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culos de la reguralarizacion de la guerra. Aun cuando nuestros enemigos los quebranten, nosotros deberemos cumplirlos para que la gloria de Colombia no se mancille con sangre.

Cuartel general Libertador en Barinas, á 25 de Abril de 1821, Simon Bolivar.

11.0

A los Españoles.

SIMON BOLIVAR,

Libertador Presidente, &a., &a., &a.

Españoles! Vuestro general en gefe os ha dicho que no queremos la paz; que hemos infringido el armisticio, que os despreciamos. Vuestro general se engaña. Es el Gobierno Español el que quiere la guerra. Se le ha ofrecido la paz por medio de nuestro enviado en Londres, bajo de un pacto solemne, y el Duque de Frias, por órden del Gobierno Español ha respondido: que es absolutamente inadmisible. Españoles: ¡ no es vuestro Gobierno el que pretende nuestra sumision á costa de vuestra sangre? ¿No es vuestro Rey el que os desprecia enviandoos á un sacrificio infalible?

El Gobierno de Colombia no ha infringido el armisticio, sino tan solo en haber tomado cuarteles nuestras tropas dentro de esta ciudad, cuando no podia alojarlas sino en sus cercanías De resto, en nada hemos quebrantado los artículos de aquel tratado, en tanto que por muchas partes se nos ha hostilizado, sin reparacion de agravio. Españoles apesar de todos los graves dolores que nos causa vuestro Gobierno, seremos los mas observantes del tratado de regularizacion de la guerra. Una pena capital se aplicará al que lo infrinja, y vosotros seréis respetados aun en el exceso del furor de vuestra sed de sangre. Vosotros venis á degollarnos y nosotros os perdonamos vosotros habéis convertido en horrorosa soledad nuestra afligida patria, y nuestro mas ardiente anhelo es volveros á la vuestra.

Cuartel general Libertador en Barinas, á 25 de Abril de 1821, Simon Bolivar,

11.0

A los habitantes de la provincia de Caracas.

SIMON BOLIVAR,

Libertador Presidente &a., &a., &a.

Los trastornos que acabáis de sufrir por las emigraciones generales siguiendo las armas españolas, me han llenado de afliccion.

Vuestra fuga, el abandono total de vuestros bienes, no pueden ser una obra expontánea: no pueden ser sino efectos de un terror pánico, sea á las armas Colombianas, sea á las armas Españolas.

Realistas debéis contar con la regularizacion de la guerr■ y con la política del dia, que se espanta de aquellos tiempos en que el genio del crímen habia llegado á colmar las angustias del corazon humano. Realistas: volved á vuestra residencia. Caraqueños: vuestra emigracion es una ofensa manifiesta al Gobierno Español á quien pensáis lisonjear. Vuestro temor con respecto á las armas del Rey en sus terribles reacciones, no es ya fundado, porque los gefes Españoles son los generales Latorre y Correa, no son Bóves ni Morales. Caraqueños: yo os conozco patriotas, y habéis abandonado á Caracas; pero ¿ podréis de buena fe alejaros de las armas de Colombia? No, no, no. Habitantes de la provincia de Caracas no ultragéis á los gobiernos beligerantes: quedaos tranquilos en vuestras casas contad con la mejora del Gobierno Español, y con nuestra religiosidad en el cumplimiento del contrato de gentes que hemos celebrado en Trugillo.

Cuartel general en San Carlos, á 3 de Junio de 1821, 11. O

Simon Bolivar.

A los habitantes de Caracas.

SIMON BOLIVAR,

Libertador Presidente de Colombia, &a., &a., &a.

Caraqueños! Una victoria final ha terminado la guerra de Venezuela. Solo una plaza fuerte nos queda que rendir. Pero la paz, mas gloriosa que la victoria, debe poneros en posesion de las plazas y de los corazones de nuestros enemigos. Todo se ha hecho por adquirir la libertad, la gloria y el reposo; y todo lo tendremos en el curso del año.

Caraqueños! El Congreso general con su sabiduría os ha dado leyes capaces de hacer vuestra dicha. El Ejército Libertador con su virtud militar os ha vuelto á la patria. Ya, pues, sóis libres. Caraqueños la union de Venezuela, Cundinamarca y Quito, ha dado un nuevo realce á vuestra existencia política, y cimentado para siempre vuestra estabilidad. No será Caracas la capital de una República, será sí, la capital de un vasto, departamento, gobernado

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de un modo digno de su importancia. El Vicepresidente de Venezuela goza de las atribuciones que corresponden á un gran magistrado; y en el centro de la República encontraréis una fuente de justicia, siempre derramando la beneficencia por todos los ángulos de la patria.

Caraqueños tributad vuestra gratitud á los sacerdotes de la ley, que desde el santuario de la justicia os han enviado un código de igualdad y de libertad.

Caraqueños tributad vuestra admiracion á los héroes que han

creado á Colombia.

Cuartel general Libertador en Caracas, á 30 de Julio de 1821, 11.0 Simon Bolivar.

A los Colombianos.

SIMON BOLIVAR,

Presidente de Colombia, &a., &a., &a.

