energía cuan- do contienden de una parte el hombre , su espíritu y su denue- do , y de la otra una fiera de poder desmesurado , de instintos misteriosos , en cuya mansedumbre no cabe ...
... fuerza , y que sin duda llega a su extremo de energía cuan- do contienden de una parte el hombre , su espíritu y su denue- do , y de la otra una fiera de poder desmesurado , de instintos misteriosos , en cuya mansedumbre no cabe ...
Página 44
... fuerza que la común acepción concede al poder y le reconoce , más es para regir y enfrenar pasiones de sangre que para excitarlas y moverlas . Esta independencia y soltura de los pueblos marítimos se explayaba y vivía merced a lo ...
... fuerza que la común acepción concede al poder y le reconoce , más es para regir y enfrenar pasiones de sangre que para excitarlas y moverlas . Esta independencia y soltura de los pueblos marítimos se explayaba y vivía merced a lo ...
Página 50
... fuerza , uniéronle mañosamente a una sen- tencia capital ; así también se quitaban de delante los testigos y víctimas de su rapacidad y celos ; así también se curaban del miedo de sus latentes iras y meditadas venganzas . Pero acaso en ...
... fuerza , uniéronle mañosamente a una sen- tencia capital ; así también se quitaban de delante los testigos y víctimas de su rapacidad y celos ; así también se curaban del miedo de sus latentes iras y meditadas venganzas . Pero acaso en ...
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Términos y frases comunes
abad abad de Santander acaso agua Alfonso Alfonso VIII Alfonso XI alma Ambrosero ánimo antiguo apellido Apostol armas arrimados Besaya blasón Burgos caballero camino cántabros carretera Castilla Castro CASTRO-URDIALES caudal célebre cielo ción colindres concejo conde conserva corazón corre costa Crónica curioso cuyo dha villa dhos días donación doña enemigo erigida Escalante escudo España españoles Fernando Fernando IV gente gloria glorioso Gonzalo halla hidalgos hijo historia humana iglesia infante labrado Laredo Liébana linaje llama llegar luego mandamos mano marina marqués marqués de Santillana memoria misterios monasterio montaña montañeses monte muelles muerte mundo murió nave nombre obispo ojos paisaje parajes parece paso patria pecho Pedro peña piedra pueblo puerto reina río roca ruesga salir Santa Santander Santillana Santoña Sardinero siglo siglo xv siglo XVII soldados templo tierra título todavía Toledo tomo torre Torrelavega trae Trasmiera Treceño Valdáliga valle vecinos Vega villa de Santander viva
Pasajes populares
Página 388 - E los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera so pena de la nuestra merced é de diez mil maravedís...
Página 381 - Don Carlos, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Córcega, de Murcia, de Jaén...
Página 388 - Nos en la nuestra Corte, donde quier que nos seamos del día, que vos emplazare fasta quince días primeros siguientes, so la dicha pena, so la qual mandamos a qualquier Escrivano público, .que para esto fuere llamado, que dé ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo, por que nos sepamos en como se cumple nuestro mandado.
Página 389 - Granada, a los 9 días del mes de noviembre año del nacimiento de nuestro salvador Jesucristo de mil quinientos veinte e seis años. Yo el Rey. — Yo Francisco de los Cobos, Secretario de sus Cesares y Católicas Majestades, la fice escribir por su mandado".
Página 381 - Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia de Jaén, de los Algarbes, de...
Página 15 - ... del monasterio... echando el apellido (como decían los banderizos de la Edad Media), no para homicidas empresas ni cruentas obras, sino para satisfacer la deuda sagrada que al nacer contrajo todo hombre con el suelo que le dió cuna: la de emplear en su servicio la mejor porción de su obra».
Página 48 - Mi amor me dice de usted y yo lo mismo le digo, y en estando los dos solos, de tú por tú nos decimos. Ya no se estila decir: ¡viva el oro, viva el oro!, que sólo se dice ahora: ¡viva la prenda que adoro! Viva Cádiz, viva el Puerto, viva quien sabe querer, viva quien pasa en el mundo penas por una mujer. He estado en el purgatorio y he visto todas las penas, y he visto que por querer ningún alma se condena. Yo quiero bien, y no puedo decir á quién quiero bien; tan sólo diré que quiero sólo...
Página 54 - No trocara esta vida de picaro por , la mejor que tuvieron mis pasados. Tomé tiento a la corte; íbaseme sutilizando el ingenio por horas; di nuevos filos al entendimiento, y viendo a otros menores que yo, hacer con caudal poco mucha hacienda, y comer sin pedir ni esperarlo de mano ajena, que es pan de dolor, pan de sangre, aunque te lo dé tu padre, con deseo de esta gloriosa libertad, y no me castigasen, como a otros por vagabundo, acomodéme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros.
Página 316 - ¡Benditos aquellos que cuando las flores se muestran al mundo desciben las aves, e fuyen las pompas e vanos honores, e ledos escuchan sus cantos suaves! ¡Benditos aquellos que en pequeñas naves siguen los pescados con pobres traínas! Ca éstos non temen las lides marinas, nin cierra sobre ellos Fortuna sus llaves.
Página 194 - Las aguas corrientes no son riqueza sólo; son vida del paisaje. Porque el agua posee los tres accidentes del vivir: luz, voz y movimiento; luz reflejada, como la luz de la pupila; voz ligera y amorosa, soñolienta y grave. como la voz de la garganta humana. No hay soledad donde el agua corre; no hay tristeza donde el agua mana; no hay desierto donde el agua vive. Fecunda el suelo y despierta el alma, arrulla el dolor, ensancha la alegría, es compañía y música, medicina y deleite; sobre sus ondas...