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LLEGE

JAN 19 186J

LIBRARY

Sumner fund.

HISTORIA GENERAL DE ESPAÑA.

PARTE TERCERA.

EDAD MODERNA.

DOMINACION DE LA CASA DE BORBON.

LIBRO IX.

CAPITULO XV.

GOBIERNO DEL PRÍNCIPE DE LA PAZ.

SITUACION ECONOMICA DEL REINO.

De 1800 1807.

Enorme deuda ocasionada por las guerras anteriores.-Nuevas causas de nuestra penuria.-Calamidades públicas: epidemias: siniestros: años estériles.-Respiro que deja la paz marítima.-Deuda que se fué amortizando.-Medidas económicas.-Oficinas de Fomento. Sus trabajos estraordinarios.-Aumento de pagas al ejército y marina.-Obras públicas.-Provisiones en materia de comercio. Providencias en favor de los labradores, cosecheros y panaderos.-Introduccion de granos estrangeros en España.-La

compañía de asentistas.-Célebre contrato con Mr. Ouvrard.Surtido de nuestros mercados, y destruccion de acaparadores y logreros. Nueva guerra con la Gran Bretaña, y nuevos apuros del tesoro.-Enagenacion de la séptima parte de los bienes del clero. -Loterías extraordinarias.-Nuevas contribuciones.-Falta de provisiones para nuestras escuadras.-Quejas y exigencias del gobierno francés. Larguezas del español.-Empréstitos de Holanda. Historia y vicisitudes de las liquidaciones de estos contratos. -Total de la deuda de España en aquel tiempo.-Estado de la agricultura, del comercio y de la industria.-Idem de nuestra marina. Causas de su decadencia.-Vindicacion de España, é impugnacion de los errados asertos é injustos cargos de un historiador francés.

Prosiguiendo la historia de la marcha administrativa de este reinado, tal como la fuimos ya haciendo en varios de los capítulos anteriores, y la cual dejamos suspensa en el VIII, al apuntar el siglo XIX. y al ponerse por segunda vez al frente de la gobernacion del Estado como primer ministro el príncipe de la Paz, completarémos ahora la reseña económica que allí y desde aquella fecha dejamos pendiente. Aunque la responsabilidad de la buena ó mala administracion de la hacienda pública toca mas directamente á los que tienen á su inmediato cargo la direccion de este ramo, y el príncipe de la Paz cuida de advertir en diferentes lugares de sus Memorias que él no tenia parte en el manejo de estos negocios, y no eran ciertamente en los que más se hacía sentir su iniciativa, sin embargo, ni era ageno á ellos, ni dejó de manifestar muchas veces pensamientos ó ideas que podian ser pro

vechosas ó nocivas, ni la marcha política de un estado puede dejar de influir grandemente en su situacion económica, ni puede menos de alcanzar una parte no pequeña de alabanza ó de censura de los aciertos ó errores en todos los ramos de la gobernacion al que por su especial posicion y su mayor influjo da movimiento é imprime una direccion á la máquina del gobierno.

Vimos ya en el último de aquellos capítulos cuál era el estado fatal de nuestra hacienda al terminar el año 1799, á que alcanzaba nuestro exámen; estado que confirmaban las Memorias de los ministros del ramo. En el resúmen de la que dos años después presentó al rey una persona, conocedora ya entonces de la materia, y que mas adelante se vió en posicion de acreditarlo más, á continuacion del cuadro demostrativo de los gastos, ingresos, existencias y déficit de los años anteriores, se decia: «Pero no bien se habia sali»do de las calamidades de la guerra continental, >>cuando se emprendió la marítima contra Inglaterra, » la cual disminuyó enormemente los ingresos de las » rentas por la interrupcion del comercio, y por lo que >> impide la venida de los caudales de las Américas.>>Asi, habiendo ascendido en dicho año (1795) las »entradas de la lesorería á 675.057,881 rs., y en cada » uno de los sucesivos á solos 478.157,208; y los gas>>tos desde 1,117.255,589 rs. á 1,442.690,423, ha » resultado un déficit anual de 820.000,000, que has

»ta 1801 importó 4.000.000,000; cantidad en que » se puede valuar el coste de la guerra, sin contar los >enormes desembolsos que la pérdida del papel mone»da ha ocasionado, originada del atraso de pago en los »réditos, y de la suspension de las estinciones.

»Por manera, que trayendo á un punto todas las »partidas referidas, la guerra de nueve años ha costado »al erario mas de siete mil millones de reales; y si bien > hasta el año de 1795 se hallaron recursos capaces de »satisfacer los gastos de la corona, crecieron en los su>cesivos las dificultades por la responsabilidad y peso » de las deudas anteriores, por la pobreza de todas las >clases, por la heróica resistencia de V. M. á aumen>>tar contribuciones, y por la ruina del crédito; de »modo, que á pesar de las mas activas diligencias, y » de las reformas mas severas en los gastos de admi»nistracion; á pesar de las negociaciones emprendidas >> con casas estrangeras sobre los fondos de las colo»nias, de los recargos que dictó la necesidad, y que »la prudencia hizo que recayesen sobre los pudientes, » y de las medidas eficaces para consolidar la estincion > del papel moneda, conteniendo su demérito; nos ha»llamos en el dia con una deuda consolidada de mas »de 4,108.520,721 rs. en la península, con otra aca» so igual en las Américas, y con un descubierto en partidas corrientes de 720.000,000 de reales, á las >cuales son acreedores las clases mas privilegiadas del »estado, las mas dignas de atencion, las que han sa

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