La Lectura: revista de ciencias y de artes, Volumen21903 |
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... límite á los irreflexivos anhelos de inmediatas reformas , para las cuales carece- mos de medios económicos . Y por no prestar atención á la situación financiera del país y por no detenerse á pensar que las instituciones de la Hacienda ...
... límite á los irreflexivos anhelos de inmediatas reformas , para las cuales carece- mos de medios económicos . Y por no prestar atención á la situación financiera del país y por no detenerse á pensar que las instituciones de la Hacienda ...
Página 38
... límites - siguió , dirigiéndose á Angélica y moviendo la cabeza con aire indignado ; -nada respeta . Ya viste , sobrina mía , que ayer le expulsé porque quiso besarme una mano . Creí que no volvería , y ahí está , ahí le tienes ...
... límites - siguió , dirigiéndose á Angélica y moviendo la cabeza con aire indignado ; -nada respeta . Ya viste , sobrina mía , que ayer le expulsé porque quiso besarme una mano . Creí que no volvería , y ahí está , ahí le tienes ...
Página 86
... límites de lo ordinario . El músico español no tiene público , ya lo hemos dicho en diferen- tes ocasiones , y sin esa comunión artística , necesaria entre el pú- blico y el autor , sus facultades no pueden desarrollarse , quedan en ...
... límites de lo ordinario . El músico español no tiene público , ya lo hemos dicho en diferen- tes ocasiones , y sin esa comunión artística , necesaria entre el pú- blico y el autor , sus facultades no pueden desarrollarse , quedan en ...
Página 111
... límites en divisiones semejantes . En el dominio de la pe- dagogía correccional entran , en principio , todos los educandos , desde el momento en que , como establece el Sr. Giner , jamás hallaremos alguno en que no haya algo que ...
... límites en divisiones semejantes . En el dominio de la pe- dagogía correccional entran , en principio , todos los educandos , desde el momento en que , como establece el Sr. Giner , jamás hallaremos alguno en que no haya algo que ...
Página 112
... límite superior de la anormalidad edu- cable , ó mejor dicho , en la negación de tal límite . Pues la pedagogía correccional comprende , por una parte , los idiotas y los locos ; por otra , los delincuentes . Cierto que , en cuanto á ...
... límite superior de la anormalidad edu- cable , ó mejor dicho , en la negación de tal límite . Pues la pedagogía correccional comprende , por una parte , los idiotas y los locos ; por otra , los delincuentes . Cierto que , en cuanto á ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 457 - Que lo que verdaderamente es vergonzoso e inhumano es abusar de los hombres, como si no fuesen más que cosas, para sacar provecho de ellos, y no estimarlos en más que lo que dan de sí sus músculos y sus fuerzas.
Página 457 - Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas está casi todo en manos de pocos, de tal suerte, que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la multitud innumerable de proletarios un yugo que difiere poco del de los esclavos...
Página 457 - Porque la violencia de las revoluciones ha dividido los pueblos en dos clases de ciudadanos, poniendo entre ellas una distancia inmensa. Una, poderosísima, porque es riquísima, que, como tiene en su mano ella sola todas las empresas productoras y todo el comercio, atrae a sí para su propia utilidad y provecho todos los manantiales de riqueza y tiene no escaso poder aun en la misma administración de las cosas públicas.
Página 319 - ... verdades más salvadoras, si es que por fuerza quieren imponérselas: Mas no porque condene Esos, que errores de la ciencia juzgo, Para extirparlos pido El auxilio sangriento del verdugo. Impuestas por la fuerza O por la vil superstición del vulgo, Odiosas me serían La verdad y la fe que ansioso busco. Hijo soy de mi siglo, Y no puedo olvidar que por el triunfo De la conciencia humana, Desde mis años juveniles lucho. Por bárbaro rechazo De la brutal intolerancia el yugo, Y quiero en campo...
Página 350 - De cierto, de cierto os digo, ;que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
Página 349 - He derramado mi espíritu en Carrasqueda, en calderilla también, y esto vale más que recogerse un nombre de oro en el mundo, un nombre que me dé renta de elogios. Carrasqueda es mi mundo, y el mundo entero, esta pobre tierra donde querías que dejase un nombre, nada más que un Carrasqueda algo mayor. Levanta de noche tu vista a las estrellas, Ramonete; recuerda lo que te he enseñado, y te convencerás. ¿Qué prefieres, que tu nombre trasponga el Pirineo y ande en bocas de extraños, o que tu...
Página 457 - Exige, pues la equidad, que la autoridad pública tenga cuidado del proletario, haciendo que le toque algo de lo que aporta él a la común utilidad, que con casa en que morar, vestido con que cubrirse y protección con que defenderse de quien atente a su bien, pueda con menos dificultades soportar la vida.
Página 237 - ... la doctrina enemiga, con toda la forma de ira o de pasión usual y que mejor éxito haya tenido. Poco o nada en realidad tiene que importarle al feligrés lo que en el fondo de su ánimo sienta el individuo que predica. De lo que él necesita es de una voz que hable, que resuene en los oídos, repitiendo lo que los creyentes consideran ser la verdad.
Página 394 - Sweet his tongue as the throstle's note; Quick in dance as thought can be ; Deft his tabor, cudgel stout ; O, he lies by the willow-tree ! My love is dead, etc.
Página 458 - Ni hay para qué se entrometa el cuidado y providencia del Estado, porque más antiguo que el Estado es el hombre, y, por esto, antes que se formase Estado ninguno, debió recibir el hombre de la naturaleza el derecho de cuidar de su vida y de su cuerpo.