666. Apocalipsis I-XIII: Una profecía cumplidaEncuentro, 1998 M03 23 - 376 páginas No hay libro en la literatura universal que haya causado tanta fascinación como el Apocalipsis de san Juan, del que san Jerónimo decía que contiene tot sacramenta quot verba, tantos misterios como palabras. Atraído por ella, el autor de este comentario ha leído y meditado sus capítulos y versículos, y lo primero que le ha llamado la atención ha sido que, cuando parecía haber finalizado la revelación con los cuatro Evangelios, los Hechos de los Apóstoles y las cartas apostólicas, aparezca, a más de sesenta años de la muerte y resurrección de Jesucristo, un libro que pretende ser, y así se titula, Revelación. Y su primera pregunta es: ¿POR QUÉ EL APOCALIPSIS?, a la que trata de responder examinando las razones históricas que movieron al Señor a completar las Sagradas Escrituras a finales del siglo I, en el reinado del emperador Domiciano. Y habiéndonos asegurado san Pablo que «toda escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena» (2 Tm 3, 16-17), la siguiente pregunta es: ¿NOS DICE ALGO HOY? Lo verdaderamente original del presente comentario es la lectura de la historia reciente de Europa hecha por el autor a la luz del texto sagrado tal como del hecho se ha transmitido, y de la enseñanza de la Iglesia, a través de un examen de los tres últimos siglos, y de modo especialísimo de nuestro siglo XX. La interpretación final que el Dr. Mirete hace del capítulo XIII y del número apocalíptico por excelencia, el 666, le lleva a la conclusión de que el contenido de sus dieciocho versículos es una profecía cumplida, y de que el Apocalipsis es una auténtica descripción inteligible del proceso histórico de todo el género humano hacia la Nueva Jerusalén. |
Contenido
217 | 163 |
21217 | 173 |
316 | 185 |
3713 | 193 |
Resumen de las Siete Cartas | 210 |
El libro de los siete sellos 515 | 223 |
Los Mártires 6911 | 237 |
EL SÉPTIMO SELLO Y LAS CUATRO | 251 |
67 | |
ACTUALIZACIÓN DE LOS PROBLEMAS | 77 |
RESPUESTA AL PORQUÉ | 94 |
REVELACIÓN | 101 |
El Mensaje profético | 111 |
El Ángel de Jesús y Juan | 124 |
El momento está cerca | 132 |
11220 | 142 |
CARTAS A LAS SIETE IGLESIAS | 153 |
El triple lamento del Águila 813 | 265 |
Rebeldía y obstinación 92021 | 282 |
LA EVANGELIZACIÓN SIEMPRE NUEVA | 284 |
La medición 111 | 298 |
LA MUJER VESTIDA DE | 312 |
Batalla en cielo y tierra 12713 121518 | 325 |
El número de la bestia 1318 | 341 |
Sobre la interpretación del 666 | 370 |
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 118 - No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Página 206 - ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las noches del invierno escuras?
Página 133 - Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos.
Página 194 - Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Página 109 - ¡INTELIJENCIA, dame el nombre exacto de las cosas! ... Que mi palabra sea la cosa misma, creada por mi alma nuevamente. Que por mí vayan todos los que no las conocen, a las cosas...
Página 291 - Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Página 41 - Vivo, sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero.
Página 84 - Es de vidrio la mujer; Pero no se ha de probar Si se puede o no quebrar, Porque todo podría ser.
Página 117 - No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése entrará en el reino de los cielos.
Página 145 - ... acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fué mejor. Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado.