Imágenes de páginas
PDF
EPUB

gica, una idea magnífica. Verdad es que añadia despues: La union liberal no se realiza. Esto es lo que nos están diciendo todos los dias las oposiciones. Y es lo último que me toca examinar. Dícese: Este gobierno, que vosotros apoyais y que toma el título de union liberal, resuelve todas las cuestiones por un determinado criterio, que no es el vuestro, sino por un criterio moderado. ¿Pero es esto exacto, Señores? Si así fuera, yo no encontraria la razon de ser de cierta oposicion que á sí misma se llama moderada.» Entonces expuso que, al subir la union liberal al mando, se iban á devolver al clero todos sus bienes no yendidos, y ahora estaban para ser enagenados mediante nuevo ajuste con Roma; que además el gobierno anunciaba propósitos de llevar la desamortizacion civil adelante; que, en lugar de hablarse con desden de las córtes, bajo el nombre de parlamentarismo, ahora estaban abiertas durante regulares períodos, y no regian por virtud de Reales decretos los presupuestos del Estado: que la seguridad individual no era objeto de tropelías; y que ya no sonaba clamoreo ninguno contra la moralidad en las altas regiones del gobierno. Al final se expresó de este modo: «Creo haberme hecho cargo de lo que son, ó pueden ser, ó significan las oposiciones, que han combatido al gobierno y á la comision; creo haber respondido á aquellos de los principales cargos, que se han hecho en la cuestion interior y exterior. Despues de esto sólo me TOMO XXX.

i

queda que decir que la votacion del mensaje está próxima; y trátase de saber si vosotros vais á dar vuestro apoyo á un gobierno, que simboliza á mi juicio, y al juicio de la comision, y al de los que componen esta mayoría y la mayoría del país, á un gobierno que simboliza la observancia del régimen constitucional, la legalidad, la tolerancia, la seguridad individual, el órden y la tranquilidad pública, la moralidad en la administracion de los intereses públicos; á un gobierno, que ha sabido dar gloria, poder, esplendor, engrandecimiento y lustre á España á los ojos del mundo; ó habeis de dar vuestro apoyo á administraciones de antemano conocidas y juzgadas; ó habeis de entregaros á las eventualidades de porvenir desconocide Ꭹ oscuro, que puede traer la perturbacion y acaso la ruina de la patria.»

Grande uso hizo tambien el Señor Duque de Tetuan del argumento relativo á significar la heterogeneidad de la política representada por las diversas oposiciones, sin que por eso desvaneciera muchos de los cargos dirigidos á su ministerio: doscientos seis votos contra ochenta aprobaron el mensaje de contestacion al discurso de la Corona, de donde resulta evidente que aun tenia mucha mayoría entre los diputados elegidos tres años atrás por los respectivos distritos, cuando aquel gabinete engendraba muy lisonjeras y legítimas esperanzas, que en torno suyo atrajeron á bastantes personas ya sin ilusiones: cuan

[ocr errors]

do la conducta del general O'Donnell desde Julio á Octubre de 1856 parecia reguladora de la que pensaba observar desde Junio de 1858 en adelante. Aun, prescindiendo completamente de los distintos puntos de vista de los Señores Rivero, Aparici y Guijarro, Gonzalez Bravo y Olózaga en aquel importantísimo debate; no siendo admisible por entonces la democracia, estando condenado á impotencia perpétua el neismo, pudiéndose culpar de retrógrado al partido moderado, y debiendo lamentar que al partido progresista se le cerráran los caminos de aspirar legal. mente á crear una situacion suya, con solo el discurso del Señor Rios Rosas bastará siempre de cierto para convencer á los lectores imparciales de haberse falseado por la situacion aquella el pensamiento de la union liberal del todo. No hubo que responder á estos argumentos del insigne diputado por Ronda. «Pero el gobierno en esta como en todas materias, no me cansaré de repetirlo, tiene siempre soluciones muy socorridas. Un digno individuo del gobierno, que representa el más político de los departamentos del gabinete, ha dicho un dia tratando de esa cuestion:-Señores, yo soy enemigo, yo soy adversario de la política preventiva; yo aborrezco la política preventiva; no me pidais política preventiva. -Otro dia en aquel mismo augusto recinto ha dicho:-Yo, espectador de una política preventiva, la miraba con envidia; yo hubiera deseado asociarme á ella; yo hu

biera querido ser ministro ó diputado para hacer esa política preventiva.-Luego otro dia ha dicho en este recinto:-Yo, Señores, no soy sistemático; yo no soy hombre de extremos; yo á veces uso de la política represiva, y á veces de la política preventiva; yo soy hornbre de política mixta.-¿En qué quedamos, Señores.....? Dejemos ya, Señores, el exámen del criterio político del gabinete, que me parece lo he hecho en breves razones. Yo no estoy completamente satisfecho de haberlo explicado de una manera perceptible aun á los más rudos entendimientos; me atreveré, pues, buscando un órgano más expresivo que mi pobre estilo, á explicároslo en verso con una redondilla antigua. Habeis visto lo que el ministerio dice cuando se habla de política preventiva; lo que dice cuando se habla de política represiva; lo que dice cuando se habla de política mixta. Pues yo digo que el programa, que las opiniones, que la conducta política del gobierno y del Señor ministro de la Gobernacion se resumen en estas palabras.

Dijo uno:-Pese á quien pese,

yo soy de ese parecer.-
Dijo otro:-No puede ser.—

Y él dijo:-Tambien soy de ese.

Sobre el Acta adicional manifestó el Señor Rios Rosas que fué una fusion de principios y una coalicion de progresistas y moderados, cuyas dos fraccio

[ocr errors]

nes libérales durante la guerra civil pudieron existir separadas, porque no existia la democracia, ni en la esfera política figuraba el realismo; y ahora no podian gobernar constitucionalmente, sin que buscase cada una en el partido que le es afin su apoyo, y no cabiendo realizar esta inteligencia, mientras los partidos aspiráran á destruir y no á utilizar lo existente, de aquí resultaba que ninguna de las fracciones podia gobernar sin recurrir á medios funestos y reprobados por inmorales. Tras de enunciar tales premisas, su lenguaje fué del siguiente modo:-«Es menester que las dos fracciones transijan contínuamente hasta que, desengañado el partido absolutista de sus criminales esperanzas, y hasta que, desengañado el partido democrático de sus no menos criminales aspiraciones, se unan, se compaginen respectivamente con los partidos medios en sus dos extremidades; y entonces, viéndose cada fraccion constitucional reforzada por una de esas fracciones, tendrán un apoyo y un arrimo, y podrán gobernar á la nacion con fuerza moral y parlamentaria; antes nó. Esta transicion es lo que nosotros hemos llamado union liberal; esto es lo que profesamos ahora, lo que profesarémos mañana, lo que profesarémos siempre, mientras no veamos á un partido constitucional bastante numeroso, bastante compacto, para producir aquí mayorías grandes, mayorías verdaderas, mayorías disciplinadas, legítimos representantes de la nacion, no hechura de

« AnteriorContinuar »