LIBRO I.

Fundacion de Valencia. Principio de la guerra de Sagunto Fundacion de esta ciudad. Aníbal. Conducta de la república romana. Sitio de Sagunto.= Llegada de los embajadores romanos al cuartel general de Aníbal. = Contestacion del general cartaginés. Senado de Cartago. Asaltos del egército sitiador.-Heróico sacrificio de los saguntinos. Declara Roma la guerra á la república de Cartago. Espedicion de Gneo Scipion. Destruccion de Nusia.-Libertad de Sagunto. Muerte de los dos Scipiones. Toma de Cartagena. Sublevacion de algunas legiones romanas en Cullera. Derrota de los edetanos. Ofrenda de los saguntinos. Descripcion de la Edetania. Viriato. Sitio de Segorbe. Muerte de Viriato. Sertorio. Sus campañas en Valencia.-Derrota de Perpena y Erenio. Pompeyo se apodera de Valencia. Célebre batalla del Júcar. Asesinato de Sertorio. Dominacion romana. Invasion de los godos. Obispado de Valencia.

Sus soldados en Valencia.

ARIAS han sido las opiniones que sobre la fundacion de la ciudad de Valencia han sostenido nuestros antiguos historiadores y cronistas, sin que ninguno de ellos fijára con exactitud y con textos irrecusables la época precisa y el nombre primitivo de esta poblacion. Prescindiendo de las aberraciones de Annio de Viterbo, seguido sencillamente por nuestro célebre cronista Beuter, que atribuye la primitiva fundacion de Valencia á un fabuloso rey de España,

llamado Romo, cuyo nombre la impuso por los años 1345, antes de la era cristiana, opinion absurda que desechó prudentemente Escolano; ha habido, sin embargo, otros autores de profunda erudicion, que, apoyados en un texto de Festo Avieno, han creido que el nombre primitivo de Valencia era Tyris, ó Tyrsis, como escribe el abate Masdeu (1) y Tyrio, el rio que la baña.

El distinguido escritor que acabamos de citar (2) dice, que al recorrer por primera vez los cartagineses las costas de Valencia y Murcia, dejaron memorias de estas atrevidas espediciones mercantiles, y acaso tambien algunas colonias, cuyas denominaciones fenicias se conservan en gran parte, y entre estas cita la de Tyrsis ó Tyris, nombre dice que tuvo antiguamente Valencia ú otra ciudad vecina, situada no lejos de la embocadura del Turia.

(1) Hist. crít. de Esp. tom. 3, pág. 105.

(2) Idem.

El erudito D. Gregorio Mayans y Siscar (1), fue tambien de esta opinion y convencido del texto de Avieno, concluye asegurando que la fundacion de Valencia se debe á los tirios ó fenicios, cuya navegacion fija Pomponio Mela (2) algun tiempo antes de la ruina de Troya, y Estrabon (3) antes de la existencia del inmortal Homero. Segun estos cálculos y siguiendo la cronología de Usserio cree Mayans que la fundacion de Valencia data desde el año del mundo 2820, del período Juliano 3530 y 1184, antes de la era cristiana.

Empero últimamente el Sr. Cortés en su Diccionario geográfico-histórico de la España antigua (4) desechando las opiniones de Beuter, Escolano, Diago y Esclapés, y teniendo además por inverosimil la fundacion de Valencia por los zacintios de Sagunto, fija como mas probable esta fundacion en el consulado de Junio Bruto, por los años 616 de Roma y 138, ó segun otros 140 antes de Cristo.

Plinio hizo en breves palabras una descripcion de la antigua Valencia y sus alrededores, y segun ella conserva hoy el mismo sitio y nombre que tenia en tiempo de los romanos.

El mismo historiador latino asegura que Valencia de la Edetania fue colonia y gozó del derecho itálico, como afirma Paulo el jurisconsulto, y por consiguiente dúdase todavía si fue Decio Junio Bruto, llamado el Gallego, porque triunfó de los callaicos, el que la elevó á esta dignidad. Tito Livio (5) dice, que el cónsul * Junio Bruto, durante su gobierno en España, concedió á los soldados que habian seguido las banderas de Viriato algunos campos y una poblacion que se llamó Valencia. El texto latino de Tito Livio hizo creer al célebre Ambrosio de Morales (6) y al apreciable Zurita (7) que fue Valencia de Alcántara la poblacion concedida por Junio Bruto á los soldados de Viriato. Empero Escolano, (8) Mayans (9) y Cortés (10) han dado el texto citado de Tito Livio

(1) Cartas de var. Aut. Esp. tom. 5, cart. 3.

(2) Lib. 3, cap. 6.

(3) Lib. 3, pág. 103 y 104.

(4) Tom. 3, art. Valentia.

(5) Epit. 55.

(6) Lib. 8, cap. 3.

(7) Notas al Itin. de Anton. pág. 400.

(8) Escol. tom. 1. (9) Loc. cit. (10) Dic. geog. hist. tom. 3.

la verdadera interpretacion, fundados en la exacta observacion que hace el mismo Apiano Alejandrino sobre la profunda política del cónsul, al conceder medios de ocupacion y de trabajos útiles en un pais rico, feráz y delicioso á unos guerreros avezados hacia tiempo á una vida de pillage y de destruccion. Morales y Zurita no recordaron además que solo nuestra Valencia de la Edetania, entre las demás poblaciones conocidas en España bajo este nombre, obtuvo los honores de colonia, y naturalmente debian apreciar vivir en ella los nuevos moradores designados por Junio Bruto, los cuales habian hecho en esta region muchas campañas á las órdenes de su estimado gefe, asesinado vilmente y con indignacion de su egército cerca de Sagunto. Entonces fue cuando, segun la opinion de Lucio Floro, se dió á nuestra ciudad y no antes el nombre de Valencia.

No es fácil designar el ámbito de las murallas de la primitiva Valencia, pero atendiendo al genio de los antiguos, que hacian las ciudades de pequeño circuito y las colocaban en los puntos mas culminantes que ofrecia el terreno, es probable que su antiguo asiento debia estar en el altozano que forma la calle del Milagro, por la plaza de la Virgen de los Desamparados, y desde las platerías por la subida del Toledano: de este modo la muralla debió correr desde los Baños del Almirante á la calle del Baron de Petrés, por la plaza de San Estévan, calle de la Alhóndiga, encerrando la casa de la ciudad, á la calle del Reloj viejo, portal del Toledano, cruzando la calle de Zaragoza á la de Cubillers y la del Milagro, terminando en los mismos Baños.

Hemos indicado brevemente la fundacion de Valencia, reservándonos para otras ocasiones algunos pormenores que traen los cronistas al describir estensamente y con minuciosidad las cosas y monumentos notables de su poblacion, sobre cuyo orígen se ha escrito con tanta variedad, pero que solo ocupa la atencion de la historia algun tiempo despues de la célebre destruccion de Sagunto, que fue el principio de las sangrientas guerras que sostuvieron por largo tiempo los cartagineses y los romanos, disputándose con encarnizamiento y con inflexible tenacidad la dominacion del mundo antiguo.

El odio inestinguible que la ambicion de uno y otro pueblo. alimentaba mútuamente era para el jóven Aníbal, general cartaginés, el resultado, digámoslo así, del terrible voto que habia

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