Colombianos! El libro de la ley, que tengo la gloria de ofreceros como la expresion de vuestra voluntad y arca santa de vuestros derechos, fija para siempre los destinos de Colombia. Vuestros Representantes, penetrados del orígen sagrado de su autoridad, conservaron la mayor suma de poder para el soberano, que es el pueblo : al depositario de la fuerza pública le han cometido la dulce facultad de haceros bien, sin que pueda dañaros.

Colombianos! El Congreso general ha dado á la nacion lo que ella necesitaba una ley de union, de igualdad, de libertad ha formado de muchos pueblos una familia : ha consultado un centro comun para todos: ha mandado la residencia del Gobierno á Bogotá, en donde todas las extremidades lo verán de cerca.

Venezolanos! Vuestro patriotismo y vuestras victorias prometen á Colombia una firme adhesion á sus leyes y la gloriosa posesion de vuestro reposo.

Cundinamarqueses! Colocado el Gobierno supremo en vuestro seno, Colombia espera que lo conservaréis ileso, como un depósito confiado á vuestra virtud.

Quiteños! El ruido de vuestras cadenas hiere el corazon del Ejército Libertador. Él marcha al Ecuador, ¿ podéis dudar de vuestra libertad? Y libres ; podréis dejar de abrazar á los que os convidan con independencia, patria y leyes?

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Colombianos! La ley ha señalado al Vicepresidente de Colombia para que sea el gefe del Estado, mientras yo soy soldado. El será justo, benéfico, diligente, incontrastable, digno conductor de Colombia. Yo os aseguro que hará vuestra dicha,

Dada en el Rosario de Cúcuta, á 8 de Octubre de 1821, 11.0

Simon Bolivar.

A los Colombianos del Sur.

SIMON BOLIVAR,

Libertador Presidente de Colombia &a., &a., &a.

COLOMBIANOS DEL SUR! El Ejército Libertador viene á traeros reposo y libertad.

Caucanos! El dia de vuestra recompensa ha llegado. El heroismo de vuestros sacrificios asegura para siempre vuestra dicha: él será el patrimonio de vuestros hijos, el fruto de vuestra gloria.

Pastusos! Habeis costado llanto, sangre y cadenas al Sur; pero Colombia olvida su dolor y se consuela acogiendo en su regazo maternal á sus desgraciados hijos. Para ella todos son inocentes; niguno culpable. No la temais, que sus armas son de custodia, no son armas parricidas.

Quiteños! La Guardia Colombiana dirije sus pasos hácia el antiguo templo del padre de la luz. Confiadle vuestra esperanza. Bien pronto vereis las banderas del iris sostenidas por el ángel de la victoria.

Cuartel general en Caly, á 17 de Enero de 1822, 12 de la independencia. Simon Bolivar.

A los Patianos Pastusos y Españoles.

SIMON BOLIVAR,

Libertador Presidente, &a., &a., &a.

El Ejército de Colombia va á entrar en vuestro territorio con miras benéficas y con intenciones pacíficas. Su objeto es terminar la guerra: reunir los miembros discordes de la familia Colombiana: poner de acuerdo los intereses de todos los hermanos, y borrar para siempre el odioso nombre de enemigos. Patianos. El go

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bierno de Colombia os ama, porque habeis cambiado vuestros sentimientos de rencor contra vuestros hermanos. Ya os mostrais moderados y amantes de la paz. Así, sereis tratados como amigos cordiales; ninguno será perseguido por ninguna causa ni pretesto: vuestras familias serán respetadas, como tambien vuestras propiedades.

El Ejército no se servirá de nada sin pagar su precio. No tendréis motivo alguno de quejas; y por el contrario, yo espero que alabaréis la conducta de los que hasta ahora habeis llamado vuestros enemigos.

Pastusos. Yo os ofrezco solemnemente las mismas seguridades, las mismas garantías que á los Patianos: sereis respetados con vuestras propiedades. Ninguna ofensa recibiréis de nosotros: os trata remos como amigos, os veremos como hermanos, y Colombia será para vosotros tierna madre. Ningun Pastuso debe temer, ni remotamente, castigo ni venganza.

Españoles: la guerra ha cambiado, y con ella los motivos de odio. Vosotros pertenecéis a una nacion libre, y por tanto, no sois nuestros enemigos. La mayor parte de la nacion española ha mostrado su inclinacion hácia nosotros y pronto la paz curará nuestras mortales heridas. La guerra que continuáis, Españoles, es una guerra desesperada, sin motivo, sin objeto. La España está dividida en partidos y su gobierno sin fundamento ni opinion. Nada debéis, pues, esperar de ella. El nuevo mundo entero está libre, y tanto la Europa como la América del Norte están prontas á reconocer nuestros gobiernos. ¿Que esperais sino nuevos torrentes de sangre; y dar nuevas causas de encono á los hijos de la América? Sed al fin justos. Si queréis volver á vuestra patria, el Gobierno de Colombia os enviará á ella con vuestras familias y bienes; y si queréis ser Colombianos, sereis Colombianos, porque nosotros deseamos hermanos que aumenten nuestra familia. El que quiera abrazar la causa de Colombia, puede contar con su destino y empleo.

Españoles! Si os conducis como debéis, seréis tratados con una generosidad sin límites; pero si sois obstinados, temed el rigor de las leyes de la guerra.

Cuartel general Libertador en Popayan, á 18 de Febrero de 1822, 12.0

Simon Bolivar.

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