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rumor se había fundado en la voz que franceses habían derramado por estas fronteras, para dar algún pretexto más decente á la falta de reputación de su retirada de sobre Lérida, y que el verdadero motivo de haber tomado esta resolución el Príncipe de Condé, se confirmaba por todas partes, y por la de posición de sus mismos rendidos, haber sido por las dificultades grandes que hallaba en el sitio, por irse enflaqueciendo de gente, saber que por los progresos del señor Archiduque en Flándes se revocaba á aquella parte alguna de la que estaba destinada para ésta, ser su circunvalación muy dilatada, hallarse con la línea flaca y saber qne nuestro socorro se disponía.

Si hubiera accidente en la provincia, no hay duda que se siguieran otros progresos, por la dificultad con que se pueden mantener ejércitos en países contrarios, pero habiendo sido falsa la voz que los enemigos han esparcido, como ya se confirma con seguridad por tantos avisos conformes, resulta el suceso en mayor reputación de las armas de V. M., pues habiendo franceses enflaquecido este año sus fuerzas tan manifiestamente en todas partes, por acudir con más poderosos medios á ésta, publicando que habían de conquistar este Reino y penetrar á los interiores de Castilla; y habiendo aplicado á este fin todas las mayores y más principales fuerzas de la Francia, gobernadas por el primer hombre de ella, en sangre, crédito, séquito y reputación, se han visto embarazados y resistidos tan grandes intentos y aparatos con sola la defensa que ha hecho una plaza; no siendo, ni por naturaleza, ni por arte de las más fuertes que V. M. posee; de cuyo buen suceso se han seguido tan grandes consecuencias y reputación á las armas de V. M. como se deja considerar; cuyas influencias es fuerza que también alcancen y adelanten los progresos que han comenzado á hacer los ejércitos de V. M. en Italia y Flándes, de que V. M. debe dar infinitas gracias a Dios, y esperar de su misericordia que á este suceso se han de seguir otros muchos, amparando el católico celo de V. M. y la justificación de la causa que se defiende.

El enemigo se haya todavía con todo su grueso á vista de Lérida en el puesto de las Horcas, sin haber hecho desde los 18

que se levantó otro movimiento; unos dicen que está esperando la vuelta del Marqués de Chatillón que despachó por la posta á París, para ver lo que le manda hacer, y otros que está dando lugar á aquellos paisanos de Urgel acaben de recoger sus cosechas, por la dificultad con que lo podrían hacer si se dividiese en diferentes partes de la provincia, pero como quiera parece que con dificultad se podrá mantener largos días en la postura y paraje que hoy tiene, sin tomar de una manera ó de otra alguna resolución. Fortifica la cabeza del puente de Balaguer y el puesto del Cristo, y pone tanto cuidado en conservar su gente y en impedir las fugas de ella, teniendo avanzados para este fin algunos cuerpos de caballería, que en estos seis días últimos no ha llegado aquí un sólo rendido de su campo.

Esto, Señor, es en cuanto á las noticias que se tienen del enemigo y sus operaciones; y ahora daré cuenta á V. M. del estado que tienen las nuestras.

Dí cuenta á V. M. & los 28 de éste, de que en Lérida se había introducido un convoy de cebada, y reformada aquella guarnición con el regimiento de alemanes de Gronsfelt. Los de irlandeses, Geraldino y Prestón, y trescientos españoles en compañías sueltas; que se habían demolido los ataques; que había enviado cuatro mil á Britto, para deshacer la línea y reparar brechas; que se procuraría introducir otro convoy grueso de harina, y aumentar alguna más gente á la guarnición, para que, con mayor brevedad, se pudiese acudir al trabajo de estas demoliciones. Y lo que ahora se ofrece que añadir, es que respecto de hallarse todavía el enemigo á vista de aquella plaza, con su ejército entero y no poderse mientras se halla en aquel paraje y cercanía trabajar en la demolición de la línea, por esguazarse el Segre por todas partes y estar tan fuerte de caballería, ha parecido (aunque Britto no habla palabra, en pedir más gente), introducir por todo buen respeto algunas compañías de españoles más; y en esta conformidad se han enviado las órdenes para que se ejecute.

Este ejército, con los esfuerzos grandes que han hecho estos últimos días para adelantar sus disposiciones, queda como tengo avisado á V. M. en mi última carta, pronto en toda forma con

sus trenes, carruajes, viveres, armas, municiones y pertrechos para marchar y oponerse á donde fuere menester y á cualquiera intento del enemigo con la celeridad que conviene, y aunque se halle superior en fuerzas y se han recibidos algunos avisos de que le viene llegando algunos reclutas más, y que esperan otras, hallándose ya las armas de V. M. en este estado, y habiéndose levantado de la primera empresa sin efecto, espero en Dios que, en lo que resta nos ha de ayudar, y V. M. puede estar cierto de que los que aquí nos hallamos procuraremos aplicar todas las diligencias y medios que pudieren conducir al mayor servicio de V. M. en todo, como por tantas razones de obligaciones lo debemos hacer.

Estáse dando la paga á estas tropas, y en acabándose con ello, y habiendo venido las relaciones de la nuestra, diré á vuestra Majestad la gente efectiva que juzgo que hay de infantería caballería, para que V. M. se halle con entera noticia de todo como se debe.

y

El servicio de los ochocientos hombres que esta ciudad había hecho estos días pasados para la ocasión presente, se había embarazado y dificultado por cuanto la ocasión había sido para el socorro de Lérida, y parecerles que había cesado la necesidad Ꭹ el aprieto, y considerarse el peligro más distante, pareció que para vencer esta dificultad y dejar este servicio asegurado y corriente para cualquier caso que las armas de V. M. se moviesen, ofensiva ó defensivamente, sería conveniente que yo fuese á hacer esta proposición á la casa de la ciudad hallándose junto el Capítulo y consejo hicelo así ayer tarde, y me honraron con tantas demostraciones que me dieron precedencia al Jurado en Capítulo y dentro de dos horas me vinieron á responder cómo habían concedido el servicio, que será siempre que el ejército de V. M. se moviere, poner un tercio de los que tiene formados esta ciudad de mil hombres, pagado con todos sus Oficiales por un mes en Fraga, para que pueda sacar la guarnición vieja de aquella plaza; y no tengo duda de que prorrogarán el tiempo de la paga, siempre que la necesidad lo pidiese. Suplico á V. M. se sirva de mandar escribir las gracias á la ciudad, mostrándose V. M. tan sorvido de

esta resolución como lo merece el continuado afecto con que ha acostumbrado acudir al servicio de V. M. en todas ocasiones; guarde Dios la católica y real persona de V. M. como la cristiandad ha menester.-Zaragoza, á 30 de Junio 1647.-Don Luis Méndez de Haro.

CONSULTA

DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO, DANDO CUENTA Á S. M. DE LAS NOTICIAS QUE HABÍA RECIBIDO DE UN CONFIDENTE SUYO, SOBRE EL MAL GOBIERNO QUE HABÍA EN LA TROPA QUE ESTABA EN TARRAGONA, Y RESOLUCIÓN DE S. M.

Señor:

En carta del 19 del pasado me escribe un confidente que tengo en Tarragona, que en aquella ciudad van perdiendo cada día reputación las armas de V. M. por las acciones de los Ministros; que la gente de aquella plaza hizo una presa de ganado en un lugar fuera de la obediencia y yendo los Jurados a tratar de concierto, diciendo se les había hecho sin razón, por tener salvaguardia del Gobernador, se la pidieron para verla y la hicieron pedazos, quedándose con la presa, de que hubo grande escándalo.

Que ocho días antes salió la caballería con doscientos infantes á título de quemar la campaña de Arboz, Villafranca y otros lugares, y sólo sirvió de componerse con ellos por cuarenta escudos, y se perdieron cuatro caballos con sus soldados y doce infantes que se pasaron al enemigo.

Que en quince días se han huido de aquella plaza doscientos soldados, desesperados de no haber recibido desde Enero más que dos medias pagas y otra última de doce reales; que todo importa treinta mil ducados, habiéndose remitido noventa mil; si bien se ha gastado algo en fortificaciones.

Que dicen los catalanes queremos ponerles el yugo al cuello, de que vienen á libertarles los franceses, á que ha ayudado mucho la acción que hizo el Príncipe de Condé, excusando de gastadores

á los lugares cercanos á Tarragona y de su obediencia, diciendo serian molestados de aquella ciudad.

Que no se dé crédito á lo que aquella ciudad escribe en abono del Gobernador, porque son cartas de cumplimiento y dadas de miedo, y que así de esto como de otras muchas cosas, se puede tomar informe de Don Antonio Ortiz de Velasco, Procurador general de aquella plaza, que es persona de crédito.

Mucho convendría tuviese V. M. en cada plaza dos ó tres personas de grande inteligencia y celo, que en todos los correos avisasen menudamente del estado de su fortificación y sustento, procedimientos de los Cabos, paga de los soldados y del tratamiento que se hace á los naturales. V. M. ordenará en todo lo que más conviniere.-Madrid 12 de Julio de 1647.-Sigue la rúbrica.

A la espalda de la última hoja se lee lo siguiente:

Señor.-12 de Julio de 1647.-El Presidente del Consejo.Sobre noticias de Tarragona.

He mandado con relato, y sin que se sepa el autor, se acerigüen estos excesos que decís, y se castigarán con rigor.-Sigue la rúbrica.

DECRETO

DE S. M. REMITIENDO AL CONSEJO COPIA DE LA CARTA DE DON LUIS DE HARO, EN QUE DABA NOTICIA DE LO QUE HABÍA DISPUESTO EN ORDEN AL EJERCITO

La copia inclusa de carta que acabo de recibir de Don Luis Méndez de Haro, os remito para que se halle el Consejo con noticia de lo que deja dispuesto en lo tocante á aquel ejército.-Sigue la rúbrica.-Madrid á 15 de Julio 1647.-Al Presidente del Consejo.

A la espalda de la última hoja se lee lo siguiente:

S. M.-15 de Julio 1647.-Con una carta del Señor Don Luis de Haro.-Consejo.

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